(Minghui.org) Estaba hablando con la gente sobre Falun Dafa en el Mercado de Zhongdong, de la ciudad de Jilin a principios de marzo cuando vi a una señora mayor en un área de descanso. Me senté a su lado y comencé a hablarle sobre Falun Dafa y la persecución.

Le dije que el partido comunista chino (PCCh) reprime a los practicantes de Falun Gong de su derecho a libertad de creencia y también les sustrae los órganos por negocio.

“Conozco a una persona que ha recibido ese tipo de órgano” dijo.

Un hombre joven  tenia muy dañado el hígado y necesitaba ese órgano con urgencia, pero los médicos le dijeron que debería esperar mucho tiempo para el trasplante.

Su familia buscó otras opciones, y hablaron con un familiar de Beijing, quien ostentaba una buena posición, y les dijo que podría conseguir un hombre que facilitara el trasplante de hígado en el Hospital 301 de Beijing.

Cuando la familia preguntó sobre la procedencia del órgano, el familiar dijo: “Practica Falun Gong. Es alto y está muy sano. No te preocupes”.

Todo sucedió muy rápido, y el trasplante costó un millón de yuanes (145.000 USD). Desafortunadamente el hombre murió un año después, a pesar de recibir un nuevo hígado.

La mujer anciana dijo: “No lo entiendo. La vida del familiar es importante, ¿pero no era también importante la vida del practicante de Falun Gong? ¡Es un crimen monstruoso! El Cielo recompensará las buenas obras, pero las malas tendrán retribución”.

Un año después, el hijo del familiar, que estaba estudiando en la Universidad de Jilin, enfermó gravemente. El familiar lo envió a Estados Unidos para tratarlo. Aunque la cirugía costó un millón de yuanes, su hijo murió. ¿No era esta la retribución?

La mujer hizo una pausa y dijo con tristeza: “¡He leído sobre la sustracción de órganos a practicantes de Falun Gong en folletos dejados en mi puerta, pero no lo creía. Después supe que esto era real!”.

Continuamos hablando y compartiendo sobre otras cosas relacionadas con la persecución. Al final, abandonó su pertenencia a la liga  juvenil comunista y los jóvenes pioneros.