(Minghui.org) Funcionarios electos de los EE.UU., activistas pro Derechos Humanos en China y practicantes de Falun Gong asistieron al foro parlamentario celebrado en Washington que llevaba por título: '25 de abril de 1999, la protesta pacífica de Falun Gong en Beijing'. El encuentro tuvo lugar en el edificio de oficinas 'Rayburn' de la Cámara de los Representantes de los EE.UU. el 19 de abril de 2017.

Hace 18 años, el 25 de abril de 1999, aproximadamente 10.000 practicantes apelaron pacíficamente ante el gobierno chino en Beijing después de producirse los arrestos ilegales de algunos compañeros practicantes en la ciudad de Tianjin. Tres meses después dio comienzo una campaña oficial que vulnera los Derechos fundamentales de todo ser humano (más información debajo, en el apartado 'Antecedentes').

Transcurridos 18 años desde la apelación histórica, varias víctimas de la persecución que secundaron la protesta, del 25 de abril, ofrecieron testimonio de la brutalidad de la campaña lanzada por el régimen, relatando sus propias experiencias.

Asistieron varias personas que han brindado su apoyo a Falun Gong desde hace mucho tiempo. Aunque conocían datos sobre la persecución, quedaron impactados por las experiencias de primera mano que escucharon. Una persona subrayó: “Escucharlo de alguien que lo ha experimentado personalmente lo convierte en algo aún más real”.

El foro que trató sobre la apelación pacífica de los practicantes de Falun Gong, el 25 de abril de 1999 en Beijing, tuvo lugar en el edificio de oficinas 'Rayburn' de la Cámara de los Representantes de los EE.UU.

Ellen Sauerbrey, ex Directora de la Oficina de Población, Refugiados y Migraciones del Departamento de Estado de los EE.UU. dijo que se sentía abatida y furiosa, y se preguntaba como podía un gobierno tratar así a su gente.

Los testimonios nos dan a conocer a las víctimas

Xinyang Xu, de 40 años, mostró dos fotografías de su difunto padre, Dawei Xu. La historia que relató hizo brotar numerosas lágrimas entre la audiencia.

Los padres de Xinyang Xu fueron arrestados en febrero de 2001 por imprimir materiales informativos de Falun Gong. Su madre, Lihua Chi, estando embarazada de Xinyang fue golpeada por la policía en un centro de detención. Su padre, Xu Dawei, fue condenado a ocho años.

En 2009, Dawei Xu fue liberado. El Sr. Xu, antes un joven saludable, ahora se veía reducido a piel y huesos. Su cuerpo estaba cubierto de heridas y hematomas debido a las torturas infligidas mediante descargas eléctricas y palizas. Su mente también quedó dañada. Falleció, tan solo 13 días después de ser liberado.

Lihua Chi (izquierda) y su hija Xinyang Xu (derecha) en el encuentro. Xu sostiene dos fotografías de su padre, Dawei Xu. La foto de la izquierda fue tomada antes de que fuera arrestado, y la de la derecha lo muestra después de ser liberado.

Los residentes en la comunidad del Sr. Xu quedaron consternados cuando conocieron su trágico final. En los tres días siguientes, 376 personas firmaron valientemente una petición para protestar por la tortura a la que se le había sometido. La petición sobresaltó al comité central del partido comunista. Uno de los cabecillas del partido emitió órdenes a las fuerzas de seguridad locales, para que acosaran sin cesar a la familia de Lihua Chi, a sus abogados y a todos aquellos que firmaron la petición.

En su ciudad natal no les quedó ningún lugar donde esconderse. Lihua Chi y Xinyang Xu consiguieron escapar a los EE.UU. en 2013.

Chunhua Yang, otra practicante de Falun Gong, describió como la habían alimentado forzadamente mientras permanecía confinada en un campo de trabajos forzados. Los guardias del campo vertían sopa de maíz hirviendo a través de un tubo insertado en su nariz. Esta forma de tortura es terriblemente dolorosa.

Su madre y su hermana fueron torturadas hasta la muerte porque se negaron a renunciar a su creencia en Falun Gong.

Haifan Du contó a los asistentes que su padre fue arrestado justo después de que comenzara la persecución. Fue condenado a tres años en un campo de trabajos forzados, donde fue golpeado e incinerado por los guardias.

En 2016, la madre de Haifan Du presentó una querella penal contra el ex líder del partido comunista, Jiang Zemin, por lanzar y dirigir la persecución. Sin embargo, fue arrestada y condenada, recientemente, a tres años y medio de cárcel.

Otra practicante, Chunyuan Wang, describió el trabajo forzado que soportó durante su condena de 7 años de cárcel.

Los funcionarios electos muestran su apoyo

Ellen Sauerbrey quedó visiblemente afectada por las historias de las víctimas.

Ellen Sauerbrey abrazó a Lihua Chi y a Xinyang Xu después de escuchar sus desgarradoras historias.

La Sra. Sauerbrey conocía la persecución, pero no sabía que les ocurría, en realidad, a las personas que arrestaban.

Dijo que leer los materiales escritos sobre las violaciones de Derechos Humanos en China es muy diferente de escucharlo directamente de las propias víctimas. Expresó que lo relatado sobrepasaba a la imaginación.

El congresista Chris Smith, un alto cargo del Comité de Asuntos Exteriores, y presidente de la Subcomisión de los Organización de Derechos Humanos Mundial y de Salud Mundial, envió una carta de apoyo al encuentro, en la cual expresaba que la persecución a Falun Gong en China es una de las mayores vergüenzas de la humanidad de los últimos 20 años. También hizo un llamamiento a la nueva administracion americana para que ayude a detener la persecución.

 Scott Flipse, ayudante del congresista Chris Smith dijo: “Las detenciones arbitrarias deben parar. Las difamaciones deben parar. Las torturas deben parar”. 

El congresista Gerald Connolly también envió una carta al foro. El congresista elogiaba la resistencia pacífica que mantienen los practicantes de Falun Gong. Afirmó que da pruebas de una fe verdadera y que han conseguido que se genere conciencia sobre la persecución ampliamente.

El experto en China, Joseph Bosco, del Centro de Estrategias y Estudios Internacionales señaló que la persecución contra Falun Gong muestra la naturaleza malvada del partido comunista.

Dave Wallace, político de Maryland, cree que los asesinatos que se llevan a cabo durante la persecución a Falun Gong deben se llevados ante la justicia y castigados.

Abogado de Derechos Humanos chino: “El libro 'Nueve Comentarios sobre el partido comunista chino' revela la naturaleza del partido”.

El abogado de Derechos Humanos chino, Guangcheng Chen, que fue encarcelado pero logró escapar a los EE.UU. hace algunos años, contó su propia experiencia sobre los abusos de Derechos Humanos en China.

Manifestó: “El partido no tiene la habilidad necesaria para civilizar la nación, pero es creativo cuando inventa formas de torturar”.

El Sr. Chen cree que el partido ha cometido incontables crímenes, y es un peligro para la civilización humana y los valores fundamentales del ser humano.

Recomienda encarecidamente el libro 'Nueve Comentarios sobre el partido comunista chino', el cual cree que revela profundamente la naturaleza perversa del partido.

Antecedentes: la protesta en Beijing del 25 de abril

El 25 de abril de 1999, alrededor de 10.000 practicantes de Falun Gong se reunieron pacíficamente en las calles de Beijing después de los inexplicables arrestos de 50 compañeros practicantes en la cercana ciudad de Tianjin. Se concentraron cerca la Oficina Central de Apelaciones, donde esperaron que su caso fuera atendido. La policía los organizó en filas a lo largo de varias calles de la zona, también alrededor de Zhongnanhai, el recinto de la central gubernativa del partido.

Los 10.000 abandonaron silenciosamente el lugar ese mismo día después de reunirse con el primer ministro Zhu Rongji, el cual les aseguró que liberaría a los arrestados por error en Tianjin.

Pero el líder del partido, Jiang Zemin, divulgó a través de su ministerio de propaganda que la concentración no había sido una protesta pacífica sino un “asedio a Zhongnanhai”, el recinto del gobierno central. Esta propaganda fue usada para poner a la opinión pública en contra de Falun Gong, y sirvió como excusa para lanzar la salvaje persecución que empezaría algunos meses después. Desde entonces, Cerca de 18 años de atrocidades han venido sucediéndose ininterrumpidamente.