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No es extraño que la gente quiera practicar Falun Dafa

Abr. 14, 2017 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Todos los años, para el día de Año Nuevo Chino, los cuatro en nuestra familia nos arrodillamos frente a la imagen de Maestro (el fundador de Falun Dafa) y nos inclinamos nueve veces. Repetimos las palabras "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", para desear al Maestro Feliz Año Nuevo.

Aunque mi hijo y mi nuera no son practicantes de Falun Dafa, el respeto que muestran hacia el Maestro y Dafa les ha traído muchas bendiciones. Su negocio ha ido muy bien en los últimos años, lo que les ha permitido comprar una casa adicional para alquilar. También poseen una bonita casa donde viven en una buena zona de colegios.

Shifu dijo:

Si las manifestaciones de los seres humanos en el mundo humano hacia Dafa pueden reflejar la debida devoción, respeto e importancia, esto traerá a los humanos, a las naciones o a los países, felicidad, buena fortuna o gloria” (Lunyu).

Amargado con la vida antes de practicar Dafa

Antes, tenía un carácter agresivo y ambicioso . Envidiaba a la gente que tenía un estilo de vida opulento, y sólo pensaba en mí. Solía trabajar en las obras de construcción durante el día, alimentando a los cerdosy por la noche meocupaba de atender a mi hijo, su esposa, y mi nieto. Al final de cada día, estaba tan cansada que apenas podía enderezar mi espalda.

En ese entonces sentía mucha amargura en mi corazón, hasta que me presentaron a Falun Dafa el 1 de abril de 1996. Siguiendo el consejo de un amigo, escuché el seminario del Fa del Maestro. A partir de entonces persistí en estudiar el Fa todos los días.

Después de practicar los ejercicios, tenía mucha más energía que antes. Ahora tengo más de setenta años, pero me siento como si tuviera diez años menos. Me asombraron los enormes cambios que experimentó mi cuerpo y mi mente en tan corto período de tiempo.

Estudiando los libros de Falun Dafa, naturalmente me asimilé a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mi vida cotidiana.

Cuando trabajaba en una tienda que vendía accesorios para máquinas agrícolas, tomaba tareas adicionales y era muy fiable. Me sentía muy saludable y era capaz de cargar equipamientos y piezas pesadas junto a los hombres con los que trabajaba. Llegaba a la tienda una hora antes, limpiaba el exterior, luego limpiaba todos los mostradores y barría el suelo de la tienda. El gerente apreciaba mucho el trabajo de más con el que cargaba y me pidió que me encargara de las llaves de la tienda y el depósito.

Mis familiares se reían de mí porque trabajaba más sin que me pagasen por ello. No me importaba lo que opinaran, y les respondía: "Sólo sigo la enseñanza del Maestro y siempre considero primero a los demás".

Practicando Falun Dafa

También estuve trabajando en un restaurante lavando platos. Siempre escuchabalas conferencias del Maestro con mis auriculares durante mi descanso. Una camarera llamada Xiao se interesó por conocerlo que siempre escuchaba en mi tiempo de descanso. Así que un día se sentó conmigo y escuchó las conferencias del Maestro. Cuanto más escuchaba, más quería oír. Después de un tiempo, comenzó a practicar Falun Dafa, e introdujo la práctica a su madre y hermana. Ahora son todos practicantes de Dafa.

Mi vecina Dage estaba muy débil, y sufrió de muchas enfermedades durante casi toda su vida. Se vio obligada a jubilarse y recibir inyecciones y tomar medicamentos todos los días. Se sentía como si estuviera al borde de la muerte. Incluso preparó lo que llevaría cuando fuera enterrada.

Al día siguiente de comenzar a practicar Falun Dafa, le dije a Dage lo maravilloso que era. Ella me preguntó si yo la ayudaría a aprenderlo también.

Juntos estudiamos el Fa y practicamos los ejercicios ese día. Estaba muy determinada para aprender Dafa y prestaba mucha atención en cada movimiento de los ejercicios. Incluso se convirtió en asistente en nuestro sitio de práctica y ayudaba corrigiendo los movimientos de los nuevos practicantes. Desde entonces, ya hace 20 años, ha conservado muy buena salud.

Aunque estaba muy ocupada, siempre tenía mucha energía yuna sonrisa en mi cara. Las enfermedades de Dage también desaparecieron. Al ver las increíbles mejoras que Dage y yo experimentamos, otro vecino, llamado Xiaoliu, vinoa estudiar el Fa y practicar los ejercicios con nosotros.

Una familia en armonía por 15 años

Mi hijo se casó en 2001, y desde entonces he estado viviendo con su familia. Trato a mi nuera como a mi propia hija, y cuido de todas las tareas del hogar.

Mi nuera solía tenermal temperamento, a veces me gritaba porcosas insignificantes.

Ella estaba al teléfono con su hijo en una ocasión, y yo quería hablar con él por un minuto. Traté de quitar el teléfono de su mano, pero ella reaccionó violentamente y apartó mi mano. La mano quedó con un arañazo sangrante.

Fui a mi habitación y lloré. Pensé: "Trabajo muy duro para mantener la casa limpia y ordenada, aun así, ella todavía no me respeta". Después de calmarme, me di cuenta de que no estaba actuando como una practicante y debía mirar hacia adentro. Estaba demasiado ansiosa por hablar con el chico y no fui educada. Sentí que fue mi culpa y dejé ir eldolor.

Cuando regresé a la habitación hablé con mi nuera como si nada hubiera pasado. Ella estaba avergonzada y se disculpó conmigo.

Hemos vivido juntos por 15 años. Mi nuera se conmueve al verme ser tan tolerante, y su temperamento también ha mejorado. Ella sabe que puedo tolerarla tan bien porque practico Falun Dafa. He puesto mucho esfuerzo en su familia, y ella respeta a Dafa y también me apoya en mi cultivación.

Mi hijo sabe que la mayoría de los compañeros que trabajaban conmigo en los sitios de construcción ya han fallecido por vejez. A pesar de mis setenta años, todavía puedo subir cargas pesadas por las escaleras, y sobrellevar todas las tareas del hogar. Él también respeta a Dafa y me apoya en mi cultivación.

En una ocasión, acompañé a mi nieto en un viaje escolar fuera de la ciudad. En nuestra ausencia, mi hijo y mi nuera quemaron incienso al Maestro cada día. Mi hijo se postraba nueve veces ante el cuadro del Maestro en la mañana y mi nuera nueve veces por la noche.