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Mi deseo cumplido

Mar. 31, 2017 |   Por Zhang Hua, un practicante de Falun Gong en la provincia de Liaoning, China

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Gong en 2006. Hago los ejercicios y leo los libros de Dafa todos los días. Al avanzar en la práctica he aprendido a mirar hacia adentro y seguir los principios del Fa.

Antes de comenzar a practicar Dafa, quitaba dinero de la tienda a mi jefe. Me contrataron como dependienta en un establecimiento de venta de ropa, y cuando vi que otros empleados se llevaban dinero de la caja registradora, comencé a tomar un poco también. Cuando me di cuenta de que lo que hice en el pasado estaba tan mal, me sentí tan arrepentida que deseé devolver todo el dinero que había tomado anteriormente.

Mi jefe había ampliado el negocio abriendo más tiendas en varios centros comerciales y se encontraba muy ocupado yendo de un sitio a otro. Fui a un centro comercial en varias ocasiones donde se encontraba una de sus nuevas tiendas, pero no pude encontrarlo.

Pude hablar entonces con la hermana de mi jefe, y me comentó que su hermano no solía frecuentar este centro comercial. Aproveché esta circunstancia para hablarle sobre Falun Gong y por qué el partido comunista chino (PCCh) persigue a los practicantes. Le sugerí renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Sin embargo, paré de hablar momentos después por vergüenza, porque no pude decirle por qué estaba buscando a su hermano.

Pasaron unos años, y volví a encontrarme de nuevo con la hermana de mi jefe en el centro comercial. Esta vez, estaba decidida a hablarle sobre mi deseo de devolver el dinero que había robado años atrás . Le dije que estaba muy arrepentida de haber tomado este dinero de la tienda, era un comportamiento completamente opuesto a lo que nos enseñaba nuestro Maestro. Le expliqué que me había beneficiado mucho de la práctica de Falun Gong y que ponía todo mi empeño para ser una buena persona y requerirme con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. A pesar de que la cantidad de dinero que tomé no era grande, todavía me sentía muy mal por ello. Le pedí disculpas sinceramente y le di el dinero para que se lo entregara a su hermano.

La hermana se conmovió mucho por esto y dijo que no podía aceptar mi dinero. Dije que nunca habría devuelto el dinero si no hubiera practicado Falun Gong.

Llamó a su hermano por teléfono para explicarle la situación. El dueño de la tienda se puso muy feliz de escuchar esto y sugirió donar el dinero a una buena causa. Entonces, doné el dinero a un sitio que produce materiales para crear conciencia sobre la persecución a Falun Gong por parte del PCCh.

Me encontré con el dueño del negocio el año pasado, y pude disculparme con él en persona. Le dije: "Usted confió en mí para atender su tienda. Me equivoqué al tomar su dinero. Yo practico Falun Gong y mi Maestro nos enseña a ser buenas personas y pensar primero en los demás. Lo siento mucho. Le pido disculpas nuevamente".

Él sonrió y dijo: "Está bien. Pasó hace mucho tiempo. Estoy feliz de que ahora seas una buena persona”.