(Minghui.org) El director de una comisaría junto con otros cinco oficiales vinieron a mi casa el 7 de enero. Yo estaba tranquila y receptiva cuando los dejé entrar. Fueron educados y dijeron: “Alguien te denunció y fuimos a tu lugar de trabajo a investigar. Allí tienes una excelente reputación. Tus jefes y compañeros te elogiaron y dijeron que eres una buena persona”.

“Eso es porque practico Falun Dafa”, respondí, “Falun Dafa es una buena práctica de cultivación y me cambió”. Les conté sobre las mejoras que tuve tanto mental como físicamente después de comenzar a practicar; y también que actualmente se practica en más de cien países en el mundo. Que solo está siendo perseguida aquí en China.

Noté que uno de los policías estaba por tomar la fotografía del Maestro (Maestro Li –el Fundador y Maestro de Falun Dafa). Le pedí que por favor no la tocara. Se puso nervioso y afirmó que no lo hizo. El director le dijo que me escuchara. Tomaron una copia de Zhuan Falun, manifestaron que querían darle una mirada y que me lo devolverían.

Era la hora de ir a trabajar. Me siguieron, me empujaron dentro de su auto y me llevaron a la comisaría. El director me trasladó a su oficina y dijo: “Tú sabes, la razón por la que te hemos traído aquí es solo porque queremos conocer qué es verdaderamente Falun Dafa”. Y expresé: “Nos conocimos porque teníamos una relación predestinada”. Él inmediatamente agregó: “Estoy contento de escuchar eso”.

Y continué: “La gente que realmente es perseguida son todos ustedes. No se han dado cuenta qué es lo que verdaderamente está pasando con respecto a la persecución, básicamente están arrestando a personas inocentes. Me preocupa su futuro”. El hombre compró un sándwich y dijo: “Esto es para ti. Eres un ser divino en mi corazón. Por favor, cuéntanos más”.

Recité varias veces las conferencias y poemas de Dafa, y les conté cómo Falun Dafa se difundió en todo el mundo; cómo Jiang Zemin comenzó la persecución y los funcionarios que lo siguieron están recibiendo su retribución siendo encarcelados.

Luego, un empleado de grabación me pidió que firmara un documento. Y dije: “No puedo firmarlo. No soy una criminal, ¿por qué no escribes `Falun Dafa es bueno´, y `Falun Dafa es bueno´? El hombre miró al director y éste le ordenó: “Solo haz lo que te pide”.

Se levantó y se dirigió a los demás: “Necesito salir y ocuparme de algunos asuntos. Sean respetuosos y trátenla bien en mi ausencia”. Luego me comentó que durante el Año Nuevo Chino vendría a visitarme para desearme un Feliz Año.

Les dije que necesitaba ir a casa, que por favor recordaran no perseguir a Falun Gong y que traten a los practicantes con bondad. Que aquellos que los hagan serán bendecidos. Mi esposo y mi hijo vinieron y me llevaron a casa.

En la mañana de la víspera del Año Nuevo Chino, recibí un mensaje de texto que decía: “Te deseo a ti y a tu familia un Feliz Año Nuevo, salud y buena fortuna”. El número era de la oficina del director. Más tarde fui a buscarlo a la comisaría y los oficiales me contaron que había sido promovido a subdirector del departamento de policía y que no trabajaba más allí. Creo que fue recompensado por su apoyo a Falun Dafa.