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“Vamos a unirnos para detener el mal”

Mar. 22, 2017

(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong de Estocolmo han estado ocupados llegando a residentes y turistas para introducir esta antigua disciplina espiritual, y exponer la persecución de casi 18 años a la práctica en China. El 18 de febrero se instaló un estand y pancartas en la Plaza Mynttorget, un lugar popular de encuentro en la zona del casco antiguo de Estocolmo.

Demostrando los ejercicios en la Plaza Mynttorget en Estocolmo. En el cartel amarillo se lee “Falun Dafa es bueno”, y en el azul “Detengan la persecución de Falun Gong”.

Los visitantes aprenden los ejercicios de Falun Gong en Mynttorget.

Un grupo de estudiantes de la escuela de medicina de Londres se detuvo en el estand. Se sorprendieron cuando les contaron acerca de sustracción forzada de órganos legitimada por el estado en China a practicantes de Falun Gong. Para ellos fue difícil imaginar que tal crimen pudiera ocurrir en el mundo de hoy.

Dos estuvieron interesados en aprender los ejercicios de la disciplina. "Estamos buscando un ejercicio de meditación", explicó uno, y los hicieron con los practicantes. Estaban entusiasmados de saber que hay muchos sitios de práctica en Londres. Dijeron que comenzarían la práctica una vez que regresen a sus casas.

Un señor sueco observó a los practicantes durante largo tiempo. Nunca había oído hablar de la persecución en China. Cuando le informaron de los crímenes de sustracción forzada de órganos, dijo con incredulidad: "Esto está más allá de la línea de fondo de la humanidad. Debo firmar la petición”.

Transeúntes leen los carteles sobre Falun Gong y la persecución.

Hablando a los turistas sobre la persecución de Falun Gong en China.

La gente firma la petición condenando la persecución.

Una mujer sueca le dijo a los practicantes después de firmar la petición:"Mi firma puede no ser un gran problema, pero si todos firman, el poder será significativo. Vamos a unirnos para detener el mal”.

Muchos turistas comentaron que les contarían a sus amigos y familiares sobre lo que se enteraron ese día. Un gran número de personas también llevaron materiales informativos para compartir.

Kristina y su esposo Werner, ambos practicantes, estaban conmovidos por la calidez de la gente sueca.

“"Casi todos con los que hablé llevaron volantes. Muchos también me agradecieron por nuestros esfuerzos para detener las violaciones de los derechos humanos en China", dijo Kristina. "Aunque hoy estaba bastante frío, sus palabras me dieron calor. Es mi deseo contarles a más personas sobre la persecución. Definitivamente seguiré haciéndolo”.