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El Sr. Zheng Huiwang es brutalmente torturado en la prisión de Baoding

Mar. 14, 2017 |   Por un corresponsal de Minghui de la provincia de Hebei, China

(Minghui.org) El Sr. Zheng Huiwang está encarcelado en la prisión de Baoding, en la provincia de Hebei, desde marzo de 2008 por practicar Falun Gong. Fue brutalmente torturado y ahora se encuentra haciendo una huelga de hambre para protestar por los terroríficos abusos.

Los guardias de la prisión a menudo lo torturaban porque gritaba “Falun Dafa es bueno”. Fue enviado a una habitación especial donde abusaban físicamente de él. Varios guardias se presentaron en la noche mientras dormía. Lo arrastraron fuera de la cama y abofetearon su rostro. También llenaban su boca con toallas o medias y abusaban verbalmente de él. Lo obligaron a dormir con un grueso diccionario debajo de las caderas causándole serios hematomas en sus nalgas.


Ilustración de tortura: esposas y grilletes.

Los guardias esposaron sus manos y pusieron grilletes en sus tobillos atando ambas partes con sogas, de tal forma que solo podía sentarse con la espalda encorvada; no podía estirar sus piernas en absoluto. A veces le ponían las esposas tan apretadas que se deformaban.

Se le negaba con frecuencia utilizar el baño. Los guardias no le permitieron dormir por cinco días y noches consecutivos, alrededor del 1 de octubre del 2016. También lo alimentaron de forma forzada con excrementos.


Ilustración de tortura: Alimentación forzada con excrementos.

A fin de presionar al Sr. Zheng para que abandone su creencia, la prisión lo obligó a mirar videos que calumniaban a Falun Dafa. El volumen era puesto al máximo. Si el Sr. Zheng cerraba los ojos, los guardias lo abofeteaban. También lo atormentaban escribiendo el nombre del fundador de Falun Gong en pedazos de papel, y luego los colocaban entre sus nalgas.

Ahora el Sr. Zheng está en huelga de hambre para protestar por la brutal tortura. Su esposa trató de visitarlo el 10 de febrero, pero la prisión no le permitió verlo. Actualmente, el Sr. Zheng continúa siendo sujeto de la brutal y punitiva alimentación forzada, lo que intensifica su sufrimiento.