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Despertada por un sueño

Mar. 1, 2017 |   Por una practicante de la provincia de Liaoning, China

(Minghui.org) Una de mis hermanas mayores, la segunda en edad, empezó a practicar budismo durante la etapa más difícil de su vida, hace 20 años. Visitaba diferentes templos para orar, incluyendo todos los templos famosos que se encuentran en el nordeste de China.

Solía pedirnos a sus otras dos hermanas, a la tercera en edad y a mi (la cuarta), que practicáramos budismo con ella. Pero nosotras siempre declinábamos su oferta y en lugar de eso, le hablábamos sobre Falun Gong.

Cuando se marchó a trabajar a otra ciudad en 2016, una de sus mejores amigas, la cual también practicaba budismo, le contó que había tenido un extraño sueño en el que se le aparecía su difunta madre.

Su madre se le apareció luciendo un aspecto deplorable, y le pidió que quemara algún dinero de su patrimonio ancestral (según la tradición, el papel moneda se quema para enviarlo al más allá). Al oír a su madre decir esto, le preguntó: “Fuiste una cultivadora budista. ¿No has sido bendecida por Buda? ¿No subiste al cielo? ¿Para qué quieres dinero en el cielo?”.

“Por mi parte, no me cultivé bien, pero incluso aquellos que fueron capaces de cultivarse bien no pudieron regresar al cielo”, respondió su madre. “No he sido capaz de comprenderlo hasta que no llegué a este sitio. Solo los practicantes de Falun Dafa, que se han cultivado bien, pueden regresar al cielo”.

Este sueño se propagó rápidamente dentro del grupo de amigos de mi hermana y de los practicantes budistas. Muchos llegaron a comprender que Falun Gong es una práctica de cultivación auténtica, y que solo sus practicantes podrán regresar al cielo. También comprendieron que es injusto que el partido comunista chino (PCCh) persiga a Falun Gong.

Desde entonces, mi hermana, que practicaba budismo, ha empezado a repartir materiales de aclaración de la verdad sobre Falun Gong, y a hablar a la gente sobre la práctica y la persecución. Aborrece las atrocidades a las que el régimen comunista somete a los practicantes de Falun Gong, tales como la sustracción forzada de órganos.

Ahora, siempre que llega a la casa de mi tercera hermana, aunque todavía no practica, se postra ante la foto del Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Gong).

Espero sinceramente que más personas conozcan la verdad sobre Falun Gong y elijan un brillante futuro para si.