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Una característica de la cultura del partido: Irse a los extremos

Feb. 6, 2017 |   Por un practicante en Canadá

(Minghui.org) Cuando era pequeño, mi familia no valoraba o seguía los comportamientos corteses y refinados de la cultura tradicional china, de nuestros ancestros. Mis abuelos, padres y familiares eran miembros del partido comunista chino (PCCh), así que fui criado para ser agresivo y competitivo, que son auténticos sellos de la cultura del partido.

Debido a que no tenía conocimientos sobre las políticas y las maneras dignificantes con las que se habían conducido tradicionalmente las personas, a menudo insultaba, maldecía y utilizaba palabras “extremas”. Pensaba que mi manera de hablar y comportarme era relativamente normal.

Después de empezar a practicar Falun Dafa, pude ver que mi forma de ser era bastante diferente a la de otros practicantes.

Estaba muy orgulloso de haberme hecho practicante a una edad temprana, y pensaba que mi conducta no reflejaba la cultura del partido. No fue sino hasta leer los 9 Comentarios sobre el Partido Comunista que descubrí que mis pensamientos, discurso, y la manera en que hacía las cosas, era todo “extremo”. También soy discutidor y competitivo.

Cuando trabajo con otros practicantes en proyectos de Dafa, no soy muy comprensivo o considerado hacia ellos cuando veo sus falencias.

En vez de mirar hacia adentro o de ofrecer un consejo benevolente, desarrollo inmediatamente pensamientos negativos hacia otros, y pienso que son ineficientes y demasiado lentos para resolver problemas. Cuando señalaba algo, me iba a los extremos y daba serias advertencias, o me quedaba callado y los dejaba sufrir las consecuencias de sus “equivocaciones”. Pero más tarde analizaba y señalaba sus defectos.

También me conducía con la forma extremista del PCCh en mi vida cotidiana. Por ejemplo, no me gustaba sufrir pérdidas. Siempre llenaba mi tazón de arroz y mi taza de té hasta el borde. Tenía que ser el mejor en lo que hacía, de otra forma no podía conciliar el sueño.

Siempre que los practicantes me señalaban amablemente mis apegos, les decía que así era mi forma de ser desde que era pequeño, y trataba de ocultar mis fallas. Ahora entiendo un antiguo refrán chino: “Una luna llena se desvanece. Una Taza llena se desborda”.

En la superficie, “irse a los extremos” es no alcanzar el estándar de un ser “puro, amable y compasivo”. Sin embargo, cuando miraba hacia adentro para ver qué apegos motivaban mi comportamiento, veía que era egoísta y trataba de protegerme.

Estoy seguro de que tan pronto como encuentre algún problema en mi cultivación, debo corregirlo inmediatamente. Espero que al escribir este artículo, me vea motivado a hacerlo mejor, y pueda eliminar mis apegos desde sus cimientos.