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Un grupo fuerte y decidido, de practicantes ancianos

Feb. 27, 2017 |   Por una practicante de Dafa en China

(Minghui.org) Existe un grupo de estudio del Fa en cierta aldea, compuesto exclusivamente por mujeres ancianas. Se reúnen en un lugar situado justo delante de la comisaría de policía de la aldea. Se reúnen allí mismo desde hace varios años. Es digno de mención, que no se ha producido ningún arresto desde que empezaron a perseguir salvajemente a los practicantes de Falun Dafa y a detenerlos, a pesar de lo cerca que les queda dicha comisaría.

La más joven del grupo tiene 60 años, mientras que la más mayor casi ha cumplido los 80. Estas señoras son muy diligentes en la práctica de Falun Dafa. Estudian el Fa y aclaran la verdad todos los días.

Cuando se los cruzan, las practicantes explican la verdad sobre Falun Dafa y la persecución a los policías. A veces les entregan folletos informativos. La gente les cuenta, que ven con frecuencia folletos de Falun Dafa en los escritorios de los policías dentro de la comisaría.

Una vez, cuando el familiar de una practicante fue a la comisaría para entregar un recado relacionado con uno de sus negocios, vio algunos materiales de Dafa en la oficina. Señaló los materiales y le preguntó a un policía: “¿De dónde han salido?”.

El policía respondió: “¿De dónde han salido? Los producen las practicantes de Falun Dafa”.

“¿Puedes identificarlas?”, preguntó el compañero.

“Claro. Son aquellas mujeres mayores”, respondió el policía, señalando a las practicantes que estaban reunidas fuera del edificio.

“Pero, ¿por qué no las has arrestado?”.

“No existe ninguna razón por la cual arrestarlas. Déjalas en paz”, el policía sonreía mientras hablaba, dando a entender que aquel asunto no le preocupaba en absoluto.

La diligencia virtuosa derrota a la persecución

En realidad, no es que los policías decidieran de repente mostrar prudencia en su trato con los practicantes, sino que llegaron a comprender la verdad sobre Dafa debido a la diligencia de este grupo de señoras.

Ellas, todos los días, enviaban pensamientos rectos, para limpiar los elementos perversos detrás de los policías. Con tales pensamientos, intentaron parar a los policías para que dejaran de acosar a los practicantes, con la esperanza de impedir que recibieran castigo en el futuro.

Además de estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos durante el día, también salían por la noche para hablar a la gente sobre Falun Dafa y la persecución. A veces, se alejaban mucho y regresaban acasa a medianoche.

Una miembro del grupo, que tiene 74 años, reparte a menudo información de noche. Su hijo y su nuera no encontraron trabajo en la aldea así que se marcharon.

La cerradura de la puerta del patio donde vive hace mucho ruido al abrirse. Su nieto vive en el patio con su esposa, y escuchan el ruido de la puerta cuando ella sale. Como les preocupa su seguridad, intentan convencerla para que se quede en casa por las noches.

En una ocasión le dijeron: “Podrías quedarte en casa por las noches, ya que dedicas todo el resto del día a entregar información sobre Falun Dafa. Si sales a oscuras, puedes caerte y herirte”.

La mujer mayor sonrió y les aseguró: “No se preocupen por la abuela. Tengo al Fundador de Dafa, el Maestro Li que me cuidará”.

Ha continuado saliendo por las noches. Nunca se ha caído ni ha encontrado ningún otro contratiempo.

Una noche, después de que la practicante saliera de su casa, su nieto y su esposa cerraron la puerta con llave. Imaginaban que llamaría a la puerta cuando volviera más tarde, y que entonces irían a abrirle. Creían que dificultando su vuelta a casa acabaría dejando de salir por las noches.

Sin embargo, en cuanto se acostaron, se olvidaron que tenían que estar pendientes de la puerta. Se despertaron a la mañana siguiente, y cuando recordaron que la puerta todavía seguía cerrada, corrieron a abrirla, pero no encontraron a nadie. Entonces, el nieto fue a la habitación de su abuela y se la encontró durmiendo en la cama.

La practicante había regresado y al encontrar la puerta cerrada, comprendió que había sido su nieto en un intento por detenerla. Aún así, no quiso despertarlos, así que le pidió ayuda al Maestro y trepó por encima de la valla para entrar al patio y acceder a su casa.

Su nieto no ha vuelto a intentar impedirle que salga por las noches.