(Minghui.org) Necesitaba contratar a otro empleado para mi restaurante chino. Un hombre joven de unos 20 años que vino de China hace dos años hizo una cita conmigo para una entrevista de trabajo un domingo a la noche, pero nunca apareció.

Otro hombre joven vino y preguntó por un empleo en mi restaurante. Acordé contratarlo y le pedí que empezara al día siguiente.

El primer hombre que había hecho la cita para el domingo me llamó al día siguiente y me dijo que no fue capaz de cumplir con nuestro encuentro porque algo urgente había ocurrido. Dijo que quería comenzar a trabajar inmediatamente.

Cuando le conté que ya había ocupado esa posición, comenzó a enviarme mensajes de texto insultándome.

Miré hacia dentro y me di cuenta que no lo había contactado para decirle que había contratado a alguien más. Le envié un mensaje de texto disculpándome. Me contestó: “DameU$S 50.000 por la disculpa”.

Lo llamé después del trabajo esa mañana y me disculpé nuevamente. Esa vez, aceptó mis disculpas. Le expliqué acerca de Falun Gong y le recomendé renunciar a su membresía en el partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. Estuvo de acuerdo y dijo: “Eres un hombre bueno y amable”. Dijo que quería trabajar en mi restaurante en el futuro si fuera posible.

El hombre joven que había contratado renunció. Dijo que sólo podía trabajar hasta la tarde siguiente. Necesitaba contratar a alguien para tomar su lugar.

Inesperadamente, el primer hombre joven me llamó ese día y preguntó si tenía una vacante aún. Le dije que “sí”, aunque mi esposa me decía que no lo contrate pues no cumplió nuestra cita y luego me insultó.

El día que el nuevo empleado comenzó a trabajar, la esposa de mi empleado con mayor antigüedad de repente se enfermó y él tuvo que llevarla a la emergencia de una clínica. Partieron rápidamente y no cerraron su cuarto.

Cuando volvieron, no podían encontrar su teléfono celular. El empleado veterano me contó de esto al siguiente día y le pregunté al nuevo empleado si había visto su teléfono. Me dijo que no.

Noté que el nuevo empleado parecía distraído en el trabajo. Durante el receso para almorzar, le pedí que escuchara conmigo una parte de un audio de las enseñanzas del Maestro Li Hongzhi en Guangzhou. Escuchamos “Perder y ganar” de la Lección Cuarta. Escuchó cuidadosamente y luego me dijo que haría una buena acción esa tarde. Sonreí y lo dejé ahí.

El empleado de mayor antigüedad y su esposa tuvieron que volver a la emergencia de la clínica esa tarde. El nuevo empleado le devolvió su teléfono poniéndolo bajo la puerta de su cuarto. El empleado veterano y su esposa estuvieron contentos de recuperar su teléfono.

Poco después. el nuevo empleado de mala gana renunció. Le pedí que miráramos el programa en New Tang Dynasty TV esa tarde antes de que se fuera. Miró atentamente y luego me dijo que estaba interesado en cultivarse. Le recomendé que leyera Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong.