(Minghui.org) Hace unos años me visitó una amiga. Quedó asombrada por mi estado de salud. No podía pararme derecha, y mis ojos estaban rojos e hinchados. "¿Qué te sucedió?", me preguntó. 

Vivo en una zona rural y mi trabajo siempre ha sido en la plantación y construcción. El trabajo pesado arruinó mi salud.

Tenía cancer de útero, úrceras gástrica, artritis y hernia de disco. Mi visión era borrosa y me sentía mareada todo el tiempo. Los huesos de mis pies y piernas estaban deformados, así que renqueaba al caminar.

"¿Escuchaste hablar sobre Falun Gong?", preguntó mi amiga. "Debes probarlo. Su poder de sanación es realmente asombroso". 

Antes de irse, me dejó un cuadernillo de introducción a Falun Gong.

Hojeé algunas páginas. Había muchas palabras que no conocía, ya que mi educación era limitada. De repente, sentí un fuerte dolor en mi abdomen. Corrí al sanitario. Durante 20 minutos descargué un fluido negro. Me sentí mucho mejor después, así que salí de casa y descubrí que podía ver los árboles en el monte claramente. ¡Mi visión se había recuperado! Además, al caminar sentía que tenía grilletes en mi pies, y esa sensación se había ido también.

Estaba fascinada. No podía esperar hasta ver nuevamente a mi amiga, así que pedí prestada una copia de Zhuan Falun (el libro principal de Falun Gong) a otro practicante que conocía. 

Esa noche, mientras leía Zhuan Falun, me quedé dormida. En mi sueño, vi a 21 gigantes de cabello azul ondulado alrededor mío. Estaban sentados en posición de doble loto, sosteniendo una mano en frente de su pecho. Al despertar, me sentí completamente renovada. Todos mis síntomas de dolor desaparecieron. 

Estaba asombrada y pregunté a un practicante veterano qué me había sucedido. Me dijo: "Parece que el Maestro Li purificó tu cuerpo en otras dimensiones". Estallé en llanto, no tenía palabras para expresar mi agradecimiento al Maestro Li Hongzhi, el fundador de esta maravillosa práctica. 

Luego, aprendí los ejercicios y gradualmente pude caminar con la espalda recta. Cuando mi hija me visitó un día, exclamó: "¡Mamá! ¡Falun Gong curó tu joroba!".

Un día, estaba hablando con una vecina cuando de repente me sentí mareada. Intenté llegar hasta una silla, pero caí de espaldas. ¡Bang! Mi cabeza golpeó el piso. Mi vecina se asustó. No podía mover ni un músculo ni hablar, estaba inconsciente. Vi en otra dimensión al Maestro Li. Abrió mi cráneo y una sustancia pegagosa salió de mi cabeza. 

Después de que toda esta sustancia desapareció, el Maestro Li purificó nuevamente mi cuerpo con su energía (gong). Sentí una corriente cálida de energía desde la cabeza hasta los pies. Después, pude abrir mis ojos y hablar nuevamente.

Me sucedieron episodios similares unas pocas veces más. Al final, mis mareos desaparecieron por completo. En ese periodo, muchos amigos y familiares no creían cuando les decía lo que veía cuando estaba inconsciente. No creían que el Maestro Li y Falun Gong podían curar mis enfermedades. Pero ahora, cada uno de ellos elogia el asombroso poder de Falun Gong, ya que han sido testigos de mi completa recuperación. 

Falun Gong curó mis enfermedades, pero el régimen chino lo difama. Muchas personas en China han sido engañadas por la propaganda del régimen. Siento la responsabilidad de compartir mi historia y contarle a otros qué es en verdad Falun Gong.