(Minghui.org) Ahora tengo 65 años. Me jubilé temprano para cuidar a mi esposo, que tenía problemas de salud.

Afectada con múltiples cánceres

En 2006, me sentí débil pero no sabía por qué. Fui para una revisión médica a un prestigioso hospital y me diagnosticaron leucemia. No estaba convencida, pero luego de una biopsia de médula ósea, me lo confirmaron; indudablemente, tenía cáncer en la sangre.

Más tarde, ese año, tuve dolor en los huesos y me diagnosticaron cáncer óseo. ¡Estaba acosada por dos tipos de cáncer! Un año después, noté que tenía dificultad cuando iba al baño, y los médicos descubrieron que tenía cáncer rectal. Me pusieron en lista de espera para una cirugía mayor y para terapia para tratar el dolor abdominal causado por la colitis.

Aunque estaba en las últimas con todas esas enfermedades, aún tuve una mirada positiva de la vida, al menos en la superficie. Tenía un esposo enfermo que cuidar y tres hijos que todavía no eran adultos.

Protegiendo a una pareja que practicaba Falun Gong

Nuestros vecinos son una pareja de ancianos que practica Falun Gong. En 2009, un oficial de policía vino a preguntar por ellos. Sabía que quería arrestar a cualquiera que practicara la disciplina. Me preguntó si la pareja organizaba a la gente para practicarla.

Le dije que no creía que lo hicieran. Me pidió que firmara una declaración y accedí. El policía nunca regresó.

Cuando el matrimonio se enteró de lo que había hecho, me dijeron que sería bendecida por proteger a practicantes de Falun Gong.

La maravilla de Falun Gong

Poco después, fui a visitar a mi hija y encontré dos devedés sobre su alféizar. Vi que eran sobre Shen Yun. Me los dio para que los viera en casa. Verdaderamente disfruté del baile y del canto, y las historias que contaban las danzas. Los miré una y otra vez; y me sentí envuelta por una cálida cobija. Me sentí muy a gusto.

Conocí a otro practicante que me contó que Falun Gong era una práctica de cultivación de la escuela Buda, sobre la persecución y la puesta en escena de la autoinmolación en la Plaza Tiananmen. Enfatizó la importancia de renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas. También me enseñó a decir sinceramente dos frases que me harían saludable y fuerte: “Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Hasta me dio una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong.

Yo era analfabeta. ¿Quién me lo leería? Lo abrí y miré los caracteres. ¡Entonces me di cuenta que sabía lo que significaban! ¿Cómo podía ser posible? ¡Estaba deslumbrada! Gradualmente, me sentí mejor de salud y más fuerte, y el malestar que solía tener desapareció.

Fui para un chequeo a un gran hospital, incluyendo análisis de sangre, ultrasonido y rayos x. ¡Los médicos estaban estupefactos: no había evidencia de ninguno de los tres cánceres que me habían diagnosticado! ¡La cirugía fue cancelada y me declararon saludable!

¡Estoy muy agradecida al Maestro Li Hongzhi, el Fundador de Falun Dafa! ¡Fui profundamente bendecida! Quiero que otros sepan, que si protegen a los practicantes de Falun Dafa, serán bendecidos. ¡Soy una prueba de ello!