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Mi marido cambió cuando cambié mis nociones

Feb. 16, 2017 |   Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Hebei, China

(Minghui.org) Desde que comencé a cultivarme, he tropezado con muchas pruebas de xinxing relacionadas con mi marido. Mirando hacia dentro, encontré que lo ponía en una posición inferior, manteniendo quejas contra él y una mentalidad de pelea. Aunque eliminé muchos de estos apegos, siempre sentía que no habían sido removidos completamente de raíz. Cuando enfrentaba estas pruebas, no las pasaba completamente. Me recriminaba por haberme cultivado pobremente en los últimos 20 años.

Un día estaba recitando los siguientes párrafos del Fa cuando me sentí profundamente conmovida: 

"Si tu xinxing se ha elevado con la cultivación, entonces, por ejemplo, entre la gente común no pronuncias ni una palabra cuando alguien te insulta y te sientes completamente apacible, o cuando alguien te da un puñetazo tampoco dices nada y simplemente lo dejas pasar con una sonrisa; en tal caso, el xinxing de esta persona ya está muy alto". (Zhuan Falun)

Leía ese pasaje en el pasado y pensaba: “No diré una palabra y si alguien me insulta o me lanza un puñetazo dejaré pasar con una sonrisa”.

He tropezado con gente que riñe conmigo cuando intento clarificarle los hechos y no me siento perturbada por sus palabras. Cuando me rehusé a ser convertida en un centro de lavado de cerebro, fui maltratada verbalmente todos los días, pero lo ignoré. Cuando enfrentaba conflictos con otros practicantes y mi marido, me di cuenta que había dejado de seguir las palabras del Maestro, especialmente cuando mi marido me gritó e hirió mis sentimientos. ¡Había caído casi todo el tiempo! Siempre discutía. Algunas veces no decía nada, pero aún sentía que estaba siendo tratada injustamente. Me sorprendí al encontrar que no había medido mi comportamiento con el Fa, ¡aunque había estudiado ese párrafo muchas veces!

El Maestro nos ha dicho:

"Recuerden, lo que para los seres humanos es sabiduría convencional está invertido". (Exponiendo el Fa en Canadá, 2006)

He estado juzgando lo bueno y lo malo siguiendo la sabiduría convencional humana. No estaba pensando como una cultivadora. Era esencialmente una persona común. Había fallado en cultivarme, al menos en ese aspecto. Si estaba caminando la vía que lleva a la divinidad, ¿no debería haber hecho a un lado mis nociones humanas comunes? Estando en el camino de la iluminación, ¿Debía estar discutiendo con personas comunes?

Después de ganar un claro entendimiento del Fa, cambié mis nociones humanas y mi actitud hacia los conflictos. Comencé a permanecer en silencio cuando otros me insultaban. Al principio sentía que no era fácil, pero me volví más y más clamada.

Una mañana fui a visitar a un par de practicantes. Una había estado viviendo una prueba de yeli de enfermedad por un largo tiempo. En llanto, ella me describió sus dificultades en superar la prueba. Tuvimos una discución y compartí mi entendimiento. Enviamos pensamientos rectos a las 6:00 P.p. m. antes de partir.

Eran casi las 7 en el momento que llegué a casa. Mi marido me miró fijamente y me regañó por llegar tan tarde. Dijo que estaba ignorando a mi familia y amenazó con el divorcio. Incluso llamó a mi madre y le pidió que me corrija. Mi madre es octogenaria y tiene presión alta. Había estado nerviosa por la persecución de sus hijos. Tan pronto como mi marido colgó, mi madre llamó a mis dos hermanas y les dijo: “¡Su hermana mayor está en un problema grande! ¿Qué haremos?”. Mi familia entera entró en pánico. Me llamaron para averiguar qué había pasado. Estaban aliviados al saber que estaba bien y rápidamente llamaron a mi madre para tranquilizarla.

Después de las llamadas, finalmente me senté y escuché a mi marido llorar. Estaba sorprendentemente calmada enfrentando su rabia. Ni una simple palabra de discusión o justificación escapó de mis labios. Me traté como una verdadera cultivadora y lo escuché silenciosamente. Me miré internamente mientras escuchaba. “Si, es mi falla”, pensé: “Su rabia es porque ha estado muy preocupado por mi. Debería llamarlo. No llevo teléfono pero podría pedir prestado un teéfono a un compañero practicante para llamarlo. ¿Por qué no pensé en esto? El Maestro nos ha dicho que debemos ser considerados hacia los otros, pero raramente pienso en él y siempre pensé que él debería apoyar lo que hacía para validar el Fa. Nunca me pongo en sus zapatos”.

El Maestro nos ha advertido:

"Pero la realidad es que la vida de cada Dafa dizi está fuertemente relacionada a su cultivación, como eslabones de una cadena". (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009)

He sido una persona descuidada en mi vida y nunca pensé en las cosas menores como importantes o consideré estos detalles menores como parte de mi cultivación. Mi marido, sin embargo, a menudo me grita por cosas menores, como por olvidar apagar las luces del baño, derramar agua sobre el piso o dejar arroz en la mesa. Siempre lo había acusado por no comportarse como un hombre e incluso lo miré con superioridad. Ahora me di cuenta que el Maestro me estaba alertando para que me cultivara considerando estas cosas menores en la vida, usando las palabras de mi esposo! ¡Debería agradecerle a mi marido!

Recordando todos mis errores del pasado, le pedí perdón sinceramente a mi esposo. Dije: “Toda la culpa es mía. No consideré tus sentimientos. Te preocupaste por mí. Realmente te llamaré la próxima vez que tenga que venir a casa tarde. ¡No te preocupas más! ¡Lo prometo!”. Mi marido se calmó. Viendo que que no estaba más enojado, le dije: “Fui a ver a la practicante que nos había ayudado antes. Ella ha estado sufriendo yeli de enfermedad, así que pasé un tiempo con ella”. Mi marido no dijo una palabra.

A la mañana siguiente, se disculpó conmigo tan pronto como se levantó. Se sintió triste por vaciar su enojo en mí y por llamar a mi anciana madre y hacerla poner ansiosa. Me pidió que llamara a mi madre inmediatamente y le permita disculparse. Le dije: “Está bien. Fue mi error. He aprendido la lección. Tengo que ser considerada hacia los otros no importa lo que haga y nunca olvidar de cultivarme”. Mi marido sin embargo llamó a mi madre para disculparse.

Mi marido ha cambiado desde entonces. Dejó de quejarse incluso si llego a casa tarde y a menudo toma la iniciativa de hacer las tareas del hogar. También hago mi mejor esfuerzo para estar en casa a la hora de la cena.

Un practicante local fue arrestado una vez por distribuir volantes que exponían la persecución. Planeamos ir a rescatarla. No podría volver a casa para el mediodía. Por primera vez, le pedí a mi marido su opinión, acerca de ir a ayudar a rescatar al practicante. Dije: “Si voy, no podré hacer comida para ti. Si no quieres que vaya, puedo estar en casa y hacer otro proyecto”. Estaba conmovido de ver que lo respetaba y pedía su opinión. Me dijo decisivamente: “Debes ir. Piensa cuán duro han trabajado tu compañeros practicantes para rescatarte cuando fuiste arrestada. ¿Cómo puedes no ir? Me gustaría ir contigo. Conozco el camino. Manejaré para ustedes”. Estaba tan felizmente sorprendida! Su contestación superó mis expectativas. Contesté: “¡Genial! El practicante que estaba planeando manejar es un nuevo conductor. Realmente no sabe cómo llegar allí. Estábamos tan preocupados por eso! ¡Puedes conducir ese auto mañana!". 

Ambos estábamos encantados. Tenía un sentimiento que nunca había experimentado antes. Mi marido solía insistir haciendo las cosas de la manera opuesta en la que le proponía. Ha cambiado tanto después de que el pasaje del Fa cambió mis nociones. El cambio positivo en nuestras relaciones ha testificado el poder de Falun Dafa. ¡Experimenté la alegría y lo maravilloso de la cultivación! Esto me dio una fuerte fe en el Maestro y en el Fa y más confianza para cultivar mi altruismo. Solía pensar que estaba tan lejos de alcanzarlo, pero ahora sé cómo alcanzo tal estado.

El Maestro nos ha dicho:

"Piensen en otros cuando hagan las cosas, y miren hacia adentro cuando tengan conflictos". (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Washington DC 2009)