(Minghui.org) Cuando el Departamento de Ingeniería Medioambiental de la Universidad Nacional Chung Hsing en Taiwán necesitó un nuevo presidente en 2011, el Presidente del colegio pidió a los miembros de la facultad que votaran al mejor candidato.

El resultado fue sorprendente. Los 16 miembros del departamento recomendaron al mismo colega para el puesto, el Sr. Lin Mingde. ”¿Ser recomendado por todos los compañeros para jefe de departamento? Es algo que nunca había visto antes”, dijo el presidente Lin.

Los estudiantes también estaban asombrados. “El profesor Lin siempre cuida bien de sus estudiantes”, dijo uno de ellos, “Muchos de los estudiantes dijeron que era la primera opción a la hora de elegir un tutor”.

Lin dijo que no hizo nada especial. “Soy un practicante normal de Falun Dafa. Como otros. Sigo los principios de  Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, dijo.

             

Lin Mingde, profesor de la Universidad Nacional Chung Hsing, y su esposa Yang Meiying asistiendo a la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Taiwán 2017.

Encontrando el camino

Lin Mingde sentía curiosidad sobre muchos aspectos de la vida cuando era joven: ¿de donde venimos y a donde vamos después de morir? Leyó sobre la reencarnación y otros tópicos relacionados. Cuando se graduó en los Estados Unidos hace muchos años, participaba en el club budista con su esposa Yang Meiying. Considerándose como budista, continuó su búsqueda espiritual.

Cuando finalizó su doctorado en 1995 y estaba planeando volver a Taiwán. “Un día, alguien le dio una copia de Falun Gong y las lecciones en audio del Maestro Li. Era la primera vez que escuchaba sobre la práctica”, dijo.

Varios años después, el presidente del club budista vio a Lin y le dijo: “Falun Dafa es muy bueno. Asegúrate no perderlo”. Lin contactó con el grupo local en el campus y comenzó hacer los ejercicios y a leer todos los libros de Falun Dafa que pudo encontrar.

Convirtiéndose en mejor persona

Los ejercicios y las enseñanzas de Falun Dafa expandieron su entendimiento. “En el pasado, a veces sentía pánico cuando me encontraba ante situaciones nuevas, o me quejaba de cosas que me parecían injustas”, explicó. “Ahora sé cómo tomarlas con compasión y paciencia. Me perturba menos”.

Al aplicar estos principios en su lugar de trabajo, Lin descubrió que había muchas áreas donde podía mejorar para convertirse en una mejor persona. Como resultado, sus colegas nombraron unánimemente a Lin como jefe de departamento.

 Lin dijo que era porque Falun Dafa le hizo más responsable. “En el pasado me esforzaba para hacer las cosas lo suficientemente bien. Ahora he aprendido hacerlo lo mejor que puedo”. Dijo.

Con su dedicación y duro trabajo no solo ganó la confianza de sus colegas, también obtuvo el respeto de los miembros de su comunidad. En los últimos años, la comunidad ha elegido a su representante del municipio. “Cualquier cosa que hagas será buena para nosotros. Confiamos en ti”, dijo una vez un vecino.

Cambio en la familia

Yang Meiying, la esposa de Lin también es practicante de Falun Dafa. Cuando volvió de obtener su título universitario de los Estados Unidos, tuvo una dolencia intestinal y padeció anemia. Después de volver a Taiwán, tuvo que cuidar de sus ancianos padres e hijo de 14 años, lo cual le causó una tremenda fatiga y estrés mental. Debido a su malestar, volvió al budismo. Pero el efecto era mínimo.

Hace cinco años, pensó intentar practicar Falun Dafa. Fue al sitio de practica del campus para aprender los ejercicios y comenzar a leer Zhuan Falun en casa.

Después de leer la frase: “Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego”. inmediatamente supo que este libro era especial y podía guiarla a practicar verdaderamente la cultivación.

“Falun Dafa me ayudó a conseguir armonía en mi mente y cuerpo” dijo Yang. En el pasado a menudo me preocupaba por mis hijos y amigos. La practica de Falun Dafa abrió mi mente y me enseñó a ser compasiva con los demás.

Lin también se dio cuenta de los positivos cambios de su mujer. Una vez, su hijo adolescente dijo a su madre: “¡Vete de aquí! Me avergüenzas”. Al escucharlo, Lin esperaba una intensa pelea entre madre e hijo. Pero su esposa mantuvo la calma y no estalló en ira.

“Somos afortunados que tu madre sea una practicante”, dijo Lin a su hijo. Su hijo asintió: sabia que es realmente afortunado de vivir en una familia tan armoniosa.