(Minghui.org) En julio de 1999 Jiang Zemin lanzó la campaña para incriminar y difamar a Falun Gong. Funcionarios de los comités municipales recibieron órdenes de ir a los hogares de los practicantes locales y ordenarles abandonar la disciplina.

Una de mis amigas era oficial del distrito del Chongwen en Beijing. Fue a la casa de una practicante para indicarle que deje su creencia. Me contó que a esa practicante, una joven mujer llamada Rao, era una persona compasiva y educada;  le pidió que renuncie a Falun Gong. En respuesta, la señora Rao le manifestó que la constitución garantiza la libertad de creencia y que la práctica no era lo que los medios afirmaban.

Luego mi amiga acusó a Falun Gong de estar involucrado en política.

“El partido comunista chino (PCCh) difamó a Falun Gong”, dijo la señora Rao. “Eso fue aun peor que asesinar. Muchas personas se recuperaron de enfermedades incurables y mortales después de tomar la práctica. ¿Cómo podría la gente sobrevivir si no se les permite cultivarse? ¿No cree que [forzar a alguien a abandonar a Falun Gong] es más brutal que asesinar? Falun Gong le enseña a la gente a ser verdadera”.

Mi amiga simplemente no pudo pedirle a la joven que renuncie. Me dijo que los practicantes de Falun Gong eran buenas personas. En 1998 el río Yangtze desbordó. La señora Rao donó la mayor parte de su dinero para ayudar. Como resultado, los policías y funcionarios de su área eligieron no perseguir a los practicantes.

El Maestro Li Hongzhi, Fundador de la disciplina, dijo:

“Pero tú tienes que aplicar los principios sobrenaturales para evaluar; si ves un asesinato o un incendio intencional y no te ocupas, esto es una cuestión de xinxing; de otro modo, ¿cómo reflejas que eres una buena persona? Si ni siquiera te importan un asesinato o un incendio, ¿de qué cosas te ocupas tú?” (Zhuan Falun).

De repente entendí que contarle a la gente la verdad sobre Falun Gong impide que el PCCh las destruya.