(Minghui.org) No recuerdo cuánto tiempo me tomó hasta que pude recitar de memoria todo el libro Zhuan Falun, pero recuerdo a menudo que repetía la misma frase muchas veces. Me di cuenta que, si no me concentraba en las palabras, no podía memorizar ni siquiera los párrafos cortos.

No mucho después de que comencé a memorizar el Fa, el jefe de equipo en mi lugar de trabajo me cambió de puesto, lo que me permitió tener una pequeña oficina privada. Shifu abrió mi sabiduría y, después de familiarizarme con el trabajo, fui capaz de completar mi trabajo de un mes en un par de días. Esto me permitió tener mucho tiempo libre para memorizar el Fa.

Ser reconocido me ayuda a hablar con la gente sobre Dafa

A mis colegas y a mí se nos sometió a un examen. Fue extremadamente difícil, y en un momento realmente pensé que no lo iba a pasar. La última pregunta valía diez por ciento de la puntuación total y parecía muy difícil, pero mi sabiduría se abrió y contesté con éxito a esta pregunta crucial.

Mi puntaje final fue de 60.5 y fui la única persona que pasó el examen. Debido a esto, llegué a ser bien conocido, y mis colegas así como el personal de otras ramas, me admiraban, a mí, un practicante de Falun Dafa.

Antes de practicar Falun Dafa, solía hacer un trabajo mediocre, y todo el mundo sabía que me habían ascendido al nuevo puesto debido a una relación personal. Cuando la persona que me había recomendado para el trabajo se jubiló, algunos trataron de deshacerse de mí. Sin embargo, después de que pasé el examen, nadie más se atrevió a intentarlo.

Me volví cada vez más competente en el negocio y finalmente me convertí en el empleado más joven de la élite de la empresa. De vez en cuando di conferencias sobre las metodologías que utilizamos.

Esta fue una excelente oportunidad para aclarar los hechos acerca de Dafa. Las personas que asistieron a mis conferencias me escucharon hablar de Dafa, y muchos renunciaron al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

En una ocasión, un profesor de universidad asistió a una de mis conferencias y, durante el receso se difundían canciones de propaganda del PCCh por el sistema de sonido de la universidad. Hablé con la persona encargada acerca de Dafa y le ofrecí un CD con música de Falun Dafa. Me dijo que admiraba mi talento y, después de escucharme, renunció al partido y transmitió por el sistema de sonido la música de Dafa.

Le pedí al profesor universitario que escuchara la música atentamente, porque las canciones eran compuestas por practicantes de Falun Dafa. Él se sorprendió mucho que me atreví a transmitirlas. Le hablé sobre Dafa y le di los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

Cuando empezó a sonar la canción "Ser salvado", un colega que ya había renunciado al PCCh se me acercó y me dijo que estaba conmovido por la canción.

En otra ocasión, estaba tarareando la canción "Flores de Udumbara" en la oficina, y me escuchó un gestor. Se sorprendió de que anteriormente no había oído esa canción tan hermosa. Dije: "¿No es linda? Fue escrita por un practicante de Dafa".

Posteriormente, esta persona leyó los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y renunció al partido. Él había sido seleccionado como un “miembro destacado del PCCh” y me dijo que había rechazado el premio esta vez.

Recitando el Fa en un campo de trabajo forzado

Mientras estuve encerrado en un campo de trabajo forzado, tuve la suerte de que pude recitar Zhuan Falun. De lo contrario, no sé cómo habría aguntado allí.

En el campo se transmitían constantemente videos de difamación de Falun Dafa, y un par de internos fueron asignados a vigilarme día y noche. Eran muy despiadados. Hubo momentos cuando sentía que me iba a morir, pero recitar el Fa me salvó la vida.

Más tarde, fui asignado a hacer trabajos forzados en el taller, pero no quería a hacerlo, porque iba a acortar el tiempo que tenía disponible para recitar el Fa. Le pedí a Shifu en mi corazón: "¡Shifu, por favor, ayúdeme! Solo quiero recitar el Fa en vez de hacer productos cada día".

Pronto, llegó un guardia y me dijo que fuera a la oficina. Cuando entré, todos los guardias se pusieron de pie. También estaban presentes varios líderes del campo de trabajo. Un hombre gritó mi nombre, corrió hacia mí y me abrazó. Miré de cerca y me di cuenta que uno de los guardias era un amigo mío de hace mucho tiempo. Mi amigo Liu (seudónimo) me presentó a los líderes del campo de trabajo: "Este es el amigo que mencioné". Los líderes hicieron fila para estrecharme la mano.

Cuando Liu llegó al campo de trabajo, le dijeron que me habían detenido allí la noche anterior a su llegada. Lo primero que le dijo al director del campo fue que tenía un buen amigo que había sido detenido allí, y que invitaría a su amigo a cenar. También me relevó de hacer el trabajo duro, así que tuve tiempo para recitar el Fa.

En el campo de trabajo forzado, sentía un dolor agudo de corazón, a diferencia de muchos practicantes que pudieron tolerar las dificultades. Mi capacidad para recitar el Fa me ayudó a atravesar las tribulaciones.

Shifu sostuvo mi mano para que subiera

Un practicante avisó que cierto proyecto ya no iba a seguir. Pero Shifu me recordó varias veces en mis sueños que nosotros podríamos hacerlo y que yo debía ser el responsable.

En un sueño, vi que Shifu abrió un canal especial para salvar a la gente a través de ese proyecto, y me di cuenta de que el proyecto debía ser reactivado.

Me preguntaba por qué Shifu me eligió a mí para ser responsable del proyecto. En mi sueño, Shifu me dijo que había estudiado bien el Fa, pero me advirtió repetidamente que tenía que dejar ir mi humanidad, de lo contrario el proyecto no podía continuar. Comprendí que aflojar en la cultivación, aunque fuera un poco, traería pérdidas.

En otro sueño, Shifu sostenía mi mano para ayudarme a subir una cuesta empinada. Seguí los pasos de Shifu constantemente y muy de cerca. Durante una tormenta, Shifu me cargó en su espalda. La lluvia cayó sobre Shifu e intenté bajar para aliviar Su carga, pero no me dejó.

Shifu me animó casi todos los días a cultivarme diligentemente. Si no estudiaba bien el Fa, Shifu apuntaba a mi corazón humano. Me mostró el peligro de no cultivarme, así que no me atreví a comportarme de una manera que haría la vida conveniente solo para mí.

Sigo recitando el Fa varias horas cada día. Cuando me siento y recito Zhuan Falun con calma, puedo sentir cada célula en mi cuerpo recitando, fundiéndose en el Fa, y cada nivel de mi cuerpo asimilándose al Fa.

Shifu dijo:

“El memorizar «Zhuan Falun» es beneficioso para tu mejoramiento, porque tanto la parte microscópica de tu cuerpo como la parte humana en la superficie más externa, lo están memorizando juntos” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Suiza).

A veces, cuando recito el Fa, mi entorno desaparece, y en mi mente solo está fluyendo el Fa, limpiando mi cuerpo y mi corazón. En aquel momento, sé profundamente que recitar el Fa es un eterno camino brillante en mi sendero de cultivación.