(Minghui.org) La mayoría de mis familiares en Irlanda son católicos devotos. Todos saben que soy practicante de Falun Gong. Nunca he tenido ningún tipo de problema con que aceptaran mi práctica, ya que siempre nos hemos respetado mutuamente.

Cada vez que me implico en algún proyecto de Dafa o en algún evento, si al mismo tiempo se va a celebrar una primera comunión, confirmación, boda, funeral, aniversario, bautismo o reunión familiar, me tomo el tiempo para explicarles la importancia de la actividad de Dafa y de que no puedo perdérmela. Comprenden mi preocupación, reconocen la importancia de lo que estoy haciendo y apoyan mi decisión. Saben que Falun Dafa es un Fa recto.

En nuestro estudio grupal del Fa, surge ocasionalmente el tema de si los practicantes deberían regresar a China para hacerse cargo de sus familiares o atender sus negocios de familia. La esperanza que mantienen los practicantes de volver a China siempre me ha preocupado. Siento gran compasión por los practicantes chinos que han escapado del continente y que, en muchas ocasiones, no podrán volver a ver a sus padres, abuelos, hermanos, hermanas, tías, tíos o amigos hasta pasados muchos años. Sus hijos nunca conocieron a sus abuelos. Pero regresar a China, puede ocasionar grandes problemas, tanto para los practicantes como para sus familiares.

Entiendo que el Maestro ha enseñado que tanto por la seguridad de uno mismo como por la de su familia, e incluso por el bien de Dafa y de mantener un cuerpo unido, los practicantes no deberían volver a China durante este tiempo, porque correrían un gran riesgo. La tribulación aún no ha terminado.

Soy un practicante occidental, así que perdónenme si hablo desde la ignorancia sobre este asunto. Quisiera sugerir que los practicantes, no solo los chinos, se mantengan en contacto regularmente con sus familiares siempre que les sea posible, que se esfuercen en aclarar la verdad a los familiares que no practican, que les hagan saber por qué motivo practicamos Dafa y seguimos Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y les informen de la gravedad de la persecución.

Si nuestra familia en China alcanza una mejor comprensión de la situación en su conjunto, cuando se encuentren en una situación desagradable, podrán sentir que nunca los hemos abandonado y que realmente haremos lo posible por ayudarlos y cuidarlos. Tampoco querrán que nos arriesguemos a regresar y a exponernos al peligro, bajo ninguna circunstancia.

Este es mi humilde entendimiento. Por favor, aclaren cualquier error que haya cometido.