(Minghui.org) Solía tener muchas enfermedades. Estaba muy enferma y dependía de la medicina para seguir adelante. Cuando empecé a practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) en 1997, mi salud mejoró gradualmente. Ahora estoy completamente libre de enfermedades.

Practicar Falun Gong no solo mejoró mi cuerpo y mente, sino que mi familia también se ha beneficiado. Siempre siento que Shifu Li, el fundador de Falun Dafa, me está cuidando a mí y a mi familia.

Nieta salvada de una lesión

En 2004, mi hijo menor había excavado una fosa séptica de dos metros de profundidad para retener estiércol. Un día, mi nieta de cuatro años de edad cayó accidentalmente en la fosa. Estaba sumergida hasta el cuello, pero fue rescatada y no sufrió ninguna lesión.

En otra ocasión, mi vecino había apoyado una gran puerta de metal pesado contra una pared. Mi nieta estaba jugando debajo, pero la puerta cayó atrapándola. Se las arregló para salir por debajo de la puerta, y no se lastimó en absoluto.

La salud de mi esposo mejoró

Una vez, mi esposo notó sangre en su orina y fue al hospital. El médico le sugirió que fuera a un hospital más grande para un chequeo. Entonces le pedí a Shifu que lo ayudara y le puse un amuleto de Dafa alrededor del cuello.

Después del chequeo, la ecografía mostró que todo estaba normal. Le dije a mi esposo que mi Shifu lo había cuidado. Unos días después, mi marido se recuperó completamente.

Un parto natural

Cuando una de mis nueras estaba a punto de dar a luz, su médico le aconsejó que tuviera una cesárea. Le dije que creyera y recitara: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", me creyó y constantemente recitó estas palabras. El bebé nació naturalmente, con mi nuera en trabajo de parto por menos de dos horas.

Dafa vuelve a unir la familia

Cuando mi nieto tenía solo seis años, la familia se separó, ya que mi nuera había empezado a tomar drogas. Mi nieto extrañaba mucho a su madre. Le dije que recitara sinceramente: "Falun Dafa es bueno" y también que pidiera la ayuda a Shifu.

Siguió mi sugerencia, y dos días después mi nuera llamó a mi hijo y le dijo que echaba de menos a su hijo y quería volver a casa.

Cuando mi nuera volvió, dejó de tomar drogas por un tiempo. Pero su adicción pronto se apoderó de ella otra vez. Le pedí que escuchara las conferencias de Shifu. Lo hizo, y finalmente abandonó la adicción en siete días. La familia volvió a ser feliz.