(Minghui.org) Cinco practicantes, de edad avanzada, recientemente cayeron víctimas del yeli de enfermedad. Solo uno de ellos consiguió superar la tribulación. Los otros cuatro fallecieron. Aprendimos algunas lecciones a raíz de estos incidentes.

Eliminando las nociones humanas

Empece a practicar Falun Dafa en 1997. En la actualidad tengo 70 años.

Los practicantes de Falun Dafa deben abandonar todo tipo de nociones humanas, pero los practicantes mayores han vivido en este mundo humano mas años que la mayoría, así que dichas nociones les resultan aun mas difíciles de abandonar.

Una de los practicantes que falleció tenía 88 años. Hacía las tres cosas que una practicante debe hacer. Todos pensábamos que era una practicante diligente.

Su piel era suave y saludable, pero tenía cierta tendencia a pensar que ya era mayor y que no iba a poder caminar y desenvolverse bien, lo cual le obstaculizaba un poco cuando salía a aclarar la verdad.

Sus hijos le habían comprado una fosa en el cementerio hacía un par de años. No se opuso a que se la compraran, sino que pensó que sus hijos estaban cuidándola. Pero esto fue una brecha que aprovecharon las viejas fuerzas. No se había cumplido ni siquiera un mes desde que apareciera por primera vez su yeli de enfermedad, cuando falleció.

El Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, dijo:

“La gente común, desde la superficie, no puede detectar los cambios en ti porque las moléculas de las células aún mantienen ese tipo de estructura y el orden secuencial original; su estructura no ha cambiado, pero la energía que está dentro ha tenido cambios, por eso, de ahora en adelante, esta persona no envejece naturalmente; como sus células no mueren, él se mantiene siempre joven. Durante el proceso del xiulian, la persona luce joven y al final queda fijada ahí” (Zhuan Falun).

El Maestro nos ha explicado con claridad que a los practicantes no les afecta la cuestión de hacerse mayores. Si seguimos estrictamente el Fa al cultivarnos, nuestros cuerpos permanecerán jóvenes.

Hace un par de años, uno de los practicantes mostró su preocupación por mi edad y sugirió que sería mejor si dejara de ser yo el que condujera su bicicleta para ir a comprar las cosas que necesitábamos para los proyectos de Dafa. Desde mi entendimiento, sin embargo, los practicantes no necesitan preocuparse por estas cosas como la edad, porque el Maestro transforma nuestros cuerpos para que, gradualmente, vayan rejuveneciéndose.

Algunos me sugirieron que vigilara mi dieta para evitar que los niveles de glucosa en sangre, la presión sanguínea o el índice de colesterol se dispararan. Pero tanto mi esposa, que también es practicante, como yo nunca nos hemos preocupado de tales cosas, porque son solo nociones humanas que pueden convertirse en brechas y ser aprovechadas por las viejas fuerzas.

Viviendo por y para el Fa

Estudiar mucho y bien el Fa es algo fundamental durante la cultivación.

La mayoría de los practicantes mayores estamos jubilados. Ya que tenemos mucho tiempo para estudiar el Fa, necesitamos llenar nuestras cabezas con el Fa y con información recta, y no permitir que entren cosas malas en nuestras mentes.

Mi esposa y yo estudiamos dos lecciones de las enseñanzas del Maestro todos los días. Hemos establecido un sitio de producción de materiales de Dafa, en el que imprimimos los materiales que, diariamente, repartimos cuando salimos a aclarar la verdad.

Mientras cocinamos o comemos, escuchamos Radio Minghui. Nunca leemos periódicos ni vemos la television. Esto contribuye a reducir los efectos que produce la exposición a las mentiras y a la propaganda del partido comunista chino. A través de Radio Minghui nos mantenemos al día sobre la situación actual de la rectificación del Fa y escuchamos las experiencias que comparten algunos practicantes.

Debemos seguir los arreglos del Maestro

Con respecto a temas como la salud, la vida y cualquiera de las otras cuestiones que se plantean en la sociedad de la gente común, los practicantes ni siquiera deberían escuchar tales cosas porque podrían llegar a producir apegos. En 2011, cuando visitaba mi ciudad natal, un amigo de la infancia hizo una predicción. Me dijo que yo solo viviría dos o tres años más. Sencillamente, le sonreí y pensé: “No puedes predecir el futuro de un practicante”.

El Maestro enseñó:

“La vida entera de una persona que refina gong ha atravesado cambios; la apariencia de sus palmas, la de su faz, los ocho caracteres cíclicos de su nacimiento, los mensajes que acarrea su cuerpo ya no son iguales que antes, han atravesado cambios” (Zhuan Falun).

Creo firmemente que mi vida ha sido completamente cambiada por el Maestro y que ha pasado a ser una vida de cultivación. Solo creo en mi Maestro y me cultivaré diligentemente.

A otra practicante, su cuñada le predijo que solo viviría hasta los 60. En lugar de negarlo, dijo felizmente: “Ojalá pudiera vivir hasta los 60 y conocer a mi nieto”. Murió poco después de cumplir los 60.

Debemos invertir todo nuestro tiempo y nuestra energía en la cultivación

Los practicantes de edad avanzada deben comprender con claridad que no sabemos cuánto tiempo resta de nuestras vidas, así que debemos invertir todo nuestro tiempo y energías en la cultivación. Solo así no tendremos pensamientos desviados ni cometeremos acciones desviadas.

No podemos albergar el deseo de disfrutar de una vida confortable, invirtiendo nuestro tiempo en socializar y en participar en actividades de ocio, como hace la gente común.

Una practicante, cumplidos los 80, se volvió adicta a cierta serie de televisión. desperdiciaba mucho tiempo viéndola. Las viejas fuerzas aprovecharon su adicción. Después de pasar varios meses luchando con el yeli de enfermedad, no pudo sobreponerse y falleció.

También debemos abandonar el sentimentalismo. Hay bastantes practicantes ancianos que han trabajado duro la mitad de su vida para criar a sus hijos. Ahora cuidan de sus nietos y algunos han dejado que esto interfiera en su cultivación. Esto es una situación muy peligrosa.

Abandonar el sentimentalismo no es difícil siempre y cuando recordemos que la cultivación es lo primero. Mi esposa y yo adoptamos un único criterio: “Lo haremos siempre que resulte beneficioso para nuestra cultivación”.

El tiempo que resta de la rectificación del Fa es lo que ha prolongado el Maestro. Si no lo aprovechamos para cultivarnos, habremos desperdiciado este tiempo extra. ¿Como podríamos malgastar un tiempo tan valioso en divertirnos? Las viejas fuerzas están siempre al acecho, buscando cualquier brecha para aprovecharla. Si no transitamos nuestros caminos con rectitud, nos perseguirán.