(Minghui.org) Los centros de detención son lugares poco familiares para los chinos promedio. Los extranjeros saben muy poco sobre las instalaciones utilizadas para detener a los sospechosos antes de ser condenados o absueltos en el juicio debido a la estricta censura del gobierno. Muchos detenidos están muy poco dispuestos a recordar o incluso mencionar lo que han experimentado haciendo incluso más difícil para el público saber qué sucede en los centros de detención alrededor del país.

El régimen comunista chino ha estado utilizando los centros de detención arduamente desde el 1999, año en el que inició su campaña nacional contra Falun Gong. Muchos practicantes han estado temporalmente confinados en los centros de detención antes de ser condenados y enviados a campos de trabajo forzado o a la cárcel. Muchos han sido mutilados o incluso torturados hasta la muerte por resistirse a renunciar de su Fe.

He detallado a continuación cómo los centros de detención abusan de los detenidos, incluyendo a los practicantes.

Torturas y palizas

Estos métodos son comúnmente usados por la policía cuando alguien es acusado de un crimen y se resiste a hacer una confesión. Se han convertido en la norma al tratar con practicantes. Los oficiales de policía también reciben premios económicos por forzarlos a renunciar a su fe.

La policía colgaba a las practicantes de las esposas y las golpeaba con picanas eléctricas. Solo quienes han experimentado aquello entienden por qué es el infierno en la tierra.

A medida que pasa el tiempo y los practicantes continúan exponiéndose a la persecución, tales palizas y descargas eléctricas ya no se ven abiertamente en la mayoría de los casos. Sin embargo, las autoridades continúan utilizando a otros detenidos para abusar de los practicantes.

Controlados por una estricta jerarquía.

Los policías están encargados de varias celdas pero normalmente no entran en ellas. En lugar de ello, eligen un detenido en cada celda para ser la persona encargada. Estos detenidos son normalmente ricos y capaces de enviar regalos a los oficiales, o sus familias tienen conexiones con la policía. Muchos están implicados en tráfico de drogas o en robos. Ellos a menudo entran y salen de los centros de detención y están muy acostumbrados al sistema.

Las autoridades ganan control total de estos detenidos a cambio de darles privilegios y poder sobre otros. Ellos organizan el trabajo para aquellos que están forzados a hacer trabajo esclavo pero sin trabajar ellos mismos. También organizan la vida diaria de los que están en las celdas, incluyendo la higiene personal, los gastos o las finanzas.

La estricta jerarquía es evidente durante las comidas, que tienen lugar en tres "pesebres" -un término utilizado para posicionar a los detenidos como animales.

El primer pesebre tiene de tres a cuatro personas incluyendo a la persona encargada y a aquellos que tienen dinero o conexiones con la policía. Una o dos personas serán asignadas para servir en ellos. Aquellos en el primer pesebre pueden gastar el dinero de los demás para su propio regocijo, en lugar de usar su propio dinero para comprar aceite y otros productos alimenticios. La persona encargada hará más difícil la vida en el trabajo y los arreglos de la vivienda a aquellos que se quejen.

El segundo pesebre tiene de cuatro a cinco personas. Está normalmente asignado para las personas que sirven a la persona encargada y aquellos en el primer pesebre. Ellos también pueden tener conexiones con la policía o servir como matones a la persona encargada. Estos detenidos estarán ligeramente peor en cuanto a la distribución de alimentos y no se les puede dar suficiente a todos. Algunos que han estado largo tiempo en el centro de detención se han familiarizado con otros y pueden comer solos o con un compañero o dos más.

El tercer y más bajo pesebre está compuesto por los recién llegados y aquellos sin dinero o familia, así como practicantes de Falun Gong. Ellos reciben muy poca comida- un pedazo de pan de maíz y sopa de repollo fino y para el desayuno solo hojas de mostaza durante todo el año. Aquellos que pueden permitírselo tienen prohibido comprar comida para ellos mismos; en lugar de eso, la persona encargada hace el pedido por todo el mundo. Otros toman su comida como resultado.

También hay una norma que prohíbe a los detenidos darse comida entre ellos; solo la persona encargada tiene permitido comprar y distribuir la comida. Su explicación es que el centro de detención asigna un único pedazo de pan de maíz por persona, esto está lejos de ser suficiente. De esta forma todo el mundo podría tener hambre mientras que el resto del pan de maíz tendría que ser tirado.

La persona encargada usa el pan de maíz o los restos de comida del primer pesebre para asegurarse la lealtad de aquellos en el segundo y para compensarles las labores extra o por cuidar a aquellos en el primer pesebre.

El trabajo en el centro de detención también es organizado en base a los pesebres. El primer pesebre tiene a los otros para servirlo y no tiene que limpiar o hacer turnos rotativos. También pueden tomar ropa de cama de los recién llegados. Aquellos en el segundo pesebre tienen que trabajar en turnos pero no necesitan hacer la limpieza.

También hay una clasificación para dormir. La persona encargada recibe un colchón grueso y el espacio de dos personas para dormir. Otros en los primeros dos pesebres también tienen un colchón grueso pero tienen el espacio de una persona para dormir. En el tercer pesebre dos personas tienen que apretarse en el espacio de una persona y compartir una delgada manta.

Habiendo perdido su libertad en la sociedad, las personas encargadas reciben muchos privilegios lo cual las anima a trabajar para las autoridades. Ellos son premiados con condiciones de vida más cómodas por golpear e insultar a otros detenidos y abusar de los practicantes de Falun Gong.

Trabajo forzado

Desde mi entendimiento, el uso del trabajo forzado en los centros de detención comenzó junto con la persecución a Falun Gong en 1999 y ha continuado hasta el presente. Todos los detenidos sin consideraciones de salud o de edad, exceptuando a las personas encargadas, tienen que hacer trabajo esclavo cada día y cumplir el objetivo de producción.

Si ellos no alcanzan el objetivo serán golpeados o injuriados. Cada día es una carrera contra el tiempo para terminar su trabajo después de levantarse a las seis de la mañana.

Los detenidos no reciben ni un centavo por su trabajo. Aprendí que algunos hombres de negocios pagan el precio más bajo y reciben las mayores ganancias por el trabajo realizado en los centros de detención. Como los detenidos ganan dinero para la policía, los policías están muy preocupados por la cantidad de producción.

Tal sistema lleva a pensar a algunos detenidos cómo esclavizar a otros después de ser liberados en compensación por el trato que recibieron estando detenidos. Estos detenidos cometerían un crimen al hacerlo.

Comida espantosa y malnutrición

La comida en los centros de detención es incomible. Las raciones diarias incluyen vegetales salados para el desayuno, hojas de mostaza, una gran taza de gachas de avena y un pedazo de pan de maíz para que los detenidos no mueran de hambre. La comida y la cena consisten en un pedazo de pan de maíz y una taza pequeña de sopa de repollo.

Hay cambios ocasionales en el menú. Una o dos veces a la semana les dan un bollo y cada uno recibe un huevo y algo de carne grasienta en la sopa de vegetales una vez a la semana. Sin embargo nadie se atreve a comerse la grasa porque causa diarrea después de no comer aceite por mucho tiempo.

Tener diarrea es dificultoso: los detenidos solo tienen permitido defecar una vez al día, cualquier otra vez requiere permiso. Incluso si el permiso es concedido el detenido es todavía injuriado por la persona encargada.

Con este tipo de dieta y el trabajo continuo en horas extras, los detenidos sufren desnutrición severa.

Objetos altamente preciados

Los detenidos no tienen otra opción que comprar la carísima comida que ofrece el centro de detención para complementar una dieta tan pobre.

Un paquete de tallarines instantáneos se vende a 1 yuan en una tienda de comestibles local, y 1,6 yuanes en el centro de detención. Mientras esto pueda parecer razonable cada celda tiene permitido comprar solo dos cajas de tallarines instantáneos sin importar cuanta gente pueda haber en la celda. Si una celda tiene más de quince personas no hay suficiente para todos y tienen que comprar otra comida a precios inflados.

En comparación, un bollo cuesta un yuan fuera y tres yuanes en el centro de detención. Con un yuan también se puede comprar tres vegetales salados en la tienda de comestibles pero solo uno en el centro de detención.

Pensamientos finales

Como practicante de Falun Gong no se está más de algunos meses en el centro de detención antes de ser enviado a un campo de trabajo o a la cárcel, ellos olvidan gradualmente el abuso en los centros de detención. Sin embargo, el sistema de los centros de detención sigue causando un gran daño en la salud y bienestar de los practicantes

Espero que otros practicantes continúen exponiendo el abuso sistemático en los centros de detención para prevenir y evitar que los policías guardias y detenidos allí cometan más crímenes.