(Minghui.org) Durante la persecución a Falun Gong en China  muchos oficiales de policía han participado en la persecución de practicantes, siendo engañados por la propaganda del partido comunista. Cuando estas personas comenzaron a saber la verdad de los hechos contra Falun Gong a través de los practicantes, sus actitudes cambiaron. Comparto con dos ejemplos.

Dos oficiales de policía

Una practicante en mi ciudad recibió una llamada telefónica de un oficial pidiéndole que vaya a la estación de policía. Se negó a ir diciéndole que no había hecho nada malo. Luego el oficial le sugirió encontrarse en la entrada del complejo de apartamentos de ella, a lo que accedió.

Fue a la entrada y vio a dos oficiales llegando en un auto de la policía. Uno de ellos dijo que necesitaba tomar unas fotografías de ella y empezó a hacerlo con su teléfono móvil. El otro oficial le preguntó si se sentía nerviosa por eso. Ella dijo: “soy una practicante de Falun Gong que quiere volverse una mejor persona. No hay nada por lo que deba preocuparme”.

Luego de que el primer oficial terminara de tomar fotos, la practicante dijo que tomaría fotos de ellos también. Ninguno dijo que no, entonces comenzó a tomarlas. Empezaron a conversar, y ella preguntó cuánto sabían sobre Falun Gong. Los oficiales dijeron que muy poco. La practicante explicó  sus experiencias y cómo Falun Gong ayuda a elevar los valores morales en los practicantes con base en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

“Solo imagine si hubiese más practicantes quienes siguieran estos principios y se volviesen buenos ciudadanos. ¿No sería más fácil para la policía?”.

“Lo que dijiste tiene sentido”, dijo el primer oficial. ¿Quieres que yo también practique Falun Gong?”.

“Tú decides”, dijo ella. “Al menos, espero que no sigas ciegamente al partido para perseguir practicantes inocentes. De hecho, muchas personas han renunciado a la membresía del partido en estos días”.

“Pero tengo que trabajar para poder vivir. Sin dinero ¿Cómo podré sostener a mí familia?” los oficiales se vieron confundidos.

“Puedes renunciar a las organizaciones usando un seudónimo y continuar trabajando”, la practicante continuó. “Como prometimos dedicar nuestras vidas al partido cuando nos unimos a sus organizaciones, tenemos que declarar que renunciamos a nuestra membresía para evitar hundirnos con él”.

“Lo admito, tienes razón. Quiero mantenerme lejos del partido comunista”, dijo uno. Y el otro oficial dijo que iba a considerar renunciar a su membresía del partido. Además, al tener el teléfono celular de la practicante, le dijo: “Eres una buena persona. Puedes contactarme siempre que necesites ayuda”.

La visita de un oficial de policía

Un oficial visitó a otro practicante la semana pasada. Pensando que el hombre había ido para saber los hechos sobre Falun Gong, el practicante los invitó a pasar para hablar con él.

Le dijo al oficial que la constitución de China permite la libertad de creencia. El oficial le dijo que lo sabía. El practicante le explicó cómo la práctica mejoró su salud y valores morales. Dio un ejemplo de cómo usó su propio tiempo y dinero para pavimentar el camino de los residentes locales; y cuando el pueblo le ofrece dinero para agradecerle, lo rechaza porque solo quería ayudar a la gente.

“Si miras atrás en las últimas décadas, verás que el partido comunista chino (PCCh) ha asesinado a decenas de millones de personas en numerosas campañas políticas. El cielo no quiere que esto continúe, y toda la gente asociada con el partido podría recibir una retribución kármica”, dijo el practicante. Y agregó: “muchos oficiales de alto rango involucrados en la persecución han caído en los últimos años por sus incontables crímenes”.

El oficial le agradeció y dijo que iba a considerar renunciar al partido comunista.