(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Rui'an fue sentenciada a prisión con aplazamiento aunque no violó ninguna ley al ejercer su derecho constitucional a la libertad de creencia.

El 18 de mayo de 2017, la Sra. Wang Liyun fue arrestada en su casa por negarse a renunciar a Falun Dafa, una disciplina espiritual que está siendo perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. Fue llevada al centro de detención de la ciudad y luego interrogada por un agente de la oficina 610 y un oficial. Se negó a firmar la declaración.

La Sra. Wang les dijo a sus interrogadores que ninguna ley en China considera que la práctica de Falun Dafa sea un delito y los instó a que la pusieran en libertad incondicionalmente. Sin embargo, los agentes de la oficina 610 y la policía siguieron presionando a su familia para que renunciara a su derecho legal de contratar un abogado para ella. Prometieron dejar sin efecto la sentencia si se quedaba callada durante el juicio; de lo contrario, se enfrentaría a graves consecuencias.

Queriendo lo mejor para ella, la familia de la Sra. Wang no contrató a un abogado para que la representara.

El 11 de agosto, la Sra. Wang compareció ante el tribunal y fue declarada culpable media hora más tarde. El juez a cargo la sentenció a un año de prisión, con aplazamiento por 1 año. También se le ordenó pagar una multa de 10.000 yuanes.

Fue puesta en libertad el 15 de agosto.

Antes de este reciente incidente, la Sra. Wang había sido arrestada en 2014 por entregar materiales impresos de Falun Dafa. Estuvo detenida durante más de 2 meses y puesta en libertad bajo fianza. En abril de 2015, cuando el juzgado de la ciudad de Rui'an la citó, el juez la esposó y le revocó la fianza. La Sra. Wang escapó y vivió fuera de su hogar durante 6 meses para evitar ser arrestada.