(Minghui.org) Tengo 69 años de edad y comencé a practicar Falun Dafa (También conocido como Falun Gong) en 1996

En 2010, un coordinador me invitó a unirme a nuestro grupo local encargado de rescatar a practicantes que fueron detenidos ilegalmente. Pensé que siempre y cuando fuera útil, definitivamente lo haría. Lo tomaría como mi tarea y misión.

He estado involucrada en el grupo de rescate durante los pasados seis años. Disfrutamos de muchos logros y vimos muchos cambios positivos en la forma en que los practicantes de Falun Dafa son tratados por las autoridades. El nivel de mi xinxing también se elevó a través del poder de consistentes pensamientos y acciones rectas.

Fuimos de ayuda en casos de practicantes que fueron devueltos de tribunales de segunda instancia para ser juzgados nuevamente, en la liberación de practicantes de comisarías y en la anulación de sentencias.

Empleados de varios niveles de organismos de seguridad pública cambiaron su actitud hacia Falun Dafa después de entrar en contacto con nosotros, y se volvieron más comprensivos. Algunos incluso se atrevieron a decirque los practicantes de Dafa son personas buenas y amables.

Familiares comunes de practicantes también ganaron una actitud más positiva hacia la disciplina, incluso algunos ayudan a rescatar practicantes.

Nuestro equipo continua explorando las formas de tener éxito en los esfuerzo de rescate, y en el proceso aprendí a validar el Fa en vez de a mí misma y a tener siempre en mente que somos un cuerpo y debemos trabajar unidos.

Me gustaría informarle al Maestro y compartir con los compañeros practicantes, sobre lo que aprendí durante estos seis años en términos de cultivación y elevación de mi xinxing.

Diferentes grupos son responsables de diferentes tareas

Tan pronto como nos informan de que un practicante fue aprehendido, nuestro coordinador nos reúne para estudiar el Fa e intercambiar ideas sobre cómo proceder con los esfuerzos de rescate.

Cuando a los practicantes nos pasan cosas malas es porque tuvimos omisiones en nuestra cultivación, así que enviamos fuertes pensamientos rectos para negar cualquier interferencia de las viejas fuerzas y eliminar todos los elementos que interfieren en otras dimensiones.

Entonces nos dividimos en grupos de cuatro o cinco practicantes. Los grupos contactan a los familiares del practicante arrestado, envían pensamientos rectos y escriben cartas.

Aquellos asignados a trabajar con los familiares, buscan nombres, cargos y otra información personal pertinente o importante en todos los departamentos de seguridad pública. También acompañan a los familiares a visitar a estas personas para aclararles los hechos y pedirles la liberación incondicional del practicante.

El grupo responsables de enviar pensamientos rectos se reúne en la casa de uno de sus integrantes o en la cercanía de los lugares donde los practicantes están detenidos. Los que envían pensamientos rectos desde la vivienda de alguien, se dividen en grupos de mañana, tarde y noche, incluyendo sesiones de estudio del Fa.

El grupo restante se encarga de recopilar los detalles obtenidos sobre el personal en la oficina de seguridad pública, y escribe a cada uno de ellos, por turno, para informarles sobre la persecución a Dafa y pedirles por la liberación de los detenidos.

Sabemos que las viejas fuerzas están pendientes de todo lo que puedan utilizar, así que todos nos comunicamos y cooperamos juntos.

Lo que sea que se decida, es respetado y seguido con unanimidad.

Ayudar a nuestros familiares es una prioridad

Estoy en el grupo que trabaja con los familiares.

Todos somos conscientes que cuando un practicante es arrestado, los familiares resultan muy afectados y pueden reaccionar de distintas formas.

Algunos familiares que no son practicantes pueden volcar los resentimientos debidos al arresto hacia Falun Dafa. Algunos pueden sentirse desesperanzados, pensando que hacer algo ya no tiene sentido.

El Maestro dijo:

“Dondequiera que haya un problema, allí es donde necesitan esclarecer la verdad y salvar a la gente”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002)

Entendemos que los familiares de los practicantes tienen una fuerte relación predestinada con Dafa, así que les clarificamos los hechos de la mejor manera posible, y ayudarlos se vuelve nuestra prioridad más importante.

En una ocasión, visitamos al cónyuge de una practicante encarcelada por primera vez. Solo habló con nosotros a través de la puerta cerrada, y dijo: “No necesitamos de su ayuda. Ella hace lo que quiere. ¡No me importa! ¡Déjenla en el centro de detención!”

Tratamos de comprender sus sentimientos, y le respondí: “Sabemos que no lo dices en serio. Estás preocupado y molesto con ella. Es tu esposa, ¿Cómo podría no importarte? Estamos aquí para ver cómo podemos ayudar. Queremos que sea liberada, para que pueda regresar a casa y cuidar de ti. Sabemos que estás enojado. Ahora nos marcharemos, pero volveremos otro día”.

Otra familia, que había sido fuertemente influenciada por las mentiras y propagandas del partido comunista chino (PCCh) en contra de Falun Gong, se negó a escucharnos. Uno de sus integrantes nos dijo: “Ella [la practicante detenida] le dijo a mi suegra que practicara Falun Gong. Mi suegra está enferma, y ella no le dejó tomar sus medicinas o ir al hospital. Todos estamos molestos por esto. No nos importa lo que le pase; a nadie la importa”.

Les expliqué: “El Maestro de Dafa no dice que no podemos tomar medicamentos. Solo explica sobre la relación entre la cultivación y los remedios. Estamos gobernados por la ley universal de nacimiento, envejecimiento, enfermedad y muerte. Las enfermedades recaen sobre todos y todo se debe al ye que hemos acumulado. Nuestro Maestro purifica los cuerpos de todos los practicantes genuinos. Cuando una persona que practica Falun Gong mantiene un corazón puro y bondadoso, puede conservar su buena salud. Muchísimas personas curaron sus enfermedades, así que ya no es necesario para ellos tomar medicamentos o ir a los hospitales”.

Sus familiares finalmente entendieron el punto de vista de Falun Gong sobre el tema de los medicamentos y los tratamientos en hospitales.

Cuando les dije que su familiar practicante no había hecho nada malo y que debía ser liberada incondicionalmente y de inmediato, por fin se dispusieron a colaborar con nosotros.

Cuando acompañamos a los familiares a exigir la liberación de los practicantes encarcelados, siempre les pedimos que lleven una declaración escrita sobre los cambios físicos y mentales de sus parientes luego de que empezara a practicar Falun Gong, y cómo estos cambios afectaron positivamente a la familia.

Queremos usar historias reales y conmovedoras de los propios practicantes para impresionar al personal de seguridad, mover sus corazones, avivar su compasión y despertar su conciencia.

Una vez que la declaración está escrita, es entregada al grupo responsable de redactar las cartas para que la revisen y modifiquen si es necesario, y que así esté bien presentada.

Con la declaración en mano, visitamos a todo el personal relevante en las oficinas de seguridad pública, incluyendo el personal del departamento legal y la oficina 610.

El personal de las oficinas, en general, es muy receptivo. Algunos incluso nos ofrecen nuevas ideas y recomendaciones sobre cómo hacer nuestro trabajo más efectivo.

Aprendiendo a usar compasión y sabiduría para clarificar los hechos

Todos los miembros de nuestro grupo llegaron al claro entendimiento de que en el preciso instante en que un policía captura a un practicante, está cometiendo un pecado en contra de Dafa. Si no se detiene o se arrepiente, él y los incontables seres a los que representa se enfrentarán con un destino fatal.

Por lo tanto, nuestro objetivo final es salvar a estas personas de seguridad pública y funcionarios de gobierno que fueron engañados para llevar a cabo las políticas del PCCh de persecución a los practicantes de Falun Gong.

Cuando nos preparamos para cada misión de rescate, estamos envueltos con la sabiduría y los pensamientos rectos de los practicantes en nuestro grupo, y con los conocimientos dados por el Maestro y los Dioses rectos que están a nuestro lado.

Solía ir directo al grano cuando hablaba con las personas, sin considerar la habilidad de otros para aceptar mis palabras. Como resultado, la otra parte a menudo me interrumpía para decirme: “Deja de hablarme sobre eso”.

Sin embargo, más tarde recayó sobre mí el hecho de que estaba validándome a mí y no a Dafa. ¿Cómo podía salvar a alguien verdaderamente con este enfoque? Entonces, empecé a escuchar atentamente las conversaciones de otros practicantes, en especial las relacionadas a cómo hablar de forma efectiva. Gradualmente fui aprendiendo a comunicarme mejor con las personas, para que así puedan entender y aceptar mis palabras.

Una vez, acompañé a la hija de un practicante detenido a la comisaría. Ella comenzó a contarles sobre la situación de su madre:

“Mi madre tiene más de 60 años”, dijo. “Trabajó la mitad de su vida, cuidando de su familia y criando a sus hijos. Es una señora simple, humilde y honesta que creció en el campo. Debido al trabajo duro y a no querer gastar dinero en su cuidado o en su salud, a medida que se fue haciendo mayor le sobrevinieron muchos problemas de salud. La aquejaba especialmente una hinchazón en su rodilla derecha, que a veces era muy dolorosa. Desde que empezó a practicar Falun Gong, ya no sufrió ningún dolor en dos años. Mi madre es una buena persona; espero que pueda ayudarla. Nuestra familia la necesita. Por favor, permita que vuelva a casa. Lo que sea que pueda hacer, mi familia se lo agradecerá por siempre. Gracias”.

Las personas en la comisaría fueron muy comprensivas. Uno de ellos dijo: “Transmitiremos tu mensaje a nuestros superiores. Entendemos y los sentimos por ti y tu situación”.

Las palabras de la hija fueron fáciles de aceptar para ellos y realmente llegaron a su corazón.

El Maestro dijo:

“En la superficie, estamos buscando apoyo público para Dafa. Este es el pensamiento del lado humano mundano que se manifiesta en este lugar humano. Sin embargo, en el otro lado, es al revés. Quienquiera que apoye a Dafa o abogue por Dafa, está fundamentando su futura existencia y echando los cimientos para obtener el Fa en el futuro”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos, de Guiando el viaje)

Cada vez que regresamos de reunirnos con las autoridades, reportamos al grupo de toda la información pertinente. Entonces el grupo encargado de escribir las cartas utiliza la información para escribirlas.

Cooperamos de forma unánime y hacemos todo con un solo corazón y mente. Nuestra meta para todos los caso es la liberación de los practicantes.

Una vez, fui al juzgado con la hija de una practicante detenida para hablar con el juez sobre su madre. Estábamos determinadas a que el caso fuera cerrado, creyendo que así era la única manera de que allí las personas fueran salvadas.

La hija de la practicante comenzó contándole al juez sobre los grandes cambios por los que pasó su madre luego de practicar Falun Gong, pero el juez no tardó en interrumpirla y dijo: “Hablemos de esto en la corte durante el juicio”.

La hija de la practicante no pudo controlarse y soltó un alarido: “¡Ningún juicio!”

Vino el alguacil junto con otro personal y nos llevaron a la sala del juez, tomaron nuestras fotos, y el ambiente se puso tenso.

Sabía que en otra dimensión ocurría una batalla entre el bien y el mal. Envié fuertes pensamientos rectos para eliminar la interferencia de las viejas fuerzas, y le pedí al Maestro que me fortaleciera.

El juez y los demás se tranquilizaron y escucharon a la hija de la practicante. Ella les contó muchos hechos a cerca de su madre y de Falun Gong.

Apoyándola, dije: “Ahora las cosas se están poniendo muy difíciles para esta jovencita en casa. Tan pronto como oyó sobre un posible juicio, se sintió disgustada porque sabe que su madre no había violado ninguna ley o cometido un delito, y que no existe ninguna base legal para el arresto, así que lo encontró difícil de entender o aceptar. Realmente necesitamos de su ayuda, y apreciamos el tiempo que se tomó para escucharnos”.

Una de las personas allí presentes dijo: “Bien dicho”.

Comprendí que verdaderamente debemos demostrar, al juez y a todos los otros presentes, la serenidad, compasión y tolerancia que portan los practicantes genuinos de Falun Dafa.

Acompañamos a la hija de la practicante a la oficina 610 en varias oportunidades para validar Dafa y hablar sobre los cambios físicos y mentales de su madre luego de que empezara a practicar Falun Gong.

Una vez, cuando nos estábamos yendo, alguien nos dijo: “Desde que empezaron a mostrarse por aquí, empecé a recibir un montón de correos sobre Falun Gong”.

“Ya que los tiene, léalos”, le respondí. “Es su relación predestinada”.

Más tarde escribí una carta a esta persona, ofreciéndole ánimos para que liberara a la practicante”.

Mirar hacia adentro nos ayuda en nuestros esfuerzos de rescate

Recientemente una practicante fue llevada a juicio. Acompañé a su hermana menor, también practicante, hasta la fiscalía.

Acercándonos al edificio le pregunté qué documentos había preparado. Me mostró lo que el abogado había escrito. Estaba titulado “Proposición y recomendación para desechar la demanda”.

Luego de leerlo le dije que algunos términos no eran adecuados y le sugerí que no lo entregara en la fiscalía.

Sin embargo, estaba ansiosa por conseguir que su hermana mayor fuera liberada. Estaba enojada por mis palabras y terminó estallando en lágrimas.

Comprendí que había hecho algo mal, así que traté de explicarme: “No podemos depender del abogado y tenemos que mantener el control nosotras mismas, especialmente en la revisión de todos los materiales de importancia. Son los pensamientos y las acciones rectas de cada practicante lo que puede asegurar las capacidades del abogado. Éstos están bajo una gran presión y necesitan de nuestro apoyo y pensamientos rectos”.

Antes de ir a la fiscalía, le pregunté a la familia muchas veces si el abogado había realizado los cambios necesarios. Así que no podía entender por qué la hermana de la practicante estaba tan disgustada conmigo. Sabía que tenía que mirar para adentro y encontrar dónde lo había hecho mal.

Descubrí que no me había comportado pensando en los otros. Cuando la familia y yo hablamos, me comporté con el hábito de dirigir la conversación, creyendo que tenía un mejor entendimiento, como si lo supiera todo.

También miraba como inferiores a otros practicantes.

¡Cuan miserable era el estado de mi corazón! Se supone que debía ayudar a rescatar a los practicantes, pero trataba a otros injustamente. ¿Qué me calificaba para mirar a otros practicantes como inferiores? Seguro era algo nacido de un corazón impuro y debía ser descartado de raíz.

El Maestro dijo:

“… con quien no coordinas bien, siendo el responsable o responsables de proyecto, todos son fallos en el xiulian. Todo tienes que enmendarlo. Si no puedes enmendarlo, entonces tienes fallos, y esto es un problema en el proceso a la Perfección”. (Fahui de Nueva York 2016)

Estaba avergonzada de haber decepcionado al Maestro, pero al mismo tiempo, me sentía agradecida con la hermana de la practicante por haberme dado la oportunidad de mejorar.

Cuando los practicantes señalaban mis fallas en el pasado, no decía nada, pero guardaba resentimientos hacia ellos. Debo cultivarme y abandonar esos sentimientos, o las viejas fuerzas tomarán ventaja de las brechas que tenga.

Sé que el éxito de las misiones de rescate depende de si nuestros corazones son rectos o no. Debemos cooperar entre todos y formar un solo cuerpo sin brechas.

Después de que corregí mis pensamientos, la actitud de la hermana de la practicante también cambió. Al día siguiente me dijo: “Discúlpame, ayer me enojé contigo y te grité”.

En otra ocasión, el abogado bajó en la estación de trenes equivocada y tuvo que suspender el viaje.

Cuando miré hacia adentro, descubrí que todavía seguía teniendo rencor.

Antes de que nos embarcáramos en este proyecto, me enteré de que una practicante tenía objeciones con mi participación, diciendo que mi estado de cultivación no era bueno. Me resentí con su opinión y de que no me hablara abiertamente.

Corregí este pensamiento lo antes posible, y cuando el abogado vino por segunda vez, ya fue capaz de ver al practicante encarcelado y revisar todos los documentos importantes. Más tarde destacó que nunca tuvo las cosas tan fáciles, y fue capaz de terminar con lo que se propuso antes de lo previsto.

Buscando ayuda de mis familiares

Cooperar con los familiares de los practicantes en el trabajo de rescate es una tarea ardua, cansadora y preocupante. Conseguir la cooperación de mis familiares tampoco es fácil.

Mi esposo fue soldado por ocho años, y no acostumbraba colaborar con las tareas del hogar. También tengo un nieto en la secundaria al cual debía prepararle la comida todos los días. Se hizo muy difícil y estresante tener que regresar a casa para preparar la comida mientras pasaba tiempo afuera hablando con las personas sobre Dafa.

Decidí que tenía que tener el apoyo y la comprensión de mi marido.

Elegí hablar con él mientras cocinaba. No hay televisión en la cocina, así que tuve toda su atención.

Le dije: “Cuando estaba siendo perseguida, tuviste la valentía de recorrer diferentes departamentos pidiendo por mi liberación. En la superficie, estabas salvando a tu esposa, pero desde el punto de vista de un practicante, estabas salvando a un practicante. Tu poderosa virtud es inmensurable. Yo soy una practicante y debo trabajar para ayuda a otros practicantes. Espero que puedas entenderlo y me ofrezcas tu ayuda”.

Mi esposo entendió y quiso ayudar. Dijo: “De ahora en más, si estas atrasada, no te preocupes. Me encargaré de cocinar”.

Desde entonces mi esposo mantuvo su palabra.

Leí todas las lecciones del Maestro a mi marido, y continúo hablándole sobre Dafa y la persecución.

He dedicado mi tiempo y energía a hacer el trabajo de rescate durante los pasados seis años, experimentando fatiga mental y física. Pero me recuerdo que soy una practicante de Dafa con la noble misión de ayudar al Maestro a salvar seres conscientes. Entonces, no hay tal cosa como fatiga. El trabajo duro es una parte integrante de la cultivación.

Cuando estoy de camino hacia algún lado, recito versos de Hong Yin, y cuando es posible, hablo con las personas sobre renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

Hay momentos en los que aflojo, pero hago todo lo posible para rectificarme con el Fa. Estoy determinada a hacer las tres cosas bien y a estar a la altura de las expectativas del Maestro.