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Expandiendo la capacidad de mi corazón a través de la cultivación verdadera

Ene. 15, 2017 |   Por Yuan Rong, practicante de Falun Dafa de la provincia de Liaoning, China

(Minghui.org) Antes de practicar Falun Dafa, solía ser siempre competitiva y constantemente buscaba el respeto de los demás. A los 28 años, empecé a practicar Falun Dafa después de que mi madre me enseñó.

Desde entonces, me he dado cuenta de lo afortunada que soy de tener una preciada relación predestinada con Dafa, pero un montón de yeli y numerosos apegos fuertes han obstaculizado mi avance en el camino de la cultivación.

A continuación hay partes de mi experiencia a lo largo de los años.

Aprendiendo a renunciar a los apegos cuando las cosas no suceden como yo quiero

Desde que empecé a practicar, las cosas no sucedían como yo quería cuando albergaba algún apego.

Durante mi embarazo, estaba apegada a tener un nene y terminé con una hija. Hice que mi hija practicara Guzheng, un instrumento musical chino tradicional, desde el jardín de infantes, y apuntaba a que se saque una medalla de oro en una competición. Terminó recibiendo un bronce.

Tenía grandes esperanzas de que mi hija obtuviera excelentes calificaciones en la escuela primaria, pero terminó siempre llevando a casa calificaciones insatisfactorias. Estaba apegada a que tuviera visión perfecta y terminó teniendo que usar gafas. La lista sigue y sigue.

Estas cosas hicieron que yo, una persona que siempre había sido competitiva en todo en la vida, finalmente ceda a la realidad. Como resultado, mis apegos empezaron a disminuir poco a poco.

Shifu desde hace mucho tiempo nos ha dejado claro:

"Hay quien dice: «Voy a ganar algo más de dinero para acomodar bien a mi familia, así no me preocuparé por nada más y cultivaré el Dao». Te digo que estás fantaseando. Tú no eres capaz de intervenir en las vidas de los demás ni de controlar sus destinos, ni siquiera el de tu cónyuge, hijos, padres o hermanos. ¿Acaso tú puedes determinar estas cosas?". (Zhuan Falun, Lección Cuarta, Traducción 2005)

Sólo podía culpar a mi pobre calidad de iluminación. Ahora gradualmente he logrado el nivel de "Haz pero no busques". (En el Dao, Hong Yin)

Mi hija ahora está en la escuela secundaria. Solo llevo a cabo mis responsabilidades como madre y le ofrezco ayuda y apoyo en su vida, tratando de guiarla hacia un desarrollo positivo. Cuando sus notas son buenas, le ofrezco reconocimiento y aliento; cuando no son ideales, no la regaño.

Cuando me di cuenta de que era mi apego a la reputación que había interferido en mi cultivación, estaba decidida a deshacerme de ello. Poco después, Shifu me ayudó a eliminar las malas sustancias en otras dimensiones, que eran la causa fundamental.

Me volví más libre y más feliz. En retrospectiva, la madre enojada que regañaba y avergonzaba a su hija parece tan distante y surrealista ahora.

No puedo evitar más que reírme de mí misma: ¿Cómo pude haber hecho eso en el pasado?

Mi hija me ayuda a expandir la capacidad de mi corazón

En el pasado, pensé que mi hija encarnaba todo tipo de malos hábitos sin ningún rasgo de recuperación. Vi en ella pereza, glotonería, grosería y postergación, entre otras malas cualidades.

Por otra parte, ella era particularmente exigente cuando se trataba de mi conducta. Por ejemplo, no le gustaba el sonido que yo hacía cuando comía, pero por otro lado hacía una rabieta si yo comenzaba a comer sin ella en la mesa. Cuando mis palillos tocaban un pedazo de comida pero no lo recogía, ella me miraba furiosa mientras lo recogía y lo arrojaba a mi tazón de arroz.

Un día, mientras se sentaba a la mesa, preguntó: “¿Dónde están mis palillos?”.

Señalé los que estaban junto a su tazón de arroz: “¿No están ahí?”.

De repente los arrojó al suelo furiosamente y dijo: “Estos están sucios y no han sido lavados. ¿Cómo puedes esperar que yo los use?”.

Cuando ocurrían tales incidentes, no podía evitar sentirme destrozada. Mis nociones humanas surgían y yo la regañaba en voz alta, pensando que era una malcriada, sin modales ni respeto por sus mayores.

Shifu nos enseñó:

"Todos saben que después de alcanzar ese nivel de luohan, al encontrarse con cualquier suceso, no se lo guarda en el corazón, no se guarda, en absoluto, ningún asunto de la gente común en el corazón, se está siempre alegre y sonriente, y por más que se salga perdiendo ampliamente, igual se está alegre y sin darle importancia. Si realmente puedes realizar esto, ya habrás alcanzado el grado elemental de la Posición de Fruto de luohan" (Zhuan Falun).

A través de profundizar continuamente el estudio del Fa y mejorar mi comprensión del Fa, me di cuenta de que la causa real era la limitada capacidad de mi corazón; Ya era hora de que lo ampliara. A medida que poco a poco fui capaz de lograr una mente tranquila y permanecer tranquila mientras enfrentaba situaciones difíciles, mi hija poco a poco dejó de hacer berrinches.

En retrospectiva, pensé en la correlación entre mi estado de cultivación y el comportamiento de mi hija. Ella era perezosa porque yo era perezosa, no siendo capaz de mantener la práctica de ejercicios de la mañana a las 3:50. Ella era codiciosa para la comida porque estaba apegada a la comida, no capaz de alcanzar el nivel de: "La boca libre de apegos". (En el Dao, Hong Yin)

Aunque a veces tengo dolor de estómago después de comer carne, sigo teniendo hambre de más y cocino mucha, con la excusa de que a mi hija le gusta. Mi hija era grosera porque a menudo hablaba con ella en un tono dominante, sin respeto. Ella postergaba y era lenta al hacer cosas porque yo era impaciente e impetuosa.

Encontré la raíz de la causa. Fueron mis apegos los que causaron todos estos conflictos. Después de hacer un esfuerzo por librarme de estos apegos y de las nociones humanas, podía sentir la felicidad tal como se ilustra en: "Tras el verde oscuro del sauce, se hallan resplandecientes flores y otra nueva aldea". (Zhuan Falun)

Cultivando la compasión para obtener gran benevolencia

La puerta de mi edificio solía estar rota y estaba enfrente de la puerta trasera de servicio de un restaurante. El personal del restaurante a menudo venía a través de la puerta rota al hall de mi edificio para descansar y fumar. Después que se iban, siempre podía ver las colillas de cigarrillos y esputo en el suelo.

Yo estaba disgustada por su comportamiento y los miraba con desprecio por su falta de modales. Cada vez que entraba por la puerta, la cerraba inmediatamente detrás de mí. Sin embargo, seguían viniendo a fumar y escupir. Más tarde, incluso pusieron cartón en el suelo y tomaban siestas en nuestro hall.

Un día, cuando pasé junto a ellos por el hall, de repente simpaticé con ellos y me di cuenta de que sus vidas eran muy difíciles. Estaban allí para tomar un descanso porque estaban cansados de trabajar más de diez horas al día. A menudo trabajaban hasta después de la medianoche.

Después de ese día ya no cerraría la puerta, pensando: "Dejemos que pasen. Puedo limpiar después que se vayan”.

Cuando podía ser considerada y ponerme en los zapatos de los demás, sabía que había eliminado cierto apego a la noción humana de uno mismo. Pronto el ambiente cambió en consecuencia. Trajeron un cubo de plástico para poner sus colillas de cigarrillos y dejaron de escupir por completo.

El Maestro dijo:

"Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con un problema podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar. Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa y, cuando se presenta un problema, piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema". (Zhuan Falun)

Más tarde, cuando los vi, sonreía y empezaron a saludarme y a intercambiar bromas. Establecí una buena base para hablar con ellos acerca de Falun Dafa y de abandonar el partido comunista chino (PCCh).

De esta experiencia, adquirí una comprensión más profunda de la benevolencia. Benevolencia significa ponernos en los zapatos de los demás y realizar actos altruistas sin esperar reciprocidad. La benevolencia es la naturaleza desinteresada de los seres.

Eliminando apegos al clarificar la verdad cara a cara

Me he centrado en hablar con personas cara a cara, complementando con llamadas telefónicas, para aclarar la verdad. En 2015, con la ayuda de compañeros practicantes, establecí un centro de producción de materiales en casa y empecé a imprimir folletos tales como Dejando al PCCh y Seguridad personal, Una carta a personas con relaciones predestinadas y Minghui Semanal, que entregaba después de hablar con la gente. Cada día pasaba algún tiempo en la aclaración de la verdad cara a cara y por lo general podía conseguir que unas pocas personas, a veces una docena, dejaran el PCCh.

Cada vez que mi estado de ánimo no estaba bien, mi clarificación de la verdad era difícil y llena de contratiempos. Entonces miraba hacia dentro, reajustaba mi mentalidad y dejaba ir mi apego a validarme en lugar de validar al Fa. Como resultado, pude persuadir a la gente a dejar el PCCh uno tras otro.

Hubo un tiempo en que ayudé a algunas personas a dejar el PCCh e inconscientemente desarrollé fanatismo. También pensé en presumir con un compañero practicante la próxima vez que nos viéramos. Poco después, traté de hablar con un hombre de unos sesenta años al lado de la carretera. Para mi sorpresa, incluso antes de que pudiera decirle mucho, me gritó furiosamente.

En el momento en que iba a discutir con él, el poema del Maestro me vino a la mente:

"Si te encuentras con fuertes discusiones, no contiendas con palabras de pelea

Buscar la causa hacia adentro es xiulian.

 Mientras más se piensa en explicar, más pesa el corazón 

Magnánimamente, sin apegos, aparece la visión clara".

 (No contender, Hong Yin III).

Entonces supe que estaba equivocada. Inmediatamente cambié mi mentalidad y envié pensamientos rectos para eliminar la materia que era responsable de mi fanatismo, la mentalidad de mostrarme y la mentalidad competitiva. Después, mi conversación se hizo más suave y persuasiva.

Desde mi experiencia, creo que es importante estar vestidos adecuadamente y dirigirnos a la gente correctamente. Como cultivadores en la sociedad humana, en contraposición a los monjes, debemos usar ropa decente -nada demasiado lujoso, demasiado desaliñado, o demasiado revelador. Lenguaje cortés, ropa apropiada y fuerte confianza en nosotros mismos, bajo la guía y el apoyo de Shifu y de los dioses justos, harán que nuestra clarificación de la verdad sea mucho más eficiente y eficaz.

Un día después hablé con un hombre de edad mediana en la calle, aceptó el volante y me dijo sinceramente: “Usted es una pusa en vida. ¿No me está salvando?”

Me sorprendió su comentario. En vez de sentirme halagada y en paz, sentí un pesado sentido de responsabilidad sobre mis hombros. Hay tantos seres conscientes deseando y esperando que los salvemos. No podemos decepcionarlos.

Mirando hacia atrás mi camino de cultivación en la más de una década, he pasado de ser una mujer con enojo, amargura, sarcasmo y un cuerpo lleno de apegos y karma, a un cultivador que se toma la fama y la ganancia personal con ligereza, que es amable con todos, tranquila y racional. Cada paso en el camino ha sido duro. Los apegos fueron abandonados gradualmente a través de procesos dolorosos y complicados.

Pero Shifu estuvo cuidándome y guiándome todo el camino. Las palabras de Shifu suenan en mis oídos e iluminan mi camino.

Estoy aquí por el Fa. Soy una practicante de Dafa. En los días que vienen, avanzaré en mi cultivación más diligentemente para poder vivir a la altura de la benevolente salvación de Shifu.