(Minghui.org) He estado practicando Falun Gong desde 1996, y me ha traído beneficios tanto a nivel mental como físico. Agradezco profundamente la gracia salvadora y la protección del Maestro. Desearía compartir algunas de mis experiencias de cultivación.

Superando el examen

En marzo de 2.000, en todos los campos de trabajos forzados de la provincia de Liaoning se ordenó que cada una de las reclusas contestara, por escrito, las preguntas de un cuestionario. Una de las partes del examen calumniaba y difamaba a Falun Gong, y cada reclusa tenía que explicar su opinión sobre esto en detalle.

En ese momento, había más de un millar de practicantes de Falun Gong detenidos en el campo de trabajos forzados de Panjin, y yo era una de ellos. Todos nos negábamos a renunciar a nuestra fe, a pesar del trato brutal que recibíamos.

Cada uno de nosotros usó su cuestionario para validar a Falun Gong. Contamos nuestras experiencias de cultivación para aclarar qué es Falun Gong. Hablamos sobre los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y de cómo la práctica nos había traído beneficios mentales y físicos. Explicamos que Falun Gong es una vía recta de cultivación y cómo la propaganda fue ideada para engañar a la gente.

Una semana después, nos fue notificado que no habíamos superado el examen y que teníamos que hacer otro. El nuevo no contenía preguntas que calumniaban a Falun Gong. Era como el Maestro decía:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”.

( 'Bondades entre el Shifu y los dizi' de Hong Yin II ).

¡Habíamos superado el examen con excelentes resultados! Lo que hicimos había sorprendido a las autoridades de la prisión y a los guardias, y nos dio una oportunidad para aclarar la verdad de una forma peculiar.

Haciendo los ejercicios de Falun Gong

El campo de trabajos forzados para mujeres de Masanjia (ahora cerrado) era tristemente famoso por la brutalidad con la que trataban a los practicantes de Falun Gong. Si se negaban a abandonar su creencia, los practicantes eran estrechamente vigilados dentro de sus celdas. Además, eran sometidos a sesiones de lavado de cerebro día y noche, y forzados a leer documentación que calumniaba a Falun Gong. Sus celdas eran inspeccionadas minuciosamente de forma regular en busca de materiales relacionados con Falun Gong.

En 2004, me ordenaron aprender otro tipo de ejercicios y me forzaron a ver un vídeo. En lugar de eso, todos acabaron de pie, haciendo los ejercicios de Falun Gong.

Las autoridades nunca pidieron un informe de este incidente, y nunca volvieron a intentar forzar a los practicantes a aprender aquello.

Los practicantes memorizaron las enseñanzas del Maestro y aprovechaban cualquier oportunidad para enviar pensamientos rectos y recitar las enseñanzas de Falun Gong.

El Día de Año Nuevo apareció un Falun girando sobre la televisión

En lugar de hacer trabajos forzados, el Día de Año Nuevo de 2003, tuvimos que ver programas de televisión que difamaban a Falun Gong. Entonces, de repente, en televisión apareció girando un gran Falun multicolor, acompañado por la música de los ejercicios. Era majestuoso, solemne y sagrado. Todas se quedaron gratamente impresionadas, y miraban fijamente la televisión.

Varios minutos después, las guardias llegaron y apagaron la televisión. Todas esas practicantes de Falun Gong que habían estado soportando una presión tremenda, torturas y que se habían negado a ser “transformadas” habían recibido un gran estímulo. Comprendieron que nunca habían estado solas. Estaban profundamente agradecidas por la compasiva salvación del Maestro. Este acontecimiento también inquietó a las autoridades de la prisión.

Un traslado secreto presenciado por accidente

Una anciana practicante fue forzada bajo una tremenda presión a renunciar a su fe contra su voluntad. Debido a eso, cuando su marido la visitó en prisión, le permitieron pernoctar en la habitación de la sala de visitantes. Sobre las 21:00, mientras permanecía de pie, asomado a una de las ventanas de la sala, fue testigo, por accidente, de algo que le impactó.

En la entrada principal, dos columnas formadas de guardias armadas permanecían firmes y en silencio, con varios automóviles de policía a ambos lados. Entonces, vio cómo una practicante de Falun Gong, que aún llevaba la boca tapada con cinta aislante, era sacada a rastras de una pequeña habitación que se usaba para torturar a practicantes.

Sus manos permanecían atadas detrás de la espalda, y su cuerpo estaba encorvado. Después de ser arrastrada y cargada dentro de un automóvil, la fila de vehículos se puso en marcha y se alejó lentamente. ¿Cuántas habrían sido sacadas a rastras y trasladadas de este modo? Jamás se sabrá.

Durante este traslado secreto, el resto de las practicantes de Falun Gong, estaban siendo forzadas a ver vídeos para lavarles el cerebro, con las cortinas de sus ventanas cerradas.