(Minghui.org) Fui educada en China, y lo que aprendí estaba lleno de nociones comunistas y conocimientos científicos. Con décadas de enseñanzas y búsqueda de experiencias después, estaba encerrada por una estrecha ideología basada en conocimientos demostrados por la ciencia contemporánea. No me daba cuenta que la ciencia solo refleja una porción limitada del mundo que nos rodea.

Fui invitada por la Sociedad Científica Nacional del Cuerpo Humano para asistir al simposio nacional de qigong y a una conferencia internacional sobre qigong en 1993. Muchos maestros de qigong e investigadores de todo el mundo asistieron a esos eventos. Algunos maestros de qigong hicieron demostraciones y presentaron los resultados de sus investigaciones con métodos empíricos.

La experiencia y conocimientos que adquirí es esas conferencias sacudieron mi creencias previas en la ciencia: “Qigong no es superstición, es una profunda ciencia que nuestro conocimiento actual no puede explicar”.

Desde entonces, estuve pensando en practicar qigong.

Asistiendo a las lecciones de Falun Gong

Tomé parte en una serie de lecciones enseñadas por el Maestro Li Hongzhi en 1994. En la primera de varias clases no pude evitar dormirme cuando el Maestro estaba enseñando. Sin embargo, fui capaz de escuchar cada palabra que el Maestro dijo. Mi marido y yo hablamos del contenido de la clase de vuelta a casa, y se sorprendió que hubiera escuchado todo a pesar de estar dormida. Que fue exactamente lo que el Maestro dijo: 

“No obstante, algunos no tienen ninguna dificultad para escuchar, duermen plácidamente pero escuchan todo sin perderse una sola palabra”. (Zhuan Falun)

Al final de las clases, nos hicimos unas fotos con el Maestro. Mientras estaba mirando al Maestro, estuve muy tentada en hacerme una foto junto a Él. Así que, me armé de valor y fui junto al Maestro: “¿Puedo hacerme una foto contigo Maestro?”. El Maestro dijo: “ven aquí”, y me indicó que me pusiera de pie junto a Él. Algunos estudiantes de la parte de atrás no estaban conformes por ello y armaron mucho ruido. El Maestro se dio la vuelta y les dijo: “se hará solo una foto”. La gente en la parte de atrás se callaron. Este fue el momento más feliz de mi vida.

Esa noche, le dije a mi marido con un corazón determinado: “Practicaré Falun Gong para siempre”.

En ese momento, vi un Falun con el centro rojo, grandes esvásticas doradas, y luz azul en el exterior del círculo. El Falun estuvo rotando durante muchos minutos. Mi marido ni mi hija, que estaban a mi lado en la habitación, pudieron verlos, pero creyeron lo que les conté.

Mejorando la visión

Mi visión empezó a empeorar en los años 80. Dependía de gafas para leer y escribir, tenía nauseas o dolor de cabeza.

Dos meses después comencé a practicar Falun Gong, estaba preparando materiales de enseñanza. Busqué mis gafas y se me cayeron de las manos. La montura se rompió y se separó en dos partes.

Sin la gafas de leer, ¿Cómo podría dar la clase? Sin embargo, era demasiado tarde para avisar a los estudiantes de la cancelación de la clase. Tomé el libro de texto y lo abrí. Para mi sorpresa, vi que todas las palabras eran claras. Además, no tuve dolor de cabeza ni nauseas. ¡Mi vista se había vuelto normal! Ya no necesita gafas.

Después de eso, muchas de mis enfermedades crónicas, inflamación pélvica, hemorroides, artritis y sequedad ocular desaparecieron. Fui testigo de la magnificencia de Dafa y estoy profundamente agradecida.