(Minghui.org) El 3 de setiembre de 2016 practicantes de Falun Gong instalaron un estánd en la calle Bahnhofstrasse, en el centro de Zurich, para crear conciencia sobre la persecución a la disciplina por el partido comunista chino (PCCh). Colocaron materiales informativos sobre una mesa, expusieron carteles del tema y de la sustracción de órganos legitimada por el estado a practicantes vivos de Falun Gong por dinero.

Muchos transeúntes ya habían oído hablar de Falun Gong y se dirigieron a la mesa para firmar la petición contra la extracción de órganos del PCCh. Algunos escuchaban por primera vez, y se detuvieron para obtener más información hablando con médicos y leyendo los carteles.

Transeúntes hablan con un practicante de Falun Gong para conocer más sobre la persecución.

Un peatón lee los carteles que exponen la persecución del PCCh a Falun Gong.

Joanna tiene la esperanza que cada gobierno ejerza presión sobre el PCCh para detener la sustracción de órganos a prisioneros de conciencia vivos.

Joanna es de Australia y vive en Suiza. Algunos años atrás se enteró sobre Falun Gong y la persecución del PCCh en la Exposición Internacional El Arte de Zhen, Shan, Ren.

Dijo: “Las personas deben tener libertad para seguir sus propias creencias espirituales. Los practicantes de Falun Gong deben tener la suya. Es un crimen encarcelarlos solo por su fe. La sustracción de órganos a prisioneros vivos y los asesinatos son crímenes. Lo que el régimen comunista está haciendo es horrible”.

Firmó la petición y expresó: “La sustracción de órganos es un crimen. Es un crimen contra la humanidad y debe ser detenida. La gente y los gobiernos de cada país deben manifestarse contra esto. Deben situar los derechos humanos por encima del comercio. No creo que esté bien mantener buenas relaciones con un país que mata a su propio pueblo".

Marina no podía entender por qué el PCCh persigue a Falun Gong, una práctica pacífica. Entonces manifestó: “Es irracional prohibir a las personas una práctica tan provechosa. La sustracción de órganos a individuos vivos es un desastre. No debe pasar”. Firmó la petición y dijo que esperaba que ayudara a detener esta atrocidad.

Mona trabaja en una compañía de seguros. Se acercó a firmar la petición al ver la gran pancarta que decía: "¡Recolección de firmas – Detener la sustracción de órganos del PCCh a personas vivas! ¡Esto debe detenerse!".

Luego dijo: “Es una tragedia. Los criminales deben ser llevados a la justicia”.