(Minghui.org) Recientemente empecé a sentirme muy cansado cuando estaba haciendo los ejercicios en la mañana.

Cuando hacía el segundo ejercicio, mis brazos se sentían muy pesados. Después del cuarto ejercicio, mis piernas y pies estaban muy adoloridos y estaba empapado en sudor.

Empecé a practicar Falun Dafa hace más de 20 años y nunca dejé de hacer ni un solo día los ejercicios. Con excepción de cuando empecé a hacer los ejercicios, nunca sentí que fueran difíciles o que estuviera cansado. Así que ¿por qué estaba pasando esto ahora?

Para poder comprender lo que sucedía, compartí con mis compañeros practicantes durante el estudio en grupo. Otros dijeron haber tenido experiencias similares. Pensé que ya que todos estábamos experimentando esto, debía ser un fenómeno común para practicantes veteranos. El Maestro pudo haber arreglado esto para nosotros para pagar más rápido nuestro yeli. Sea lo que sea que pase, no debemos analizarlo.

Con ese pensamiento, continué haciendo los ejercicios matutinos y soporté la sensación de cansancio.

Hace dos días saqué el tema nuevamente durante el estudio en grupo. Un practicante dijo: “Tuve una experiencia similar y me di cuenta que estás atravesando por una interferencia de las viejas fuerzas”.

Continuó: “Después de escuchar lo que compartiste la última vez, mis brazos también comenzaron a sentirse pesados durante los ejercicios matutinos. Inmediatamente me dije: no quiero esto, y mis pensamientos rectos son suficientemente fuertes para eliminar la interferencia. Inmediatamente sentí mis brazos muy relajados nuevamente. El Maestro quitó las cosas malas de mi cuerpo. Piensa en ello, desde el primer día que empezamos a practicar los ejercicios de Falun Dafa, se abren cientos de canales de energía en nuestros cuerpos”.

También recordó las enseñanzas del Maestro en Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica:

“¿Han ustedes pensado en el hecho de que la práctica de cultivación es la mejor forma de descansar? Ustedes pueden obtener la clase de descanso que no pueden lograr por medio de dormir. Nadie diría: “Mi práctica me está causando tanto cansancio que no puedo hacer nada hoy”. Uno sólo diría: “Mi práctica está haciendo que todo mi cuerpo esté relajado y descansado. No siento sueño después de una noche sin dormir”.

De pronto entendí. Él tiene razón. El Maestro nos dijo:

“Dentro de este universo nuestro aún existe un principio: en lo que tú mismo persigues y aquello que tú quieres, otros no desean interferir”. (Zhuan Falun)

El Maestro también dijo:

“Cada acción, cada movimiento, cada pensamiento e intención tuyos, ellos lo están observando…” (“Fahui de Nueva York 2016”)

Me di cuenta que mi pensamiento no era recto y que debo rectificarlo.

Al día siguiente cuando hice los ejercicios matutinos, me negué a continuar con la interferencia. Como resultado, ya no me sentí cansado.