(Minghui.org) Antes de venir a los Estados Unidos, era directora de banco en China. Era responsable de las relaciones con los clientes, y resolver sus problemas.

Un cliente enfadado

Un día se produjo una discusión entre un cliente y un cajero. El cliente parecía decepcionado y blasfemaba al cajero. Fui hacia el y dije: “Disculpe por las molestias que hemos causado. Si hay algo que pueda hacer para ayudarle, por favor hágamelo saber”.

“Tengo muy mal humor hoy. Tenia que descargar mi ira con alguien”, dijo.

Le llevé a mi despacho, le pedí que tomara asiento y le di un vaso de agua. Comenzamos hablar. Dijo que le habían diagnosticado diabetes: “El médico me dijo que era muy grave y había programado la cirugía”.

Después del diagnóstico ha visitado algunos reconocidos hospitales en Beijing, Shanghái, y la provincia de Jilin, pero ninguno pudo darle una mejor alternativa.

Después de escuchar su historia, le sugerí: “Solo tienes 40 años y tienes muchos años por delante. Si confías en mi, tengo una idea que deberías considerar”.

“¿Qué es?” preguntó ansioso.

“Oí que eres propietario de una empresa y eres muy rico. Podrías tomarte algún tiempo libre y tener un vacaciones en el extranjero. Es Shen Yun Performing Arts, un grupo establecido en los Estados Unidos. El espectáculo de Shen Yun representa la genuina cultura tradicional china y mucha gente ha experimento mejoras en sus mentes y cuerpos por la energía positiva”.

“Hazlo, te sorprenderá”, lo animé.

Sin dudarlo mucho, aceptó mi sugerencia. Me dio las gracias y me dio su tarjeta de contacto.

Una vida cambiada

El tiempo pasó rápidamente y casi olvidé a este cliente. Pero un día, vino al banco pidiendo ver a una señora mayor de pelo gris. No le escuché porque estaba hablando con otro cliente.

Antes de que el cajero respondiera, preguntó de nuevo en voz alta,: “Quiero ver a la practicante de Falun Gong”. Sus palabras provocaron que varios clientes, incluso algunos trabajadores se pusieran nerviosos.

Dada la severa persecución en China, nadie se atreva a hablar sobre Falun Gong en público. Un cajero que me conocía bien me buscó y me dijo que había un hombre que quería verme.

El hombre de negocios me agarró las manos con emoción. ¿”Todavía me recuerdas? Mis enfermedades se curaron”. Me explicó que fue a los Estados Unidos y vio Shen Yun. Estaba muy emocionado por el espectáculo.

“Lo más importante, mi diabetes se ha ido. ¡¿Puedes creerlo?!”. Dijo que los resultados de varios hospitales confirmaron que sus niveles de azúcar en la sangre eran normales, como si nunca hubiera tenido diabetes. Ya no necesitaba operarse.

“Sé que es Falun Gong y el Maestro Li (fundador de Falun Gong) han curado mis enfermedades. Donaré dinero a Falun Gong. ¿Qué tal 200.000 yuanes? Tomó su talonario de cheques dispuesto a darme el dinero.

“Nosotros no aceptamos donaciones”, le dije.

“¿Qué quieres entonces?”, preguntó mirando confuso.

“Solo quiero que esté sano y seguro”, le dije: “Por cierto, si es posible, por favor también recomiende Shen Yun a familiares y amigos”.

Estaba muy emocionado por mis palabras. Entonces, se levantó y gritó en el vestíbulo: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Falun Dafa es fantástico!”.

Inclinó la cabeza ante mi y se fue, dejando a los clientes y empleados del banco reflexionando por sus palabras.