(Mingui.org) Desde tiempos antiguos, muchos dioses descienden al mundo humano para salvar a las personas. Cuando se encuentran con quienes tienen una relación predestinada, pueden salvarlos. De otra forma, solo pasean o se quedan donde sea que estén a gusto.

Li Ah, de la provincia de Sichuan era una persona extraña sin ningún rasgo de envejecimiento. A menudo mendigaba en la ciudad de Chengdu. Luego daba a los pobres todo lo que conseguía. Dejaba la ciudad por la noche y regresaba a la mañana. Nadie sabía dónde vivía. A veces respondía a las preguntas que le hacían con gestos de su cara. Si mostraba una cara alegre, era un signo auspicioso. Si mostraba una cara triste, se trataba de un desastre. Si mostraba una cara sonriente, era algo fortuito. Si hacía un suave suspiro, la persona debía tener ansiedades importantes. Muchas personas le preguntaban cosas, y Li Ah siempre predecía con exactitud.

Un hombre llamado Gu Qiang, pensaba que Li Ah no era una persona normal. Entonces, empezó a ayudarlo y a seguirlo. Descubrió que Li vivía en la Montaña Qingcheng. Así, Gu se adentró junto a él en la montaña, pero llevó consigo un cuchillo que su padre la había dado para defenderse de los tigres y los lobos. Cuando Li Ah vio este cuchillo, se enojó y le dijo: “¿Por qué sigues temeroso de los tigres si estás conmigo?”. Entonces Li se lo arrebató y lo rompió. Gu Qiang, sin embargo, se volvió ansioso.

Durante la mañana, mientras se iban de la montaña, Li preguntó: “¿Aún sigues preocupado por el cuchillo roto?”. A Gu Qiang le preocupaba que su padre se enfadara. Li tomó el cuchillo, lo sostuvo y le dio unos golpecitos en el suelo. Con esto el cuchillo retomó su forma original. Mientras iban hacia Chengdu, Li Ah fue golpeado por un carruaje tirado por caballos a mucha velocidad; una rueda aplastó uno de sus pies y a la vez ésta también se rompió. Con esto, Li cayó al suelo y murió. Gu Qiang quedó muy asustado junto a su cuerpo. Después de un momento, Li se puso de pie repentinamente y se frotó el pie con las manos. Al instante estaba recuperado.

Cuando Gu Qiang conoció a Li Ah por primera vez, Gu tenía 18 años de edad y Li parecía estar en sus 50. Cuando Gu tuvo 80 años, Li seguía aparentando 50. Daba la impresión de que no envejecía para nada. Más tarde, Li Ah contó a las personas que cierto dios en la Montaña Kunlun lo estaba llamando y tendría que irse muy pronto. Después de que se marchó a la montaña, nunca volvió.

Gu Qiang no alcanzó la iluminación debido a que tenía muchos apegos. La confianza en el Maestro es la cosa más importante en la cultivación. Sin embargo, Gu Qiang no confiaba para nada. Tal vez respetara a su maestro, pero eso no era suficiente. El estándar para la cultivación es muy estricto.