(Minghui.org) Nací en el nordeste de China de 1951. A la edad de 22, me volví la cabeza del equipo de producción en mi pueblo. Con poco más de 30 años fui promovido a jefe adjunto del municipio y después de cumplir cuarenta me convertí en el director general del condado.

Luego fui nombrado como el secretario del partido y me encargaron revivir la economía local. Gasté unos años en lograrlo y fui reconocido el “trabajador modelo” por el gobierno provincial y por nueve años consecutivos el “mejor trabajador modelo” por la ciudad hasta mi retiro en el 2009.

Durante la mayor parte de mi vida laboral fui parte del círculo político del partido comunista chino (PCCh). He visto la corrupción y he sido testigo de la decadente vida de funcionarios líderes de todos los niveles. No malversé dinero, pero acepté regalos y coimas que eran la norma, desde alguna cosa pequeña hasta grandes cantidades de dinero, desde unos miles de yuanes a decenas de miles de yuanes.

Crecí bajo el adoctrinamiento del PCCh de lucha y pelea. Así que me volví de muy mal temperamento. Mi secretario adjunto del partido una vez me dijo que me encontraba ofensivo, así que lo golpeé en el pecho. Le tomó más de diez días recuperarse del dolor. Todos estaban temerosos de mí.

Engañado por el círculo político del PCCh

Un ingeniero me presentó Falun Dafa en 1998 y compré una copia de Zhuan Falun, el libro principal de esta práctica de cultivación. Hallé a este libro maravilloso. No solo enseña a la gente a ser buena, sino que también guía a la gente a practicar la cultivación hasta la iluminación.

Tras décadas de exposición de corrupción moral del círculo político del PCCh, me sentí reacio a renunciar a mi vida decadente, aunque profundamente sabía que la salvación de Dafa puede darle a uno verdadera libertad. Esta es la razón por la que no renuncié después de que la persecución a Dafa comenzara en 1999.

Sabía que Falun Dafa es bueno y también sabía la naturaleza demoníaca del PCCh. Con la divinidad en una mano y la humanidad en la otra, estaba confundido acerca de mi futuro.

Mi salud no era la mejor, pues sufría de una severa enfermedad de la piel, una enfermedad del corazón y hemorroides. Luego desarrollé una falencia en la respiración y dolor de pecho en el 2004. Mi familia me llevó pronto al hospital y estaba bajo el bisturí. Cuando fui dado de alta del hospital, el doctor me prescribió medicación por el valor de 3.000 yuanes ($448 dólares) y me dijo que mi vida dependería de tomar mi medicación.

La seriedad de la cultivación

Después de ser rescatado de las fauces de la muerte, reflexioné sobre mi vida y me di cuenta de la seriedad de la práctica de cultivación.

A través de un diligente estudio del Fa, llegué a entender qué es y cómo hacer la práctica de la cultivación.

Aprendí a sentarme decentemente mientras estudio el Fa. De hecho, este tipo de cosas eran normales para estudiantes en la China antigua, sin embargo durante décadas, el PCCh ha destruido estos fundamentos de etiqueta básica que los practicantes deben mantener hacia sus maestros.

A través de los estudios y los ejercicios, me recuperé rápidamente de todas mis enfermedades y me rehusé a tomar cualquier tipo de medicación. Han sido 12 años ahora y nunca he tenido otro ataque del corazón ni necesito algún tratamiento médico más.

“No me detendré en contarle a la gente los hechos acerca de Falun Dafa”

Desde que comencé a practicar realmente Dafa, sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mi vida diaria y en mi lugar de trabajo. Mis subordinados estaban completamente sorprendidos de ver mi cambio. El jefe malhumorado y abusivo física y verbalmente se fue. En su lugar estaba un jefe gentil y considerado.

Dejé de recibir regalos. Para quienes estaban preocupados que sus pedidos no serían procesados sin darme regalos, les permitía dejarles sus regalos temporalmente y se los devolvía luego que sus pedidos fueran procesados. Estaban sorprendidos y lo encontraban inconcebible. Les conté que esto era mi fe. Algunos sabían que practicaba Falun Dafa.

Para ayudar a que la gente que ha sido envenenada por las mentiras del PCCh aprenda la verdad acerca de Falun Dafa, compré un teléfono celular y tarjetas de llamada. Hago llamadas todos los días para contarle a la gente la verdad acerca de Falun Dafa y decirles que no crean en las mentiras del PCCh. Llueva o esté soleado, fresco o caluroso, incluso en el día del Año Nuevo Chino, persisto en hacer llamadas telefónicas. Mientras la malvada persecución contra Falun Dafa continúe, ¡no me detendré en contarle los hechos a la gente acerca de Dafa!