(Minghui.org) Mi apego de exultación era muy fuerte, y difícil para mí dejarlo ir a pesar de estar consciente del mismo. Este apego elusivo salió a la superficie muchas veces durante mi cultivación.

Eliminando la raíz de la exultación

Hace unos días, llamé a un policía. Escuchó mi aclaración de la verdad por un rato. Como me estaba escuchando atentamente, mi apego a la exultación surgió. Al principio no noté la noción impura, pero pronto el policía se puso impaciente y me dijo que se iba a alejar del teléfono, pero que siguiera hablando. Continué hablando por un rato antes de colgar.

Mirando hacia atrás, me pregunté por qué tuvo esa reacción. Me di cuenta que la raíz era mi excesivo entusiasmo. Shifu dijo en “Conclusión definitiva”:

“La mentalidad de ostentación más el apego al fanatismo son aprovechados muy fácilmente por el corazón demoníaco”.

El policía estaba dispuesto a escucharme. Eso en sí era algo bueno y debió ser resultado de mi estado mental puro y mi deseo de salvarlo. Como resultado, su lado consciente se conmovió. Pero una vez que mi exultación emergió, se puso impaciente.

Cuando repartía volantes, juntaba firmas para peticiones en mi día a día, también era interferido por la exultación. Al estar apegado a esto, se me movía el corazón y lo tomaba como parte de mí.

Después de leer algunos artículos en Minghui, me di cuenta que mi exultación es una manifestación de mi ego y que todo se trata de egoísmo y de no saber cómo ser humilde.

Saber estas cosas me ayudó a entender lo que estaba sucediendo pero, me resultaba difícil suprimirlo y eliminarlo.

Enfrentar la crítica

Un practicante me culpó de algo. No discutí con él, pero después el incidente seguía apareciendo en mi mente y desarrollé mucho resentimiento hacia él.

Esta mentalidad también se manifestaba en mi vida diaria. Por ejemplo, podía soportar muchas tribulaciones, peor no podía aceptar la crítica sin importar si me lo decían de frente o hablaban a mis espaldas.

Después del leer el Fa de Shifu, me desperté y me di cuenta de que estaba mal. Shifu dijo: “No devolvieron el golpe ni insulto…” (Exponiendo el Fa en Sídney). No me traté como practicante y usé el Fa para mirar las fallas de otros en vez de usar el Fa para medirme y guiarme.

Yo era egocéntrico y no podía tolerar cuando otros me criticaban. Estaba protegiendo mis apegos escondidos: competitividad, resentimiento y otros elementos de la cultura del partido. Usé nociones humanas y principios de la gente común para mirar las cosas y en cierto modo me consideré una persona común.

Cuando hablaba de Falun Gong podía mantener un estado mental óptimo. Sin embargo, cuando me encontraba con conflictos, perdía mi paciencia y me trataba como persona común. Durante esas pruebas no me daba cuenta que eran el resultado de mis apegos humanos enraizados en mi mente. Como resultado de no mirar hacia dentro y corregir mis nociones y apegos malos, no cumplí con el estándar de un verdadero practicante de Dafa.

Shifu nos pide que miremos hacia dentro cuando encontramos problemas. Como resultado de no tomar mi apego a la exultación seriamente, miraba hacia fuera cuando me encontraba con problemas. Siempre me daba cuenta de los apegos de otros, pero no de los míos. No podía dejar ir las cosas fácilmente y carecía de compasión hacia otros.

Una vez que me di cuenta que me quedaba corto, me corregí rápidamente y aprendí a mirar hacia dentro verdaderamente. Me siento avergonzado de no haber resuelto este problema antes. Siento que no he hecho la cultivación sólidamente. Mi experiencia me mostró que es peligroso tener cualquier apego.

Gracias Shifu por darme esta oportunidad para desenterrar mis apegos escondidos y enfrentarlos honestamente. Logré ver la parte de mí que no se asimila al Fa y la eliminé, para poder estar en armonía con la característica del universo, Verdad-Benevolencia-Tolerancia.