(Minghui.org) No pude evitar conmoverme al mirar el comportamiento de un practicante una vez, exhibiendo un corazón puro y bondad hacia los otros.

Un nuevo oficial de policía fue asignado a un sitio turístico en Taiwán. No tenía simpatía por Falun Dafa y nos ordenó quitar nuestros tableros informativos acerca de la práctica y la persecución. Intentamos contarle acerca de Falun Dafa, pero se rehusó a escucharnos.

Pronto  hubo un día de fuerte lluvia y no tenía protección. Una de nuestras practicantes tenía un paraguas rosa, pero él rechazó aceptarlo, diciendo que no luciría bien sosteniendo un paraguas rosa. La practicante se disculpó por tener uno solo. El oficial respondió con una inclinación de cabeza.

Unos pocos días después estaba en servicio de nuevo. La misma practicante lo saludó. Él contestó: “No me hables de Falun Gong”. La practicante sonrió y le dijo que solo queríamos saludarlo.

Lo encontramos de nuevo por tercera vez otro día lluvioso. La practicante tenía un paraguas azul. El oficial mencionó que olvidó su impermeable. La practicante dijo: “Puedes usar este paraguas”.

Contestó con una mueca: “Gracias, pero no será necesario. Estaré fuera de servicio pronto”.

Cuando la practicante lo saludó con entusiasmo la próxima vez que lo vio, le preguntó: “¿Por qué eres tan simpática conmigo?”.

“¿Por qué no debería serlo?”, respondió la practicante. “Estás haciendo un gran trabajo aquí”.

Pocos días después, estaba lloviendo otra vez. La practicante caminó hacía él con un paraguas en su mano. Su tono fue muy diferente esa vez y dijo: “Tengo mi impermeable hoy, pero te agradezco por tu bondad. ¿Hasta cuando planean quedarse?”.

“Estaremos aquí hasta que los turistas chinos se vayan”, le contestó la practicante.

Entonces él le preguntó por qué éramos tan persistentes y por qué el partido comunista estaba persiguiendo a Falun Gong. La practicante estaba feliz de contarle y tuvieron una conversación placentera.

Después de eso, el oficial se volvió simpático hacia Falun Dafa y desde entonces de nuevo nos permiten desplegar nuestros tableros informativos .

La “compasión” real es incondicional. Nuestros corazones puros y nuestros buenos pensamientos pueden cambiar la actitud de la gente.