(Minghui.org) El documental "Hard to Believe" del director Ken Stone expone la sustracción de órganos avalada por el régimen en China a practicantes vivos de Falun Gong con fines económicos. El film, ganador de muchos premios, fue proyectado al público en el Teatro Paramount de Wellington, Nueva Zelanda, la noche del 16 de agosto de 2016 a sala llena.

Interior del teatro.

Después de la proyección la audiencia hizo preguntas.

Invitados al evento responden preguntas de la audiencia.

Después de la proyección se realizó una sesión de preguntas y respuestas. Marama Davidson, miembro del Partido Verde del Parlamento (MP), moderó la sesión. El periodista Ethan Gutmann, que participó en la investigación de la sustracción de órganos a personas vivas; Jaya Gibson y Angela Ballantyne, presidente de la Asociación Internacional de Bioética y profesor titular del Departamento de Atención Primaria de Salud y Medicina General de la Universidad de Otago, Wellington, respondieron a las preguntas de los espectadores. Jacob Lavee, profesor de cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv y presidente de la Sociedad de Trasplantes de Israel, también respondió preguntas a través de una videollamada.

Después de ver el documental, muchos de los presentes quisieron saber qué podían hacer para ayudar a detener las atrocidades. Gutmann dijo que cada uno podía hablar con su médico sobre el tema e informar a la comunidad.

MP Davison dijo que la sustracción forzada de órganos a personas vivas no debe existir. Dijo que iba a estudiar más sobre el tema y a iniciar una resolución como las aprobadas por el Congreso de Estados Unidos y el Parlamento Europeo, para ayudar a detener este horrible crimen presente en China.

El conocido abogado de derechos humanos Kerry Gore, vio el documental en el teatro. Dijo: “Estamos enterados que la resolución H.Res 343 fue aprobada en el Congreso de EE.UU. Esto es un paso importante para reconocer el crimen de la sustracción de órganos en vida a manos del partido comunista. La sustracción de órganos a personas vivas debe terminar. Creo que el Parlamento de Nueva Zelanda tiene que aprobar una resolución similar”.

Dame Margaret Sparrow, una médica renombrada, también miró el documental en el teatro. Dijo que era la primera vez que escuchaba sobre la sustracción sistemática de órganos a personas vivas, y resultó impactada. Señaló que es algo “intolerable, completamente malo y un grave atropello a los derechos humanos”. Estaba convencida de que cualquier personal médico se opondría a este crimen.

Ben Gray, médico, dijo que ya había recibido información sobre las atrocidades de la sustracción de órganos en vida, pero le resultó difícil de creer. Ahora, después de mirar el film y escuchar a los invitados, cree que tal crimen es real. Dijo: “Como médico, voy a convencer a los políticos con mi profesión. Espero que un código como el de Israel pueda ser aprobado en Nueva Zelanda para hacer que los viajes de turismo de trasplante a China sean algo ilegal”.

Christina Thinrauch, empleada del ferrocarril, vio el documental.

Christina Thinrauch, empleada de la oficina de ferrocarriles, vio el documental y dijo que la sustracción de órganos en vida es algo horrible. Que todos los pacientes que viajan a China por órganos deberían saber la fuente de los mismos. Así, cada uno podrá ayudar a detener este maligno crimen.