(Minghui.org) Hay algunos practicantes que han sido interferidos por graves ye de enfermedad durante mucho tiempo sin hacer avances. Otros se ahogan en las dificultades en las experiencias de sus hijos, y son incapaces de salir por sí mismos. ¿Cómo enfrentar estas tribulaciones?

Como practicantes, todos sabemos que debemos seguir los arreglos del Maestro y no tomar el camino organizado por las viejas fuerzas. Sin embargo, a veces seguimos los de esas sin saberlo.

Con el fin de negarlo, cuando nos encontramos con cualquier tribulación tenemos que distinguir entre lo que esas esperan que haremos y lo que el Maestro desea que llevemos a cabo.

Las viejas fuerzas persiguen a los discípulos de Dafa de muchas maneras. Por ejemplo encerrándolos en prisiones y en centros de detención, causando la ilusión de una severa enfermedad o haciendo que el sufrimiento los familiares interfiera; que la familia tenga conceptos negativos de Dafa, que restrinjan la libertad personal de los practicantes, y así sucesivamente. Todos estos son arreglos de las viejas fuerzas para bloquear el estudio el Fa y salvar seres conscientes. No importa lo que nos hace estar en la situación de ser perseguidos, debemos pensar en las esperanzas del Maestro de lo que haremos. Como discípulos de Dafa tenemos que estudiar bien el Fa y hacer bien los ejercicios, enviar fuertes pensamientos rectos para eliminar el mal, mirar hacia adentro de acuerdo con el Fa, dejar de lado los apegos y aclarar la verdad para salvar a más personas. Esto es lo que el Maestro quiere, y debemos hacer todo lo posible para cumplirlo.

Cuando nos enfrentamos a todo tipo de dolor y dificultades creadas por las viejas fuerzas, ambas situaciones deben ser tomadas ligeramente en nuestra mente: "Soy un recto discípulo de Dafa; esta dificultad no significa nada para mí. El Maestro hace cada arreglo para mi familia y para mí. No cuentan los arreglos de ningún otro ser. Me pongo en manos de Shifu y sólo quiero cumplir sus requisitos. No hay Fo o Dao que puedan mover mi mente”. Luego debemos continuar a través de nuestras acciones.

En medio de tribulaciones, algunos practicantes creen que dado su estado de cultivación no es bueno, deben dejar de esclarecer la verdad por un tiempo y estudiar el Fa en casa hasta que volver al camino. Si bien es necesario estudiar el Fa y mejorar nuestro estado de cultivación, el aclarar la verdad es una de las tres cosas que el Maestro nos ha pedido que hagamos y no tenemos que detenernos, excepto en circunstancias muy especiales. El objetivo final de las viejas fuerzas es impedirnos salvar a la gente. Sólo siguiendo los arreglos del Maestro podemos negar los arreglos de esas. Hacer las tres cosas bien al mismo tiempo es lo que Shifu quiere. Todas las tribulaciones se disiparán cuando sólidamente hagamos bien las tres.

Todos los días mis padres salían a aclarar los hechos a la gente. Una vez, ambos regresaron con dolor de garganta, una tos constante y voz ronca. Decidieron quedarse en casa, estudiar el Fa y dejar de aclarar la verdad hasta que sus voces mejoraran. Pasaron más de veinte días y nada cambió. Cuando los visité, compartí mi entendimiento y les dije que habían estado siguiendo los arreglos de las viejas fuerzas que les impedían salir a salvar a la gente. Estuvieron de acuerdo y salieron esa tarde a esclarecer los hechos. Cuando volvieron se dieron cuenta de que la tos había parado.

El Maestro dijo:

“….no tengan miedo si alguien realmente les envía algunas cosas malas. Eres un Dafa Dizi ¡Tienes a Shifu y al Fa! Quizás debiste en el pasado, en ese caso simplemente págalo. Pero eres un cultivador, por tanto debes soltar tus preocupaciones y Shifu definitivamente te cuidará. Incluso si es capaz de meter ciertas cosas dentro de ti, Shifu pronto lo convertirá en algo bueno para ti. (Aplausos) Porque eres un cultivador” (“Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003”)

Cuando enfrentamos tribulaciones, debemos medir nuestras acciones con los requerimientos del Maestro. Si somos capaces de cumplir los requisitos, entonces Él cuidará de nosotros y las tribulaciones serán nada.