(Minghui.org) Un grupo de turistas chinos en Suiza estaban escuchando a la Sra. Pan, una voluntaria en el Centro de Servicios Global para Renunciar al PCCh. Ella les contó sobre la reciente Resolución 343 de Estados Unidos, la cual insta al partido comunista chino a detener la sustracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong vivos y de otros prisioneros de conciencia en China.

La Sra. Pan les contó a los turistas sobre la atención mundial que generó en los medios occidentales, las noticias recientes acerca del tema de la sustracción forzada de órganos, y sobre el posible arresto a Jiang Zemin, el ex dictador que lanzó la persecución a Falun Gong en China.

Los turistas chinos parecían estar muy contentos con las noticias. Algunos dijeron que Jiang debería haber sido arrestado hace tiempo. La Sra. Pan dijo: “Jiang será castigado por haber perseguido a Falun Gong. ¿Cómo podría ser que no?”. Los turistas estaban de acuerdo. Les preguntó: “¿Qué pasará con ustedes cuando el PCCh y Jiang encuentren su merecido?”. Ellos estaban confundidos. “¿Qué tiene eso que ver con nosotros? Hace tiempo que lo esperamos. Esperamos que el PCCh caiga pronto”.

La Sra. Pan dijo: “El PCCh y Jiang han cometido crímenes monstruosos. Si lo que ellos han hecho trae desastres como terremotos, inundaciones o plagas, muchas vidas se perderán. Pero algunas personas estarán a salvo. Es una cuestión de elección”. Los turistas preguntaron qué es lo que tenían que hacer. Les dijo: “Renunciar al PCCh y sus organizaciones los mantendrá a salvo. Renuncien a los votos que hicieron al comunismo. Los budas y los dioses los mantendrán a salvo de los desastres. Hay muchos ejemplos como estos en la historia”. Todos asintieron.

La Sra. Pan les dijo que los ayudaría a presentar su declaración de renuncia a las organizaciones comunistas vía Internet. Le preguntó al anciano que estaba a su lado: “Lo vi inclinar su cabeza. ¿Qué tal si empezamos con usted?”. El anciano dijo: “¡Sí! Me gustaría renunciar”. Las otras personas en el grupo siguieron su ejemplo y renunciaron también.

Uno de los turistas en el grupo le dijo a la Sra. Pan: “El primero que renunció es un secretario del comité del partido comunista”. Otro dijo: “Él estableció un buen ejemplo para nosotros”. Otro dijo: “Su visto bueno borró todas mis dudas”.

La Sra. Pan fue hasta el anciano y le dijo: “¿Escuchó usted lo que ellos dijeron? Están sinceramente agradecidos porque usted estableció un buen ejemplo para ellos. Es la voluntad del Cielo y el deseo de la gente que los funcionarios del gobierno renuncien al PCCh. Seguir las políticas del PCCh traerá grandes desgracias. Fue muy sabio de su parte guiar a que todo el grupo renuncie. Espero que lleve este mensaje a su familia y amigos también”. El anciano estuvo asintiendo con la cabeza. Algunas de las personas en el grupo le levantaron los pulgares.