(Minghui.org) Amnistía Internacional (AI) publicó una acción urgente (UA: 140/16 Index: ASA 17/4275/2016) en su página de Internet el día 17 de junio del 2016 para rescatar a Qin Wei, un practicante de Falun Gong que fue llevado bajo custodia policial en Beijing el día 18 de mayo del 2016.

Qin Wei fue arrestado por distribuir comentarios criticando al partido comunista chino. Está en riesgo de tortura y otros maltratos.


Imagen del pedido de Acción Urgente tomada de la página de Internet de Amnistía Internacional.

La nota de Amnistía Internacional dice que Qin Wei fue llevado por policías de civil en el distrito de Haidian en Beijing el 18 de mayo, después de repartir una copia del libro Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Luego fue detenido criminalmente bajo sospecha de: “usar un culto maligno para socavar la aplicación de la ley”.

Es la octava vez que Qin Wei es detenido debido a su creencia. El periodo más largo de tiempo bajo detención fue de cinco años y medio en el 2004. Lo colocaron en confinamiento solitario, y fue sujeto a “lavado de cerebro” y trabajo forzado. En sus detenciones previas fue torturado con picanas eléctricas en el rostro y sujeto a largos períodos de privación del sueño, en una oportunidad por más de cinco meses desde el mes de octubre del 2003 hasta mayo del 2004. Después de esto desarrolló latidos del corazón irregulares que lo llevaron a tener arritmia. Actualmente está en serio riesgo de ser torturado y de ser sujeto a otros maltratos.

Su abogado ha escrito a la oficina de seguridad pública del distrito de Haidian y a la procuraduría del distrito de Haidian para exigir que las autoridades retiren los cargos en contra de Qin Wei y lo liberen de la detención criminal citando el hecho que la libertad de religión y creencia y la libertad de expresión están protegidas por la constitución china y que nunca ninguna agencia del gobierno ha declarado oficialmente que Falun Gong es un culto perverso.

La nota de apelación pública para ayudar a que el practicante de Falun Gong Qing Wei no sea torturado, escribiéndole a las entidades relacionadas incluye al ministro chino de seguridad pública, premier Li Keqiang, director del centro de detención del distrito de Haidian y al embajador chino en el Reino Unido.

Amnistía Internacional quiere que la gente haga una petición sobre los tres puntos siguientes:

  • 1.Demandar que las autoridades inmediata e incondicionalmente liberen a Qin Wei, ya que ha sido detenido solo por ejercitar su derecho a la libertad de creencia y expresión.
  • 2.Urgir se aseguren que mientras Qin Wei este detenido sea protegido de ser torturado y otros maltratos y que las condiciones de su detención se adhieran a las leyes y estándares internacionales.
  • 3.Llamar a las autoridades a asegurarse que Qin Wei tenga acceso regular a su familia y abogados.

La nota de Amnistía Internacional también incluye una breve introducción a Falun Gong y a la persecución que el régimen comunista lleva a cabo contra el grupo espiritual.

Esta imagen tomada de la página de Internet de Amnistía Internacional muestra una breve introducción a Falun Gong y a la persecución que el régimen comunista lleva a cabo contra el grupo espiritual.

El movimiento espiritual Falun Gong fue prohibido en China como una “amenaza a la estabilidad social y política” después que sus practicantes llevasen a cabo una protesta pacífica en la plaza Tiananmen en julio de 1999. El gobierno estableció una oficina especial, conocida como la “oficina 610”, responsable de supervisar la campaña en contra de Falun Gong y otros “cultos heréticos”, con oficinas funcionando desde el nivel central hasta los órganos gubernamentales y del partido a nivel provincial y local.

Desde entonces, decenas de miles de practicantes de Falun Gong han sido detenidos arbitrariamente donde la misión es “transformarlos” forzándolos a renunciar a sus creencias espirituales, a menudo a través del uso de tortura y maltratos. La vasta mayoría de los practicantes de Falun Gong fueron mantenidos en instalaciones de re-educación a través del trabajo, hasta que esta forma de detención administrativa fue abolida en el 2013. Las autoridades chinas han incrementado el uso de canales alternativos de detención arbitraria, como también persecuciones criminales de individuos que previamente hayan sido enviados a dichos campos de trabajo forzado.

La tortura y otros malos tratos son endémicos en todas las formas de detención, a pesar que China ha ratificado la convención de las Naciones Unidas en contra de la tortura de 1988. Amnistía Internacional también recibe reportes continuos de muertes bajo custodia, muchas debido a la tortura, en una variedad de instituciones estatales, incluyendo las prisiones y los centros de detención policial. Otros reclusos y jefes de celdas son utilizados por los centros de detención y por las autoridades de la prisión para monitorear el comportamiento de los demás reclusos y aplicar castigos, los cuales incluyen someter a los detenidos que se resisten a privación del sueño, posiciones de estrés, como también otras formas de tortura y maltrato físico y mental.

El sistema de justicia criminal en China está a grandes rasgos dividido en tres fases distintas: la fase investigativa conducida por la policía, la fase de enjuiciamiento, en la que los demandantes aprueban la evidencia inicial que se necesita para arrestar a un sospechoso y se involucra en una investigación exhaustiva para decidir incriminar al sospechoso, y la fase final del juicio llevada a cabo en las cortes. En China en el 2015, la tasa de condena era más alta que el 99.9% comparada con los años pasados. Es estratégicamente importante expresar preocupación en las fases iniciales del proceso de justicia criminal, más notoriamente, antes que las decisiones de arrestar o incriminar a los sospechosos sean llevadas a cabo.