(Minghui.org) En los últimos años en que he aclarado la verdad sobre Falun Gong he observado que cada vez más personas están entendiendo la situación. Ahora pueden discernir el bien del mal y tienen valor para hablar en nombre de Falun Gong.

El número de personas que tienen coraje para alzar su voz por Falun Gong ha crecido. Ahora hay personas incluso que hablan en presencia de otras.

Una mujer de más de 30 condena la persecución públicamente

Fui de compras un día. Ya había hablado con el dueño del supermercado sobre Falun Gong y lo había ayudado a renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas.

Estaba pagando con un billete que tenía información sobre la verdad cuando una dama de unos 30 años me vio. Estaba en la fila detrás de mí. Se sorprendió: “¿Ese billete está escrito con palabras sobre Falun Gong?”, preguntó.

Respondí: “Sí, y ¿sabe qué? Estos comerciantes quieren usar los billetes con palabras sobre Falun Gong porque creen que les traerá seguridad, felicidad, y prosperidad en su negocio”.

Me dijo que era la primera vez que veía un billete así. “Falun Gong es una creencia”, dijo. “¿No es lo que hacen para mejorar el cuerpo y estar en forma? Sólo por eso, el ex presidente Jiang Zemin ordenó la represión, los hizo arrestar, y los encarceló. Como resultado sus familias quedaron en la ruina”.

Siguió hablando: “ES difícil ser una buena persona en estos días. Jiang llevó a la gente a ser corrupta. Como resultado, los ricos y pobres tienen una gran disparidad. Los ciudadanos comunes son pobres, mientras que los funcionarios son corruptos y ricos. Tomaron grandes sumas de dinero mediante medios impropios y luego los transfirieron al extranjero para esconderlo”.

“Además, lo que gasta un funcionario corrupto en una comida puede cubrir los gastos de una persona normal en comida de todo un año. Todos los que practican Falun Gong son buenas personas. ¿De qué tienen que temer?”.

Muchas personas la rodearon para escucharla. Algunos sonrieron y asintieron con sus cabezas aprobando sus palabras.

Me sentí muy conmovida y pensé que quizás fue practicante antes, así que aproveché para hablar un poco. Le pregunté de dónde era. Dijo: “Vengo de Changchun en la provincia de Jilin”. Le dije: “¡Usted viene de la ciudad natal de mi Maestro! Sabe tanto sobre Falun Gong, ¿es practicante?”.

Respondió que no, pero que conocía gente que sí era. Vio cómo Falun Gong mejoró las vidas de esas personas y leyó material informativo.

“Cuando muchos practicantes fueron arrestados en mi área, fui a la comisará para pedir su liberación”, dijo.

Le dije que será bendecida por su noble apoyo a Falun Gong.

Alivio después de renunciar al PCCh

Fui de compras un día y comencé a hablar con las personas que encontraba sobre renunciar al PCCh.

Al entrar al supermercado, vi dos hombres. Se fueron mientras estaba comprando, y me dio remordimiento porque no tuve la oportunidad de hablar con ellos.

Uno de los dos jóvenes regresó un poco después. Me preguntó: “Tía, ¿sabes si hay un banco cerca?”. Le dije: “Sigue caminando y verás tres bancos frente de ti”. Me agradeció y se fue.

Pensé que Shifu me había traído esta persona predestinada así que no debía desaprovechar esta preciosa oportunidad. Rápidamente le grité: “Joven, regrese por favor. Tengo algo para decirle”.

Me preguntó qué necesitaba. “Hoy pudimos conocernos por nuestra relación predestinada”, dije. “Te daré algo realmente grandioso, un software para que puedas romper con el bloqueo de Internet. Puedes conectarte online para ver información y noticias de todo el mundo. También te daré un DVD”.

Lo tomó contento, y me preguntó si era de Falun Gong. Cuando dije que sí, se emocionó. “Acabo de regresar de Singapur. También estuve en Hong Kong, y vi información de Falun Gong en todas partes. Tenían carteles informativos para la gente y algunos practicantes estaban haciendo los ejercicios”.

“Sabes que sólo en China no está permitida la práctica”, dije: “Y es porque el ex líder chino estaba muy envidioso de cuán popular era Falun Gong, quería eliminarlo, así que lanzó la persecución por voluntad propia”.

“Ya no soy miembro del PCCh”, dijo: “Me sacaron de la membresía. Odio al partido. ¿Puede ser eliminado? ¿Sucederá?”.

“Eso ocurrirá pronto”, respondí. “Pero renuncir al partido es lo único que importa. Por favour, en tu corazón, en frente de los dioses y budas, sinceramente piensa: Renuncio a mi membresía al PCCh”.

Se sintió aliviado al escuchar esto. Sonrió y dijo: “Finalmente no tengo nada que ver”. Me agradeció. Le dije: “Por favor, agradece a mi Maestro”.