(Minghui.org) Un practicante de Falun Dafa de 82 años de edad compartió historias de su camino de cultivación. Su historia comenzó con la Revolución Cultural, cuando su familia fue desplazada porque fueron clasificados como terratenientes.
La familia dejó su hogar y en su travesía visitaron un convento en la ciudad de Hanyang. La pequeña niña se quedo maravillada por la paz del lugar y quiso convertirse en monja. Estuvo arrepintiéndose que su familia le prohibiera ingresar en el convento, hasta el día que conoció Falun Dafa a la edad de 59.

Dando el paso hacia Falun Dafa
Nací en 1934. Crecí y tuve muchas enfermedades, incluida una enfermedad cardiaca, y un tumor en el pecho. Estuve muy medicada y siempre enferma. A veces, hubiera preferido morir. 

Sin embargo, mi vida cambió en 1994. Muchas personas en mi ciudad practicaban Falun Dafa. Algunos me pidieron unirme al grupo de personas que escuchaban las lecciones del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Dafa. Lo escuché durante dos noches, y fue cuando tomé la decisión de comenzar mi cultivación en Dafa.

El poder de Dafa
Debido a la Revolución Cultural, nunca aprendí a leer ni escribir. Sin embargo, después de recitar Lunyu, que es la introducción de los libros de Dafa, experimenté el extraordinario poder de Dafa.
Pude leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, así como todas las lecciones del Maestro. 

En junio de 1994, fui con mi familia a la ciudad de Zhengzhou en la provincia de Henan a escuchar las enseñanzas del Maestro.
El tercer día el conserje me dijo: “¿Abuela, tu estabas muy enferma hace dos días, como te has recuperado tan pronto?”. Sabia que fue el Maestro quien purificó mi cuerpo. De este modo no tuve ninguna duda de que practicaría la cultivación por el resto de mi vida al final de la serie de lecciones.

Vida prolongada
Cuando era joven, un adivino predijo que viviría solo hasta los 70 años. Cuando tenia 72 en un sueño vi a una persona de negro de pie junto a mi cama. Esta persona me dijo que debía dejar esta tierra. No lo acepté, y dije: “No, no puedo, soy un practicante de Falun Dafa”. Entonces grité: “¡Maestro, ayúdeme! No puedo irme ahora, hay muchos seres conscientes que todavía no he salvado”. 

Cuando me desperté, estaba sudando y tiritando. Sin embargo, estaba determinada a que no me afectara e hice los ejercicios como siempre. Después le conté a mi marido sobre el sueño.
“Quiero que seas consciente que podría caer enferma”. Le dije. “Sin embargo, es una ilusión. Por favor no me lleves al hospital, estaré bien”.
Continué: “La gente que suele venir a nuestra casa son compañeros practicantes. Tengo 7000 yuanes en nuestra caja fuerte, que no son míos. Por favor, da ese dinero a mis compañeros practicantes para hacer materiales de aclaración de la verdad”. 

No sucedió nada hasta el 1 de octubre, dos años después. Soñé que una cuerda gruesa estaba alrededor de mi cuello. Comencé a asustarme y empecé a golpearla. Mi marido se despertó y gritó mi nombre para despertarme. Una vez más, estaba salvada.

Beneficios para mi familia y para mi
Después de aprender Dafa, he seguido los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, Se terminaron las discusiones con mi marido. No volví a tener mal temperamento. Mi familia entera fue testigo de mis cambios. Mi marido también cambió, y me trataba muy bien.
Mi dos hijas y sus maridos, así como mis nietos comenzaron a practicar Dafa. Mi marido enfermó del hígado, pero vivió 10 años más de lo que el médico predijo. 

Ahora tengo 82 años, y estoy muy bien de salud. A pesar que nunca fui a la escuela, puedo leer todos los libros de Dafa. Tengo una feliz y buena vida.
Dada mi experiencia personal, espero desde lo profundo de mi corazón, que más personas puedan escuchar los hechos sobre Falun Dafa y creer que “Falun Dafa es bueno”.