(Minghui.org) Tengo 60 años. Cuando era pequeña, realmente disfrutaba escuchando historias tradicionales contada por la vieja generación y las compartía con mis amigos.

Comenzando la cultivación

Encontré el libro Zhuan Falun en octubre de 1997 y fui atraída por sus profundas teorías y principios. Estaba tan excitada porque era lo que había estado buscando: sería capaz de cultivar la virtud y volver a mi ser original.

El Maestro Li limpió mi cuerpo y me volví luminosa y libre de enfermedades. Experimenté la maravilla de Falun Dafa y conformé mi mente para volverme un genuino practicante de Dafa.

Fui a los parques a hacer los ejercicios con otros practicantes y me uní a ellos para leer los libros y artículos del Maestro. También ayudé a promocionar Falun Dafa. ¡Estaba bañada en el Fa y era tan feliz!

Clarificando la verdad en circunstancias difíciles

En julio de 1999 el aparato de control del estado de los medios comenzó a difamar al Maestro e incitar al odio público contra Dafa y los practicantes. Leí el artículo del Maestro: “Algunos pensamientos míos” de Escrituras esenciales para mayor avance II y me hizo llorar. ¡El Maestro es tan compasivo! Quería permitirle a los otros conocer la compasión del Maestro, así que comencé a fotocopiar artículos de Falun Dafa y a repartirlos.

Una vendedora en una tienda de copias no se atrevió a hacer las copias para mí. Dijo que la policía revisaba su negocio cada cinco minutos y que si la descubrían, confiscarían la copiadora, cerrarían el negocio y enviarían a todos a prisión. Dije: “No tengas miedo”. Cuando coloqué mis materiales sobre la copiadora, se lanzó hacia afuera y le dijo al oficial de policía: “Me pidió fotocopiar materiales de Falun Dafa”. Estaba temblando.

El policía me gritó: "¡Deme eso!”.

Pero calmadamente sonreí : “¿Que has hecho para asustarla?”. Eres un oficial de policía y la gente debe sentirse seguro cuando lo ven. Promover la bondad y castigar el mal es su deber, ¿cierto? Estoy suponiendo que eres recién graduado de la academia y aún tienes la habilidad de discernir el bien del mal.

El oficial se suavizó un poco y me preguntó si había visto recientemente la TV.

Le conté cómo los programas de televisión falsearon información sobre Falun Dafa y compartí mis experiencias personales y cómo Dafa benefició a la sociedad.

Abrí uno de los artículos del Maestro y le pedí al comerciante y al oficial de policía leerlo conmigo. Les dije que, si sabían la verdad, no escucharían la propaganda del partido comunista. Entonces comencé a leer el artículo.

Cuando casi estaba terminando, el policía miró hacia la ventana y dijo: “Sería terrible si mi jefe me viera aquí”. Dobló el artículo y lo puso en su bolsillo. “Hablaste bien hoy. Eres amable y no te arrestaré. Estoy a cargo de los asuntos de Falun Dafa en el área. Por favor vete rápido”.

Me fui del negocio y vi descansar al oficial. Entonces tomé el artículo y se lo leí al dueño del negocio.

Todos los días iba a distribuir materiales informativos de Falun Dafa y a hablar con la gente de la persecución. Les decía cómo los medios mentían y por qué el PCCh demonizaba a Falun Dafa. También les mencionaba cómo me había beneficiado por practicar Falun Dafa. Muchos aprendieron la verdad. Algunas veces la gente decía: “Falun Dafa es bueno” cuando veían a la policía aproximándose. Los oficiales a menudo sonreían y continuaban caminando.

Clarificando los hechos en prisión

Fui arrestada en octubre de 1999 por asistir a una conferencia de intercambio de experiencia de cultivación y fui llevada a prisión. Clarificamos los hechos acerca de Dafa a los guardias e internos. Una de las internas, una ex-oficial de policía de la comisión de inspección y disciplina encargada de prisiones dijo: “Si hubiese sabido que Falun Dafa era tan bueno, no hubiera apostado y perdido cientos de miles de yuanes. Fui encarcelada por no devolver la deuda”.

Hizo los ejercicios con nosotros y nos escuchó recitar las enseñanzas de Dafa. Les contó a los guardias acerca de Falun Dafa, lo que causó un gran revuelo en la prisión. Rápidamente un oficial de alto nivel la visitó y presionó para que parara de practicar.

Muchos prisioneros en las celdas de hombres también comenzaron a seguir los principios de Falun Dafa Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Esto cambió el ambiente: los internos hombres pararon los malos hábitos y reconocieron que Falun Dafa es bueno. Se volvieron amables y fáciles de manejar.

Los guardias estaban muy conmovidos. Un guardia comenzó a practicar Falun Dafa, lo cual otra vez causó una conmoción en el sistema judicial. Oficiales del más alto nivel entonces lo forzaron a dejar su práctica amenazándolo con despedirlo. Aunque cedió en sus demandas, en su corazón sabía que Falun Dafa era bueno.

Un día cuando me permitieron tomar un respiro, vi al guardia y dije: “Falun Dafa es bueno”. Sonrió y declaró en frente de sus colegas: “¡Falun Dafa es bueno!”.

Después de estar detenida por un mes, el capitán de la división de seguridad interna me ordenó cooperar con ellos para mentir acerca de Falun Dafa en una propaganda de video para la televisión. Me amenazaron con enviarme a prisión por muchos años. Entonces les conté acerca de la persecución y les señalé que estaban cometiendo crímenes por engañar a la gente.

Me hicieron muchas preguntas y se las respondí a todas. Me escucharon en silencio. Sentí que el Maestro estaba fortaleciéndome con sabiduría. Finalmente, les dije que tenía más conocimiento legal que ellos. El director aplaudió y dijo a los guardias : “Lo que dijo es correcto, tiene razón”. Entonces le pedí a uno de los guardias que me llevara a casa.

Pronto después de mi liberación, fui arrestada y torturada en el centro local de lavado de cerebros. Mi casa también fue saqueada muchas veces y fui eventualmente forzada a dejar mi casa y a mudarme frecuentemente para evitar la detención. Luego fui sentenciada a dos años de trabajo forzado.

Manteniendo un corazón compasivo a pesar de ser torturado

Zhang Xiaofang, líder del séptimo escuadrón del campo de trabajo forzado de mujeres de la provincia de Sichuan, era célebre por torturar practicantes de Falun Dafa brutalmente. Era muy elogiada por el régimen comunista y era reconocida como una de las mejores diez oficiales de policía. Era arrogante y viciosa y no les permitía a los practicantes descansar, dormir ni usar el baño. También a menudo les prohibía comer, beber y hablar. Hizo que muchos practicantes estuvieran en el sofocante sol durante el verano y en la nieve durante el invierno.

Usaba varios métodos para torturar practicantes. Fui forzada a estar frente una pared por un largo período de tiempo mientras me golpeaba y pateaba. Entonces les ordenó a dos drogadictos, Zhang Guangquiong y Zhuan Xiaoling que me arrastraran a una oficina para darme más golpes. Zhang Guangqiong me golpeó la cabeza y cara con un bastón de goma hasta que mi boca sangró y perdí los dientes. Ellos también me golpearon la pierna con un zapato de metal hasta estar magullada y sangrando.

Otro interno, Zhang Xiaoyan, también participó en la tortura. Estaba monitoreada las 24 horas al día y tenía que hacer una labor intensa y trabajar horas extras para hacer un servicio para la prisión. Tejía al crochet ropa de niños día y noche y a menudo solo me era permitido dormir por una hora la semana entera.

Estaba tan cansada que perdía el control de mis manos y pies. Nunca estaba garantizado el descanso y estaba forzada a sentarme sobre una “banqueta pequeña” mientras tejía al crochet. Mis pies estaban cubiertos con llagas.

Antes de ser liberada, Zhang me preguntó si la odiaba. Sacudí mi cabeza.

El Maestro dijo que como cultivadores, no tenemos enemigos. Tengo a Dafa en mi corazón, así que no albergo ningún rencor. Dado que los guardias tienen que llevar a cabo las políticas del régimen chino,  ellos también son víctimas.