(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong en Auckland, Nueva Zelanda, han continuado manteniendo eventos semanales desde principios de junio para crear consciencia sobre las atrocidades que sufren los practicantes en China bajo el régimen comunista.

Su evento el 19 de junio fue en el área de carreras llamada Avondale, que se encuentra al oeste de Auckland, donde se realiza un gran mercado los domingos por la mañana.

Practicantes demuestran los ejercicios en Avondale.

Practicantes tocan los tambores a la cintura.

Al ver los carteles exponiendo la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Gong en China, muchas personas se detuvieron a hacer preguntas y firmar peticiones.

Ethlina, una ciudadana Maorí de la localidad le dijo a un practicante que había escuchado sobre el mercado negro de trasplante de órganos en China. "Es demasiado cruel e inmoral". Firmó la petición y preguntó cómo podía ayudar. Prometió difundir las noticias a sus vecinos y amigos.

Varios señores indios jóvenes preguntaron: "¿Fueron todos los órganos sustraídos de practicantes de Falun Gong?". El practicante les contó que el régimen comunista chino ataca principalmente a practicantes de Falun Gong, pero las víctimas incluyen otros prisioneros de conciencia. Los jóvenes escucharon atentamente y firmaron la petición.

Un señor chino pasó por el lugar y dijo: "¡El partido comunista chino es realmente malvado! Entiendo lo que hacen. Todo el mundo debería renunciar al partido". Dijo que ya había renunciado al partido y que urgiría a otros chinos que son miembros del partido o a sus afiliados a que hicieran lo mismo.

Una joven (izquierda) aprende la meditación.

Muchas personas fueron atraídas por los tambores a la cintura y la demostración de ejercicios de Falun Gong. Una chica de 7 años del Medio Oriente aprendió los ejercicios junto con un grupo de practicantes haciendo la meditación sentada. Aunque estaba parada frente al estand, mantuvo las posiciones de mano y cerró sus ojos meditando tranquilamente.

Durante cuatro horas, los practicantes recolectaron 349 firmas para la petición pidiendo un llamado a que finalicen las atrocidades de sustracción de órganos, y más de 60 chinos decidieron renunciar al partido comunista chino.