(Minghui.org) Recientemente renté un puesto en un mercado agrícola, porque quería contarle a más gente acerca de Falun Dafa. Mucha gente aprendió de la práctica y experimentó cosas milagrosas. Las siguientes son unas pocas de las historias conmovedoras.

Mujer mayor ahora puede dormir bien y se siente mucho más fuerte

Una mujer mayor que aparentemente está en sus setenta años vino al mercado. Tenía problemas para caminar y parecía extremadamente débil. La saludé afectuosamente y le pregunté qué estaba haciendo.

“Tengo problemas para dormir y comer” contestó. “También me es difícil tragar. He estado en muchos hospitales e intentado muchas diferentes medicinas, pero nada me ha ayudado”.

Le dije que todo lo que necesitaba hacer era repetir las palabras “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Me pidió que se lo escribiera, pues su memoria no era muy buena.

Volvió al mercado cinco días después y me dijo: “Comencé a repetir las palabras que me dijiste el mismo día que me las escribiste. Fui capaz de comer dos recipientes de avena esa noche. Puedo dormir bien ahora y me siento mucho más fuerte”.

La gente en su pueblo le ha estado preguntando cómo se ha recuperado tan rápido. Cuando les dijo que recitando “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, otros comenzaron a hacer lo mismo. Muchas cosas milagrosas comienzan a pasar luego y muchos de sus vecinos vienen a aprender más de Falun Dafa.

Mujer no necesita más de anteojos de sol para proteger sus ojos

Había una mujer en el mercado que vendía cerdo y siempre tenía puesto anteojos de sol. Cuando pasó por mi puesto una vez, le pregunté por qué siempre lucía los anteojos de sol. Se los sacó y pude ver que sus ojos estaban rojos intensos y casi cerrados por lo inflamados.

Le conté de las maravillas de Falun Dafa. Le sugerí que repitiera la frase “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. También le conté del movimiento para renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas. Sin dudarlo un momento, acordó en renunciar.

La vi de nuevo en el mercado diez días después. Lucía cómo una persona nueva. Sus ojos ya no estaban rojos y no necesitaba sus anteojos de sol. Se la veía radiante y me agradeció muchas veces. Le dije que agradeciera al Maestro Li Hongzhi y a Falun Dafa.

“¡Ese eras tú en mi sueño!”

Un día saludé a una mujer de mediana edad y le conté de Falun Dafa. Comencé contándole acerca de repetir “Falun Dafa es bueno” y que renunciara a las organizaciones del PCCh, cuando entusiasmada me detuvo.

“Hay algo que debo contarle” exclamó. “En mi último sueño anoche alguien me decía que no tenía que vender ladrillos hoy. Tampoco necesito adorar a Buda o quemar más incienso. Fui instruida para ir al mercado donde me encontraría con alguien que me salvaría a mí y a mi familia -¡Ese eras tú en mis sueños!”.

Renunció a la liga juvenil comunista y a los jóvenes pioneros y me agradeció repetidamente. Le dije: “El Maestro de Dafa te salvó a ti y a tu familia. Realmente debes agradecerle a nuestro Maestro”.

Chico vende toda su producción después de exclamar “Falun Dafa es bueno”

Vi a un chico, que lucía de 15 años, vendiendo hongos deshidratados cerca del mercado en el invierno. Estaba temblando. Los hongos estaban congelados y nadie se los compraba.

Fui a comprar algo y hablar con él. Durante nuestra charla me contó que se había unido a los jóvenes pioneros. Le pedí que renunciara y que repitiera silenciosamente “Falun Dafa es bueno, Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno”. El chico contestó: “¿Por qué debo hacerlo en silencio?”. Después de escuchar lo que dijiste, quiero decirlo fuerte y claro”.

Comenzó a exclamar: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Esto atrajo mucha gente a su mesa y vendió todos sus hongos”.

Vi al chico de nuevo el siguiente otoño. Estaba mucho más alto y no estaba más vendiendo hongos. Estaba manejando un camión para vender sandías. Le pregunté si me reconocía.

Sonrió y dijo orgullosamente: “¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.

“No necesito un bastón ahora”

En una plaza cerca del mercado con muchos bancos, mucha gente se sienta y limpia los vegetales que compró. Me gusta ir y hablar con la gente allí.

Un oficial retirado con un bastón se sentó a mi lado una vez. Le conté acerca de Falun Dafa. Aceptó que le hablara y renunció al PCCh. Me dijo que quería aprender más de Dafa y que había dos practicantes de Dafa en su comunidad que habían sido torturados por las autoridades y quedaron discapacitados.

En otra ocasión estaba hablándole a una mujer mayor en la plaza, cuando este oficial retirado me vio y se sentó cerca. Cuando la mujer y yo comenzamos a irnos, el oficial retirado nos siguió por detrás y rápidamente nos pasó. Lo vi caminando sin su bastón y le dije: “Tu pierna se ha recuperado. Has sido recompensado desde que hiciste justicia por Dafa”.

Él exclamó con entusiamo: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Gracias al Maestro de Dafa!”.