(Minghui.org) Vivo en una pequeña ciudad en el sur de China. Después del comienzo de la persecución a Falun Gong en 1999, fui arrestado y detenido varias veces por aclarar la verdad sobre la práctica y la persecución. En los últimos años, para evitar la persecución, dejé mi casa. Pero oí que la policía y los oficiales del gobierno preguntaron sobre mi paradero.

En junio del año pasado, me uní a miles de practicantes y envié por correo una demanda contra el ex dictador chino Jiang Zemin a la fiscalía suprema y el tribunal supremo. Seis meses más tarde, recibí una llamada telefónica de un funcionario del gobierno local. Quería, junto con un par de colegas, mantener una cita para hablar conmigo

Varios practicantes de mi ciudad natal fueron acosados después de que presentaron las demandas contra Jiang. Temía que pudiera ser una trampa, mas, no obstante, accedí a la reunión. Quería superar mi miedo, hablarles de Falun Gong y salvarlos.

Fui al encuentro y llegaron tres hombres; el administrador de la ciudad, un director y un joven funcionario.

El director levantó las manos juntas para saludarme y dijo: “Soy cristiano pero respeto a los practicantes de Falun Gong. Después de soportar tantas dificultades, que aún mantuvieron su promesa de venir a reunirse con nosotros. Los practicantes de Falun Gong realmente siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¿Cuántos años tienes?”.

Escuchando estas palabras, me conmoví. Fue la primera vez que presenciaba a un funcionario del gobierno expresando su respeto por Falun Gong. Después les dije que tenía setenta años, ellos decían que aparentaba ser más joven, y que la práctica de Falun Gong era buena para la salud. Les dije que también mejora la mente y enseña a pensar en otros primero.

Escucharon con atención, y no preguntaron sobre la demanda. Al final, aceptaron materiales de Falun Gong, y acordaron renunciar al partido comunista chino y sus organizaciones afiliadas.

Antes de salir, el joven funcionario dijo que los practicantes de Falun Gong eran gente amable y que Falun Gong beneficia a la sociedad.

El director estuvo de acuerdo y dijo: “Es cierto, Falun Gong mejora la estabilidad social”.

El administrador de la ciudad también asintió con la cabeza.

Después de años de esfuerzo diligente de los practicantes, finalmente y con la compasión de Dafa, los seres conscientes están despertando.