(Minghui.org) Hubo un tiempo en el que estaba profundamente afligido por pensamientos negativos e incluso estaba cansado del mundo.

Algunas veces sentía una gran sustancia pesada y oscura posicionándose en mi mente, lo que me hacía difícil respirar. Luchaba por deshacerme de ella recitando el Fa y enviando pensamientos rectos. Pero solo funcionaba temporalmente. Los pensamientos negativos emergían nuevamente una y otra vez, como si estuviesen siendo provistos de energía por algo profundamente escondido.

La excusa de no querer irse a los extremos

Las palabras de Shifu me ayudaron a mirar repetidamente hacia dentro. Eventualmente encontré la causa principal de los apegos que generaban mi cansancio.

Encontré negatividad y resentimiento dentro de mí. Mis compañeros practicantes de Falun Dafa que aflojaban en su cultivación me hacían sentir negativo y resentido.

Shifu dijo a los practicantes que la rectificación del Fa no ha concluido porque algunos aún no han alcanzado el requisito para la consumación, y no se han salvado suficientes seres conscientes. Como consecuencia, Shifu ha tenido que posponer el fin de la rectificación del Fa una y otra vez.

Según mi conocimiento del estado de cultivación de mis compañeros practicantes, lo que dijo Shifu es verdad. Le han dado a la fama y fortuna una prioridad más alta que a los requisitos de Shifu. Consideraban tener buenas condiciones de vida como un requisito para ofrecer salvación a los seres conscientes. Mientras que disfrutaban de la fama y fortuna que ya habían obtenido, continuaron con otras búsquedas materiales y usaron “conformarse a la sociedad de la gente común” como excusa. Cuando los compañeros practicantes trataron de señalar su problema, discutieron diciendo que no querían irse a los extremos. Se rehusaron a enfrentar sus apegos.

Mi queja contra los compañeros practicantes y mi anhelo por el fin de la rectificación del Fa me hacían sentir abatido. Mi agonía se veía agravada por las viejas fuerzas que generaban negatividad y resentimiento, lo que provocó que aflojara el ritmo.

Interferencia demoníaca

Reflexioné más sobre mi negatividad y resentimiento, y encontré apegos al tiempo y a la consumación. No tenía interés en nada mundano, como el matrimonio o una carrera.

La consumación era mi única búsqueda en la vida. Cuando el tiempo para alcanzar mi objetivo era prolongado, me aburría y me volvía resentido con aquellos que obstaculizaban mi camino.

Mis quejas contra estos compañeros practicantes no se originaban en la compasión por los seres conscientes, sino porque sentía que habían desperdiciado mi tiempo. Pensé que había sacrificado mi juventud, pero que aún no sabía cuándo iba a terminar. Era una indicación clara de mi apego al tiempo y la consumación.

Siguiendo esta línea de pensamiento, creía que era mejor que mis compañeros practicantes. Pensé que era diligente y poco mundano, y nunca pensé que pertenecía a aquellos que retrasaban el proceso de la rectificación del Fa. Mi arrogancia y auto complacencia eran en realidad la interferencia demoníaca de mi propia mente, lo cual es muy peligroso. Por otro lado, sentía que había sacrificado más que otros practicantes, especialmente comparado a aquellos que tenían mi edad.

La impureza de la cultivación condicional

Muchos practicantes jóvenes han quedado detrás. Pienso que Shifu ha esperado pacientemente por ellos, pero su comportamiento es decepcionante y yo estaba enojado con ellos. Incluso tenían fuertes apegos aquellos que todavía se estaban cultivando. Eran bendecidos con mucho talento y energía, pero lo utilizaban en perseguir objetivos mundanos y desperdiciaron el tiempo que Shifu había prolongado para ellos. Pensé que era injusto porque yo no tenía nada y había sacrificado tanto, pero sufría las consecuencias debido a ellos.

Me preguntaba por qué no quería sacrificar más que otros. Buscando profundamente encontré mi miedo a perder, mentalidad de competencia, envidia, la tendencia a buscar los errores de otros, intolerancia, y el adoctrinamiento del partido y su creencia del igualitarismo. Lo peor de todo era que consideré mi posición como Dafa dizi como un sacrificio según el estándar de una persona común.

Buscando aún más, no podía creer lo que había encontrado. En nombre de estar “pensando sobre la situación en general” y “preocupado por los seres conscientes” estaba mi apego a la búsqueda personal. Resultó que la base de mi cultivación y el ofrecer salvación a los seres conscientes era para atender a lo que me gustaba y a mis criterios. Solo estaba dispuesto a sacrificarme por lo que quería. Mi cultivación resultó ser condicional y estaba basada en la búsqueda. Mi mentalidad era básicamente la misma de aquellos que buscan objetivos materiales. La base de mi cultivación era impura.

Para ver si esto era cierto, estudié mi comportamiento en diferentes situaciones. Me encontré feliz cuando veía a mis compañeros practicantes siendo diligentes y triste cuando veía lo opuesto. Mi felicidad y tristeza no eran por desinterés y altruismo, sino porque estaba preocupado porque el número de personas salvadas no sería suficiente sin el trabajo de mis compañeros practicantes.

Mi apego parecía ser dependencia a otros, pero en realidad era mi fracaso en cultivarme de acuerdo al criterio de Dafa. Usaba la diligencia de otros practicantes como motivación para mi propia diligencia. Es por eso que me sentía desanimado cuando otros se relajaban, y no podía sentir la alegría de la cultivación o la urgencia de ofrecer salvación a los seres conscientes.

Búsqueda sistemática interna exitosa

Si podía cultivarme sin ninguna búsqueda, no sería afectado por los comportamientos de otros practicantes, ni estaría feliz o triste sin importar cuanto tiempo tome. Sin perseguir, no había sensación de sacrificio, y nadie ni nada será capaz de evitar que sea diligente.

Mis bien escondidos apegos han sido descubiertos al mirar hacia dentro sistemáticamente. Las viejas fuerzas se han aprovechado de ellos y han generado resentimiento, negatividad y cansancio del mundo, con el fin de destruir mi voluntad. Todos estos apegos tienen el mismo punto de partida: mi enfoque en el yo. El egoísmo era la causa de todos estos apegos. Mi esfuerzo por hacer las tres cosas para calmar el dolor del abatimiento era en realidad una búsqueda también. Es por eso que solo funcionaba superficialmente, pero no podía tocar la raíz de mis apegos y terminaba proveyendo energía a la maldad.

Nunca duden de nuestro poder, sin importar las apariencias

En un sueño, Shifu trató de iluminarme con una analogía. Shifu enseñó una clase y me dio un pastel en forma triangular. Me dijo que distribuya un pedazo de pastel a cada uno en la clase después de desechar la parte mala del pastel. Yo no sabía cómo distinguir cual era la parte mala, así que Shifu cortó el pastel y me entregó la parte buena. Estaba confundido, el pedazo que Shifu me entregó era solo suficientemente grande para una persona, así que ¿Cómo podía compartir las sobras con cerca de veinte compañeros practicantes?

Después de mirar hacia adentro, me di cuenta que el pastel en mis sueños significaba mi nivel. Incluso cuando tenía una parte buena, la cual me dejaba estar alejado de cualquier búsqueda material, también tenía una parte mala, la cual me hacía intolerante con esos compañeros practicantes que tenían búsquedas materiales. Tenía que deshacerme de esa parte mala. No era difícil, porque Shifu ya la había cortado para mi.

Sin embargo, al principio no podía entender el significado de distribuir ese pequeño pedazo de pastel. Mi madre, que también es una practicante de Dafa, me dijo que Milarepa había dejado un pedazo de tela de algodón y un terrón de azúcar antes de consumarse, e instruyó a las personas a cortar la tela y el azúcar con un cuchillo. Sin importar cuantas veces cortaron, la tela y el azúcar nunca se acabaron. Caí en la cuenta que Shifu me había pedido que comparta la parte buena con los compañeros practicantes, y que nunca dude de mi poder sin importar que tan pequeño se veía. Si podía ayudar a los compañeros practicantes a mejorarse colectivamente basado en mi desinterés, ¡lo que compartía debía ser inacabable!

Me di cuenta que debía entender, tolerar y ayudar a los compañeros practicantes sin ninguna reserva. ¡El propósito de mi vida es para otros!

¡Mi cansancio del mundo, mi negatividad y resentimiento habían sido sacados de raíz! ¡Finalmente me di cuenta que mi mejoramiento era justamente lo que Shifu y los compañeros practicantes habían estado esperando!