(Minghui.org) Seis meses después que aprendí Falun Gong (también llamado Falun Dafa), el ex-dictador chino Jiang Zemin inicio la persecución. Con todos los medios de comunicación transmitiendo la propaganda del gobierno y difamando constantemente a Falun Gong, empecé a tener dudas y dejé de cultivarme. En ese tiempo comencé un negocio con mi esposo y me perdí en la búsqueda de obtener dinero y reputación.

A principios del 2016 empecé a sufrir de sangrado vaginal, que no se detenía. Sangraba más y más cada día. Vi a muchos doctores y traté diferentes tipos de medicinas, incluso remedios caseros, pero nada funcionaba. Pronto desarrollé severos dolores corporales.

Mi madre de 79 años de edad es una practicante de Falun Gong, vio en que condición me encontraba cuando me visitó. Me dijo que debía volver a practicar Falun Gong.

Me llevó a estudiar las enseñanzas de Falun Gong con su grupo local de estudio y también a hacer los ejercicios con ellos. Volvimos a casa unas horas después y el sangrado había empeorado.

Comencé a soltar un gran numero de coágulos de sangre. Tomé más medicinas de lo normal, para parar el sangrado, pero no funcionó. Me dolía todo y no podía sentirme cómoda. Sostuve Zhuan Falun, el libro con las principales enseñanzas de Falun Gong, en mis manos y le pedí a Shifu Li (el fundador de Falun Gong) que me salvara.

Al día siguiente cuando era tiempo de estudiar y hacer los ejercicios, estaba demasiado débil para moverme y no quise ir. Mi madre insistió, así que fuimos.

Después varios practicantes me dijeron que Shifu había empezado a purificar mi cuerpo y que mi salud tenía que ponerse peor antes de mejorarse. Estudié las enseñanzas de Falun Gong e hice los ejercicios esa tarde.

Después que llegué a casa, me eché en el sillón y escuché las grabaciones de las conferencias de Shifu. Cuando la grabadora se quedo sin batería, me levanté y fui al baño. No estaba tan mareada como antes y el sangrado había disminuido.

Desde ese día me aseguré de estudiar y hacer los ejercicios todos los días. En menos de un mes estaba completamente saludable.

Sorprendido, mi esposo les dijo a todos los que se encontraba: “Falun Gong tiene poderes curativos milagrosos. Mi esposa gastó tanto dinero en hospitales y no se mejoró. Pero se recuperó completamente después de practicar Falun Gong, y no le costó ni un centavo".

Falun Gong me salvo del borde de la muerte. Shifu me dio una segunda vida. Estoy muy agradecida.