(Minghui.org) Tengo 73 años y comencé a practicar Falun Dafa en 1998. Solía sufrir de muchas enfermedades de las cuales me recuperé luego de cultivar Dafa.

Cuando empecé a practicar, me aseguraba de hacer los ejercicios correctamente. Después de julio de 1999 no se nos permitió hacerlos en público. Gradualmente, dejé de tomarlos con seriedad. Cuando alguna parte de mi cuerpo no estaba bien, confiaba en que el Maestro, el fundador de Falun Dafa, cuidara de mí.

Recientemente la rodilla derecha me llegó a doler muchísimo a causa de venas varicosas. Debido a que el dolor era insoportable, no podía sentarme en la posición de doble loto y era aún muy difícil caminar una corta distancia. También se afectó mi cuello.

Un día, un compañero practicante dijo: “Debes corregir los movimientos de los ejercicios. Por ejemplo, cuando haces el primero, tu `estiras y relajas´ incorrectamente”. Me di cuenta que aunque en un comienzo hacía los ejercicios correctamente, mis movimientos se desalinearon luego de un tiempo.

Decidí cambiar mi actitud y traté de hacerlos bien. Ahora hago el primero, el tercero y en cuarto dos veces por día. El primer día, me vi muy beneficiado y el dolor de la rodilla disminuyó. Varios días después, pude girar el cuello suavemente.

Otro día un vecino me dijo que mi espalda se veía derecha. Sé que el Maestro, estuvo alentándome a practicar diligentemente. Pienso hablar con él sobre Falun Dafa y explicarle por qué ya no tengo una joroba.

Espero que cualquier practicante veterano en mi situación pueda aprender de mi lección.

Examínense cómo hacen los movimientos de los ejercicios y recuerden de hacerlos seriamente, como al comienzo de la cultivación. ¡Todo lo que nos otorga el Maestro no tiene precio y debe ser tomado en serio!