(Minghui.org) En la mañana del 31 de marzo de 2016, me encontraba repartiendo materiales de Falun Gong. Apenas había entregado una docena de copias, escuche gritar a alguien: “¡Para de entregar eso!”

Me di la vuelta y vi a un hombre en sus cincuenta años, sosteniendo algunos materiales. “¿Qué es esto?”, me dijo.

“Lo entenderá cuando lo lea. Es para garantizar su propia seguridad”.

“Usted esta perturbando la estabilidad social. ¡Está propagando Falun Gong! Soy policía, ¡sígame a la comisaría! ¡No espere que lo agarre!” Hablaba en voz muy alta, tratando de llamar la atención de las personas.

Cuando me di cuenta que quería arrestarme, puse mi palma recta frente al pecho y envié fuertes pensamientos rectos para eliminar a la maldad que lo estaba controlando. También le pedí al Maestro que me fortaleciera.

Mientras lo hacía, el hombre se dio la vuelta y se marchó.

En mis veinte años de cultivación, nunca me encontré con algo como esto. Cuando sucedió, no tuve ningún miedo.

Esa misma tarde, en el grupo de estudio del Fa, compartí mi experiencia con el grupo, y otros practicantes compartieron lo que pensaban. Entendimos que la rectificación del Fa alcanzó su etapa final, y que es el tiempo para que el maravilloso poder de los discípulos de Dafa se manifieste.

También entendí que se trató de una prueba arreglada por el Maestro para ver si todavía estaba apegado al miedo, y si podía o no manejar las situaciones con pensamientos rectos al enfrentarme a tribulaciones. El Maestro requiere que utilicemos nuestros poderes para validar Dafa.

Desde este incidente, experimenté una gran mejoría física y mental; y también siento la urgencia de hacer más cosas para validar el Fa.

Gracias Maestro, por ayudarme a dar otro gran paso hacia delante.

Ésta es mi experiencia personal. Por favor, señalen cualquier cosa inapropiada.