(Minghui.org) Soy la mujer de un granjero, pero durante 20 años no pude hacer ninguna tarea del hogar, mucho menos trabajar en el campo. Fue al hospital constantemente para ser tratada. Tenía una grave anemia y estaba a menudo débil y mareada.

Entonces comencé a practicar Falun Dafa.

En 1996, vi personas haciendo elegantes ejercicios juntos en el mercado. Interesada, pregunté si podía aprender. Me enseñaron los movimientos, y después me dieron una copia del libro Zhuan Falun. Me gustó de verdad y lo leí una y otra vez. Me sentí saludable y fuerte, y no tuve más anemia. ¡Pude hacer todos los trabajos, incluso en el campo!

Después que el partido comunista chino comenzara la persecución a Falun Dafa en julio del 1999, fui obligada a dejar mi cultivación.

Varios meses después, en la primavera del 2000  me enfermé de nuevo y empeoré cada día. Después de un análisis de sangre, fui diagnosticada con anemia aplásica. Mi hemoglobina había caído al peligroso nivel de 2,7 gramos (12 a 13 es lo normal), y no era diligente. Mi marido estaba muy preocupado, no podía parar de llorar.

Fui hospitalizada, y al día siguiente andaba sin rumbo e inconsciente. En el aturdimiento pensé: “Oh, estoy muriendo. Esto no hubiera sucedido si el gobierno nos hubiera permitido practicar Falun Dafa”. Con este pensamiento, volví en sí.

Me apoyé en mi marido y anduve hasta la oficina de las enfermeras. Quería decirles que “Falun Dafa es bueno”. Asustado, mi marido dijo: “No hables tan fuerte, la policía podría venir y llevarte”. Dije: “No tengo miedo. ¿Puede hacerme la policía mejorar? Tienes que decirlo conmigo”. Era extraño -incluso el médico accedió a decirlo: “Si, si,’ ¡Falun Dafa es bueno!´”. En su opinión, estaba muriendo, y estaban aceptando mi último deseo.

Me llevaron de vuelta a la cama y pidieron a mi marido que fuera a la oficina del médico.

Le dijeron que me pondrían una transfusión de sangre y después me darían el alta. Dijeron que era todo lo que podían hacer.

Después de la transfusión. Fui dada de alta, pero mi marido se negó a llevarme a casa a morir. En su lugar me llevó al hospital de la ciudad, donde me diagnosticaron de leucemia. Después de una serie de tratamientos, nuestros ahorros se fueron agotando rápidamente. Pensé que si estaba muriendo ¿para que gastar más dinero? Le dije a mi marido que quería volver a casa. Accedió a llevarme de mala gana.

De vuelta a casa, de repente tuve una urgencia de leer Zhuan Falun. Desde ese momento, comencé hacer los ejercicios y a cultivarme de nuevo. ¡En menos de un mes, me recuperé completamente y pude trabajar en el campo de nuevo!

Me monté con mi marido en el tractor el primer día que volví a trabajar, y continuamente se daba la vuelta para ver como estaba. Apenas podía contener su alegría: “Tu Maestro te curó. No lo olvides. Puedes hacer los ejercicios todo lo que quieras”.

Las noticias de mi recuperación se difundieron más allá de nuestro pueblo: “Una paciente de leucemia se cura por practicar Falun Dafa.¡Es maravilloso! ¡Quiero aprender también!”.