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Espolones óseos desaparecen después de asistir una conferencia de intercambio de experiencias de Falun Dafa

Abr. 20, 2016 |   Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Hebei, China

(Minghui.org) En 1996 me aparecieron espolones en los talones, estos son crecimientos óseos sobre un hueso normal. Sin embargo, no fue una sorpresa ya que 10 años antes, una radiografía había mostrado la aparición de artrosis en los pies. Producían mucho dolor al caminar y esta situación se prolongó durante varios meses.

En esa época comencé a practicar Falun Dafa. Iba en bicicleta hasta la entrada del parque y caminaba al lugar donde hacíamos los ejercicios.

El coordinador local nos contó que había una conferencia de intercambio de experiencias organizada por los practicantes en el este de la ciudad.

El salón donde se realizaba quedaba entre 10 y 15 kilómetros de mi casa, por lo que muchos llegarían en bicicleta.

El estacionamiento quedaba a más de 100 metros de la sala. Durante los últimos 10 metros del trayecto, apenas podía caminar sobre la parte delantera de los pies.

Compañeros practicantes comparten experiencias

Escuché las experiencias que los compañeros practicantes compartieron. Algunos contaron que se habían encontrado con tribulaciones en las relaciones familias, cómo miraron hacia adentro y éstas mejoraron.

Otros hablaron sobre tribulaciones de enfermedad, cómo persistieron en el estudio de las enseñanzas del Fa, hicieron los ejercicios y consecuentemente sus padecimientos desaparecieron.

Muchos manifestaron el dejar ir el apego a la fama, la ganancia y el dinero.

Cada relato tocó mi corazón y me iluminó a algo. Me di cuenta que esto era una verdadera práctica de cultivación. Entendí que debía mirar para adentro,  encontrar y eliminar los malos pensamientos y nociones. No tenía que encubrirlos.

Estuve inmerso en este ambiente por horas. Mirándome, vi un apego detrás de otro y me comparé con los otros practicantes.

No pensé en los espolones a lo largo de la conferencia, ni cuando salí del lugar para recoger la bicicleta.

Esperando en un semáforo, de repente me acordé  y me di cuenta que no tenía dolor. Bajé de la bicicleta y me paré sobre los talones. Fue extraordinario. El dolor había desaparecido.

Diecinueve años pasaron y no me molestaron.

No pensé que mi afección se curara. Entendí que fue porque estaba de acuerdo con los principios de Falun Dafa, que elevé la mente y la naturaleza del corazón; que la enfermedad fue eliminada.